Ucrania lanza misiles ATACMS contra territorio ruso: primer ataque confirmado
Por Luis Moreno
Por primera vez en el conflicto entre Rusia y Ucrania, misiles balísticos de largo alcance ATACMS, de fabricación estadounidense, fueron utilizados contra territorio ruso. El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó el ataque perpetrado en la madrugada de este martes en la región fronteriza de Briansk, donde seis misiles fueron lanzados, cinco de ellos interceptados por sistemas antiaéreos S-400 y Pantsir.
El sexto misil impactó en una instalación militar, provocando un incendio que fue rápidamente extinguido, sin causar víctimas ni daños significativos, según el parte oficial difundido en Telegram.
La ofensiva se produce apenas dos días después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, autorizara a Ucrania a emplear misiles de largo alcance contra objetivos rusos. Esta decisión marca un cambio en la postura de Washington, que previamente se había resistido por temor a una escalada del conflicto.
En respuesta, el presidente ruso, Vladímir Putin, actualizó la doctrina nuclear de Rusia, indicando que cualquier ataque convencional con la participación de un país nuclear será considerado como una agresión conjunta contra Moscú, abriendo la posibilidad de usar armas atómicas en represalia.
La perspectiva ucraniana
Un alto funcionario ucraniano confirmó a AFP que el ataque fue realizado con misiles ATACMS. Por su parte, el presidente Volodímir Zelensky evitó confirmar detalles específicos, pero afirmó que Ucrania está decidida a usar este armamento estratégico.
Los misiles ATACMS, fabricados por Lockheed Martin, tienen un alcance de hasta 300 kilómetros y pueden ser disparados desde sistemas como HIMARS, ampliamente utilizados por Ucrania. Estas armas son vistas como una herramienta clave para golpear objetivos rusos estratégicos, aunque analistas consideran que su impacto en el curso general de la guerra será limitado debido al suministro restringido de estos proyectiles.
Contexto y repercusiones
Este ataque representa un momento significativo en la guerra, que ya supera los 1.000 días. Además, destaca el progresivo aumento del apoyo militar occidental a Ucrania, lo que podría agravar las tensiones internacionales.
La región de Briansk, objetivo del ataque, es una zona clave en el conflicto debido a su proximidad con la frontera ucraniana. Aunque los daños reportados fueron mínimos, el uso de misiles de largo alcance podría redefinir las estrategias en ambos bandos y aumentar los riesgos de escalada.
Con esta acción, Ucrania demuestra su capacidad para alcanzar objetivos más profundos en territorio ruso, en un contexto donde drones y otros ataques han marcado la estrategia ofensiva en meses recientes. La guerra entra así en una nueva fase, con implicaciones geopolíticas que podrían extenderse mucho más allá de las fronteras del conflicto.