Trump Califica Su Controversial Mitin en Nueva York de “Festival de Amor” a Pesar de los Insultos Racistas
Por Luis Moreno
En un evento marcado por la polémica y los comentarios ofensivos hacia Puerto Rico y diversas minorías, el expresidente Donald Trump se refirió a su mitin celebrado el domingo en el Madison Square Garden de Nueva York como un “festival de amor”. Este pronunciamiento se produjo durante una comparecencia en su mansión de Mar-a-Lago, donde evitó ofrecer disculpas por las declaraciones de un cómico que actuó en su evento, provocando una oleada de críticas.
El comediante Tony Hinchcliffe, quien fue uno de los oradores del mitin, arremetió contra Puerto Rico, afirmando que había “una isla flotante de basura” en medio del océano, una referencia despectiva que desató la indignación de la comunidad puertorriqueña y de los latinos en general. Además, Hinchcliffe hizo comentarios racistas sobre judíos, palestinos, y otros grupos, lo que intensificó las reacciones negativas hacia el evento.
Trump, en su intervención del martes, defendió el mitin, afirmando que “nunca había habido un acontecimiento tan hermoso” y criticó a aquellos que lo compararon con un mitin pronazi realizado en el mismo lugar en 1939. “Fue como un festival de amor, un absoluto festival de amor”, enfatizó el expresidente, sin mencionar en ningún momento los insultos racistas que resonaron en el evento.
Este discurso se dio en un momento crucial de la campaña electoral, con las elecciones presidenciales a solo días de distancia. Trump aprovechó la ocasión para lanzar ataques contundentes contra el gobierno de Joe Biden, acusando a la administración de Harris de llevar a Estados Unidos “casi al estatus de un país del Tercer Mundo”. Además, en su retórica habitual, vinculó la inmigración con el aumento de la delincuencia, prometiendo pena de muerte para inmigrantes que cometan crímenes.
La respuesta a los comentarios de Hinchcliffe no solo provino de la comunidad puertorriqueña, sino que también despertó reacciones entre republicanos. Algunos líderes, como los senadores Marco Rubio y Rick Scott, se apresuraron a distanciarse de los comentarios, señalando que no reflejan la visión del Partido Republicano. Sin embargo, otros, como el candidato a vicepresidente J.D. Vance, minimizaron la gravedad de los insultos, sugiriendo que la sociedad debería dejar de ofenderse por cada comentario.
Mientras tanto, la campaña de Kamala Harris ha capitalizado esta controversia, lanzando anuncios que utilizan las palabras de Hinchcliffe para recordar la escasa ayuda federal que recibió Puerto Rico tras desastres naturales como el huracán María. Harris ha criticado a Trump por su aparente falta de respeto hacia la isla y sus habitantes, recordando que durante su presidencia, Trump minimizó el impacto del huracán y realizó comentarios despectivos sobre Puerto Rico.
El expresidente Barack Obama también intervino en el debate, utilizando un mitin en Filadelfia para defender a los puertorriqueños y condenar los comentarios de Trump y sus aliados. “Si alguien no te respeta, no debes votarle”, declaró Obama, señalando que el racismo y la división promovidos por Trump son inaceptables.
A pesar de la controversia, la campaña de Trump ha mostrado confianza en su apoyo entre los votantes, y algunos aliados consideran que el mitin del domingo fue un éxito en términos de movilización. Sin embargo, también hay preocupación entre sus asesores sobre cómo los comentarios racistas y misóginos puedan afectar a los votantes indecisos en un clima electoral tan polarizado.
Mientras el panorama electoral se intensifica y se acerca la fecha de las elecciones, el equipo de Trump está consciente de que cualquier comentario negativo podría impactar a una comunidad crucial como la puertorriqueña, especialmente en estados como Pensilvania, donde su voto puede ser determinante. La tensión continúa creciendo, y los comentarios de Trump, así como su falta de disculpas, seguirán siendo un tema candente en el debate político en los días previos a las elecciones.