Sobre curiosidades del humanismo clásico. Un paseo a través de sus fuentes.
Exordio. Platón y Diógenes, el Cínico.
Πλάτων ὡρίζετο ἄνθρωπον, λέγων ὅτι ἄνθρωπός ἐστι ζῶον δίπουν καὶ ἄπτερον. Διὰ τοῦτο πάντες εὐδοκίμησαν τὸν Πλάτωνα. Ἀλλὰ Διογένης ἔτιλε ἀλεκτρύονα, καὶ ἔνεγκεν εἰς τὴν σχολὴν τοῦ Πλάτωνος, καὶ εἶπε πρὸς πάντων∙ Οὗτος ἀλεκτρύων ἐστὶ ἄνθρωπος∙ δύο γὰρ πόδας ἔχει καὶ ἄπτερός ἐστι.
Platón definió al hombre diciendo que el hombre es un animal bípedo y sin plumas. Por eso todos admiraron a Platón. Sin embargo, Diógenes desplumó a un gallo y lo llevó a la escuela de Platón y dijo a todos: este gallo es un hombre, porque tiene dos pies y no tiene plumas.
Recopilación de textos de griego antiguo por Luis Penagos. Antología griega del bachiller. Editorial Sal Terrae. Santander, 1960, p. 37.
Advertencia.
Este artículo forma parte de la conferencia magistral que dicté recientemente en la Academia de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz. Su contenido es una porción de textos que he venido publicando en mi página de Facebook Curiosidades del humanismo clásico y en el periódico digital El Comunicador Puebla. Son textos selectos, escritos en griego y latín y traducidos al español. La idea originaria es que los destinatarios y los lectores tengan un acercamiento a las fuentes originales y a la etimología del lenguaje culto del español.
Antes de ingresar al contenido quiero hacer una reseña sobre las etimologías grecolatinas y su paso a las lenguas modernas. Después compartiré 8 textos en griego y latín con su traducción al español, y, sobre todo, con su fuente literaria, para que el lector tenga una guía de lectura de las fuentes del humanismo clásico. Finalmente, compartiré el estudio de siete etimologías que deben estudiarse en el ámbito escolar y universitario.
Así pues, queridos amigos, disfruten este florilegio, crestomatía o antología, porque son flores muy hermosas del jardín que he venido preparando desde la Ciudad de Puebla, y ahora lo comparto para los lectores Del Comunicador Puebla.
a). Naturaleza de la etimología.
1). Noticia sucinta y sinóptica de las etimologías.
Desde la época clásica durante los siglos V y IV antes de Cristo, se comenzó a estudiar las etimologías, porque se ha querido llegar al conocimiento de las cosas a través de las palabras. Platón en su diálogo el “Cratilo” hace un estudio estricto sobre el origen de la palabra. También los alejandrinos y los estoicos hicieron estudios etimológicos en los siglos III y II a. C. Los gramáticos griegos y romanos estudiaron las etimologías, principalmente Dionisio de Tracia, Aristófanes de Bizancio, Elio Estilón, Marco Terencio Varrón, Antonio Guiphon, Marco Fabio Quintiliano, Remio Palemón, Donato Elio. Igualmente, los eruditos cristianos fueron estudiosos de las etimologías, desde el siglo II d. C. hasta el siglo XIII, tales como Justino Mártir, San Agustín, San Ambrosio, San Jerónimo, San Juan Crisóstomo, San Isidoro de Sevilla, San Alberto Magno y Santo Tomás de Aquino, entre otros. Los renacentistas y humanistas como Erasmo de Rotterdam, Antonio de Nebrija, Juan Luis Vives, Lorenzo Valla, Francisco el Brocense. Desde el siglo XVII hasta los siglos XIX y XXI se ha seguido el estudio etimológico en todas las áreas del conocimiento, no sólo médicos eruditos, como Luigi Galvani, sino también botánicos como Karl Von Linneo, astrónomos como Galileo Galilei, físicos como Isaac Newton y Nicolás Copérnico, filósofos como Renato Descartes, Baruch Spinoza, Emmanuel Kant y muchos más que no cabrían en esta lista.
Con la aparición de la lingüística comparada y general, la etimología tomó mayor auge, sobre todo, con Franz Bopp, Rasmus Rask, Jacob Grimm, Georg Curtius, Ferdinand de Saussure, Charles Bally, Albert Sechehaye. Sin duda, la etimología con el estudio de las lenguas flexivas, camíticas, semíticas e indoeuropeas creció de una forma incomparada.
Así pues, desde 1950 los estudios de esta ciencia han avanzado en todo el mundo, los cuales nos han llegado de las nuevas escuelas, a partir de la fenomenología, existencialismo, estructuralismo, personalismo, hermenéutica, la neoescolástica, etcétera. Por ejemplo, si recordamos la introducción al libro de Miguel de Unamuno, “Sobre el sentimiento trágico de la vida”, publicado en 1913, destaca ya desde la primera página, la emoción del pensamiento humanista como filantropía universal, cuando hace exégesis de la sentencia de Terencio el Africano al decir: “Homo sum, humani nihil a me alienum puto: hombre soy, y pienso que nada de lo humano es ajeno para mí”. (Terencio Afer. Heautontimorumenos 77).
Sin duda, con la aparición de las escuelas modernas de filología clásica, letras clásicas, humanidades clásicas, filosofía, lingüística y literatura, el estudio etimológico se ha puesto más interesante, debido a los nuevos aportes con diversas metodologías. Sin duda alguna, también han aportado mucho al estudio de las etimologías las asociaciones de la filología, lingüística, filosofía, historia, estudios clásicos, los cuales han aparecido en varias partes del mundo, desde el inicio del siglo XX hasta nuestros días.
En México existen diferentes instituciones que siguen promoviendo el análisis de la palabra, por ejemplo: Instituto de Investigaciones Filológicas, Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, Asociación Mexicana de Estudios Clásicos A. C, Departamento de Lenguas de la Universidad Pontificia de México y la Academia de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz en la ciudad de Puebla, en la cual todos los días nos divertimos con el estudio, evolución, transformación y el invento de nuevas palabras, esto es, el estudio de las etimologías grecolatinas de las lenguas modernas.
2). La etimología y su relación con otras ciencias
Si estudiamos etimologías grecolatinas del español, podremos conocer con más profundidad la lengua española, pues la misma etimología en su contenido muestra cuatro elementos propios a saber: raíz, prefijo, infijo y sufijo. Y para tener conciencia de esta sabiduría hay que tener presente que la etimología estudia el origen de las palabras, la razón de su existencia, de su significación y de su forma. Busca las relaciones que hay entre las palabras, su unidad que existe para llegar a otra unidad más antigua de la que procede.
La palabra etimología es un estudio interdisciplinario y por lo mismo tiene relaciones muy estrechas con varias disciplinas, tal como lo hace saber uno de los principales estudiosos en sus “Etimologías”, san Isidoro de Sevilla, cuya obra enciclopédica fue compuesta durante los últimos años del siglo VI y concluida poco antes de su muerte. El título original de la obra es: Originum sive etymologiarum libri XX. (Veinte libros del origen o de las etimologías).
Cada una de las materias que allí se mencionan, forman la temática de los planes de estudio de la historia de las etimologías, y que actualmente debería estudiarse como materia de tronco común para comprender el estudio universitario. Por ejemplo: gramática, retórica, dialéctica, aritmética, geometría, música, astronomía, medicina, derecho, cronología; biblia, teología, iglesia, sectas, escuelas, lenguas, pueblos, lexicología, anatomía, zoología, geografía, arquitectura; mineralogía, pesos, medidas; agricultura, milicia, juegos, educación; solamente por decir algunos nombres de las asignaturas y nomenclaturas de su estudio.
Por eso en múltiples cursos he apuntado la relación que tiene la etimología con numerosas y espaciosas disciplinas para lograr al menos una parte de su contenido, especialmente, con la gramática, morfología, semántica, ontología, epistemología, lógica, pragmática, sintaxis, semiótica, hermenéutica, filología, exegética, historia, filosofía y ética.
Diremos algunas nociones de algunas disciplinas con el fin de estudiar más aspectos interdisciplinarios de la etimología como ciencia. La gramática, la cual a través de la historia es considerada “como el arte de escribir y de hablar correcta y elegantemente una lengua y el libro en que se enseña”. Una de sus partes fundamentales es la morfología, porque comienza con las partes de la oración, tanto variables como invariables, las cuales son las siguientes: artículo, nombre o sustantivo, pronombre, adjetivo o participio, verbo, adverbio, preposición, conjunción e interjección. (Aquí tomo la noción de la gramática tradicional que ha recogido la Real Academia de la Lengua Española. Le doy mi propio matiz y la pongo en latín, imitando la estructura del latín de la época imperial. “Grammatica est ars scribendi et loquendi recte atque ornate aliquam linguam ac librum in quo docetur).
La semántica le da significado a cada una de las partes de la oración, para eso se hace ayudar de todas sus relaciones semánticas a saber: monosemia, polisemia, homonimia, sinonimia, antonimia, metáfora, paronimia, metonimia y pragmática. Pero la semántica no puede estar sola, necesita un equipo para tener mayor elasticidad; generalmente suelo unirla a la filosofía porque así ambas tienen una mayor compresión, sobre todo, echándole la mano a la etimología. (Al respecto recomiendo tres conferencias mías: La tarea y vocación del filósofo. Seminario permanente de filosofía y Cátedra Extraordinaria de Hermenéutica Analógica, en la Academia de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz, Puebla, 30 de septiembre de 2023; La pregunta por la filosofía. Seminario permanente de filosofía y Cátedra Extraordinaria de Hermenéutica Analógica, en la Academia de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz, Puebla, 14 de octubre de 2023; Filosofía, filología y sabiduría primera en tiempos de crisis. Seminario permanente de filosofía y Cátedra Extraordinaria de Hermenéutica Analógica, en la Academia de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz, Puebla, 21 de octubre de 2023).
La ontología al estudiar la naturaleza, el ser, la analogía, el fundamento y la proporcionalidad le da mayor horizonte y sentido a las palabras, al comprender más puntos de vista de las mismas. Por esta razón trabaja muy cerca de la morfología y de la semántica o analogía. Otra forma de llamar a la ontología es considerándola metafísica. Por esta razón el filósofo mexicano Mauricio Beuchot escribe al respecto: “La metafísica es el fundamento de toda la filosofía. Y la lógica es su acompañante. La metafísica permite que tengamos una buena filosofía del hombre o antropología filosófica. Ésta hace que tengamos una ética bien adaptada a lo que el ser humano es. La semiótica y la hermenéutica tienen que ver con el lenguaje. La semiótica se ha privilegiado en la filosofía analítica, y la hermenéutica en la filosofía continental, pero me parece que se pueden complementar bien”. (Más detalles véase mi libro Encuentro con Mauricio Beuchot. Academia de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz. Puebla, Pue, 2015).
La epistemología o teoría del conocimiento al estudiar, como lo indica su nombre, las teorías del conocimiento, le da a la etimología mayor certeza en el significado de las palabras. Aquí conviene aludir a aquella sentencia antiquísima de Marco Terencio Varrón, al decir: “quien entiende bien las palabras, entiende bien las cosas”. Así, se ve una relación de las palabras con el lenguaje y con su fundamento. Se inicia con una filosofía del lenguaje al relacionar la palabra con el conocimiento, el ser y, sobre todo, con la verdad, que es el objeto formal de la teoría del conocimiento, de allí que la etimología estudie el significado verdadero o auténtico de las palabras.
La teoría del conocimiento le da mayor exactitud a las palabras. Por eso es necesario definir a la misma epistemología del modo siguiente: “la investigación filosófica que versa sobre la posibilidad y el alcance del conocimiento humano, verdadero y cierto. Esta investigación plantea por lo tanto dos preguntas: ¿Es capaz el entendimiento humano de adquirir un conocimiento verdadero y cierto, es decir, de un conocimiento por el cual el hombre conozca el ente real, tal como es, y por el que también se sepa que la cosa así conocida es tal? Suponiendo que la respuesta a esta primera pregunta sea afirmativa, la segunda pregunta se plantea entonces en estos términos: ¿Hasta dónde se extiende esta capacidad del entendimiento humano? Y en particular, ¿es posible realmente un conocimiento metafísico, verdadero y cierto? ¿es posible la metafísica como ciencia”. (Sigo en esta parte el libro de mi maestro, el doctor Erasmo Bautista Lucas. Los fundamentos del conocimiento. Universidad Pontificia de México. Ciudad de México 2000, pp. 97).
La lógica es una ciencia interdisciplinaria, es arte, ciencia y método del pensamiento. Su objeto de estudio es el pensamiento o las estructurales mentales, pero desde el punto de vista formal, trata de la corrección de los pensamientos. En la actualidad hay muchas escuelas de la lógica y tipos de lógica: desde la lógica natural, matemática, lógica de símbolos, lógica material y lógica formal, entre otras. Cualquier escuela de la lógica es útil y necesaria en la composición y descomposición de las palabras, siempre y cuando, ésta, le entregue el razonamiento a las palabras. Desde el punto de vista de la lógica formal comparto dos nociones sobre esta palabra, las cuales pueden fortalecer el estudio de las humanidades, una es del doctor Alonso G. López, tomada de su libro: “Logica et ontologia”: “Lógica es la ciencia directiva del mismo acto de la razón para conocer la verdad”. La segunda noción es más amplia, es del doctor Guillermo Hernández Flores. “Es una ciencia práctica y normativa que estudia el pensamiento en sí mismo (idea, juicio y raciocinio), desde el punto de vista de la rectitud a fin de proceder en ella fácil y sin error a través de la luz natural de la razón”. (Logica et ontologia. Vol. II, Luis G. López. Universidad Católica Angelopolitana, Puebla, Pue, 1926, p. 3.).
b). Crestomatía de algunos textos de las curiosidades del humanismo clásico.
1). Las musas. Berenguer Jaime. Hélade, Bosch Casa Editorial, 1985, p. 17.
Αἱ μοῦσαι, αἱ θεαὶ τῶν τεχνῶν καὶ ἐπιστημῶν, εἰσὶν ἐννέα. Μελπομένη ἐστί μοῦσα τῆς τραγῳδίας, καὶ Θάλεια τῆς κωμῳδίας· Οὐρανία δὲ ἐπιμέλειαν ἔχει τῆς ἀστρονομίας, καὶ Καλλιόπη τῆς ποιητικῆς τέχνης. Πολυμνία δὲ τὰς ᾠδὰς προστατεύει, καὶ Τερψιχόρα τῆς χορείας. Εὐτέρπη δὲ ἐστι μοῦσα τῆς μουσικῆς, καὶ Κλείω τῆς ἱστορίας, καὶ Ἐρατὼ τῆς λυρικῆς τέχνης.
Las musas, esto es, las diosas de las artes y de las ciencias son nueve. Melpómene es la musa de la tragedia y Talía es la musa de la comedia. Urania tiene el cuidado de la astronomía y Caliópe tiene el cuidado del arte poética. Polimnia preside el canto y Tersicore es la musa del coro. Euterpe es la musa de la música, Clío es la musa de la historia y Erato es la musa del arte de la lírica.
2). Sobre la interioridad agustiniana. S. Aug. De vera religione. Cap. 39, n. 72.
Noli foras ire, in te ipsum redi, in interiore homine habitat veritas.
No vayas afuera, regresa hacia ti mismo, porque en el interior del hombre habita la verdad.
3). Sátira a Marco Tulio Cicerón. Catulo, Carmina, 27.
Disertissime Romuli nepotum
quod sunt quotque fuere, Marce Tulli,
quotque post aliis erunt in annis,
gratias tibi maximas Catullus
agit pessimus omnium poeta,
tanto pessimus omnium poeta quanto tu optimus omnium patronus.
¡Oh Marco Tulio!,
el más elocuente de los hijos de Rómulo,
cuántos son, cuántos fueron y cuantos han de ser
después en otros años.
Catulo, el peor poeta de todos, te da a ti las gracias máximas, tanto yo el peor poeta de todos, cuanto tú el mejor abogado de todos.
4). Cicerón contra Verres sobre los derechos de los hombres. Marcus Tullius Cicero. Verr. 2, 2, 51, 126.
Verres non solum hominum iura, sed etiam deorum inmortalium religiniones omnes repudiavit.
Verres no sólo repudió los derechos de los hombres, sino también todas las cosas sagradas de los dioses inmortales.
5). Las dos alforjas. Las dos alforjas. Esopo. Citada por Luis Penagos en Antología griega del Bachiller, Editorial Sal Terrae, Santander España, 1960, pp. 41-42.
Ἀνθρώπων ἕκαστος δύο πήρας φέρει, τὴν μὲν ἔμπροσθεν, τὴν δὲ ὄπισθεν. Γέμει δὲ κακῶν ἑκάτερα∙ ἀλλ’ ἡ μὲν ἔμπροσθεν ἀλλοτρίων, ἡ δὲ ὄπισθεν τῶν αὐτοῦ τοῦ φέροντος. Καὶ διὰ τοῦτο οἱ ἄνθρωποι τὰ μὲν ἐξ αὐτῶν κακὰ οὐχ ὁρῶσι, τὰ δὲ ἀλλότρια πάνυ ἀκριβῶς θεῶνται. Τούτῳ τῷ λόγῳ χρήσαιτο ἄν τις πρὸς ἄνδρα πολυπράγμονα, ὃς ἐν τοῖς ἑαυτοῦ πράγμασι τυφλώττων τῶν μηδὲν προσηκόντων κήδεται.
Cada uno de los hombres lleva dos alforjas, una la lleva adelante y la otra, la lleva en la espalda. Cada una de ellas está llena de males. La de adelante está llena de los males ajenos, la de atrás, está llena de los males del mismo que la lleva. Y por esto, los hombres no ven los males de ellos mismos, pero ven perfectamente los males ajenos. Alguien podría aplicar esta fábula a un hombre entrometido que, siendo ciego en sus propios asuntos, se aflige de las que no le conciernen.
6). El paso De Grecia a Roma. De la παιδεία a la humantitas. De la σοφία a la sapientia. Aulo Gelio. Noches Áticas, XIII, 17, 1-3.
Qui verba latina fecerunt quique his probe usi sunt humanitatem non id esse voluerunt quod vulgus existimat quodque a Graecis φιλανθρωπία dicitur et significat dexteritatem quandam benivolentiamque erga omnis homines promiscam, sed humanitatem appellaverunt id propemodum quod Graeci παιδείαν vocant, nos eruditionem institutionemque in bonas artes dicimus. Quas qui sinceriter percupiunt adpetuntque hi sunt vel maxime humanissimi. Huius enim scientiae cura et disciplina ex universis animantibus uni homini data est idcircoque humanitas appellata est.
Quienes inventaron la lengua latina y quienes se sirvieron de ella perfectamente, no quisieron que la humanitas fuera eso que el vulgo piensa, lo cual ha sido llamado por los griegos philantropía, y que significa una cierta bondad y una benevolencia común entre todos los hombres, no obstante llamaron humanitas aproximadamente a eso que los griegos llaman paidéia, y nosotros llamamos formación y educación en las buenas artes. Sinceramente, quienes buscan con afán las artes, estos son los más humanos, pues el afán y el conocimiento de esta ciencia han sido dados solamente al hombre de entre todos los seres animados, y por esta razón se ha llamado humanitas.
7). Sobre la morfología. Su actualidad después de dos mil años. Fuente. Dionisio de Tracia, Arte gramatical 12-13.
Λέξις ἐστὶ μέρος σημαντικὸν ἐλάχιστον τοῦ κατὰ σύνταξιν λόγου. Λόγος δέ ἐστι πεζῆς τε καὶ ἐμμέτρου λέξεως σύνθεσις διάνοιαν αὐτοτελῆ δηλοῦσα. Τοῦ δὲ λόγου μέρη ἐστὶν ὀκτώ· ὄνομα, ῥῆμα, μετοχή, ἄρθρον, ἀντωνυμία, πρόθεσις, ἐπίρρημα καὶ σύνδεσμος. ἡ γὰρ προσηγορία ὡς εἶδος τῷ ὀνόματι ὑποβέβληται. τῶν δὲ μερῶν τοῦ λόγου κλίνεται μὲν ε’, ὄνομα, ῥῆμα, μετοχή, ἄρθρον, ἀντωνυμία. ἄκλιτα δὲ γ’ πρόθεσις, ἐπίρρημα, σύνδεσμος. ὄνομά ἐστι μέρος λόγου πτωτικόν, σῶμα ἢ πρᾶγμα σημαῖνον, σῶμα μὲν οἷον λίθος, πρᾶγμα δὲ οἷον παιδεία· κοινῶς τε καὶ ἰδίως λεγόμενον, κοινῶς μὲν οἷον ἄνθρωπος, ἵππος, ἰδίως δὲ οἷον Σωκράτης, Πλάτων. Παρέπεται δὲ τῷ ὀνόματι πέντε· γένη, εἴδη, σχήματα, ἀριθμοί, πτώσεις. Γένη μὲν οὖν εἰσι τρία· ἀρσενικόν, θηλυκὸν καὶ οὐδέτερον.
Palabra es la parte significativa más pequeña de una oración desde el punto de vista de la sintaxis. Oración es un conjunto de palabras prosaicas y métricas, que expresan un pensamiento completo. Las partes de la oración son ocho: nombre, verbo, participio, artículo, pronombre, preposición, adverbio y conjunción. Ciertamente el nombre propio como especie, se subordina al nombre. De las partes de la oración, se declinan cinco: nombre, verbo, participio, artículo, pronombre. Tres son indeclinables: la preposición, el adverbio y la conjunción. El nombre es una parte declinable de la oración que significa cosa o actividad, cosa, por ejemplo, “piedra”, y actividad, por ejemplo, “educación”, y se dice propia y comúnmente: comúnmente, por ejemplo, “hombre”, “caballo”, y propiamente, por ejemplo, “Sócrates”, “Platón”. Acompañan al nombre cinco elementos: géneros, especies, formas, números y casos. Ciertamente, los géneros son tres: masculino, femenino y neutro.
8). Dos sentencias latinas de la época de oro de la literatura latina. Las virtudes contra los vicios. Fuente. Cic. Cat. 2, 11. El senado asilo y refugio. Cic. Off. 2,7, 26.
a). Aequitas, temperantia, fortitudo, prudentia, virtutes omnes certant cum iniquitate, luxuriā, ignaviā, temeritate, cum vitiīs omnibus.
La justicia, la templanza, la fortaleza, la prudencia y todas las virtudes rivalizan contra la injusticia, la lujuria, la pereza, la imprudencia y contra todos los vicios.
b). Regum, populorum, nationum portus erat et refugium senatus.
El senado era asilo y refugio de los reyes, de los pueblos y de las naciones.
c). Algunas etimologías de palabras célebres en el español culto.
1). Etimología de la palabra etimología. Su origen es adjetivo griego ἔτυμος–ον: verdadero, efectivo, cierto, auténtico, sincero. Y el sustantivo griego λόγος–οῦ–ὁ: palabra, pensamiento, estudio, reflexión, discurso, conferencia, disertación, libro, tratado. Aunque hoy es una ciencia independiente, en otro tiempo era la parte esencial de la filología e instrumento insustituible para la lingüística; analiza los elementos que componen una palabra, comprende las raíces que la forman en su lengua y escritura original y con el significado que en ella tienen; igualmente explica la evolución o transformación que el pueblo al usarla le va dando en su forma, su sonido y su significado. Más detalles véase Filología. Apuntes de etimología, Alonso Torres Lemus. Editorial Porrúa. México, 1976, pp. 13-34.
2). Suele hablarse en el lenguaje universitario de la palabra auge. He aquí su etimología, cuyo origen es latino. Viene del verbo Augeo-auges-augere-auxi-auctum: crecer, aumentar, enriquecer. Del infinitivo augere se extrae la palabra auge, del perfecto auxi la palabra auxilio y del supino auctum las palabras autor y autoridad. Puede verse su paralelo con el verbo griego αὐξάνω–αὐξήσω–ηὔξησα–ηὔξηκα–ηὐξήθην: aumentar, agrandar, crecer).
3). Hoy en día se utiliza la palabra machismo como antónimo de la palabra feminismo. He aquí una opción más culta y más justa al respecto. La palabra andrismo es el neologismo que más concuerda con el lenguaje culto de las lenguas clásicas viene del sustantivo griego ἀνήρ–ἀνδρός-ὁ: hombre, varón, señor, esposo, marido. Así como la palabra Feminismo, que corresponde a la palabra más culta de los nombres latinos que se usan para decir mujer.
4). La palabra homomonio en lugar de matrimonio, cuando se quiere hablar de la unidad de varón con varón y de mujer con mujer desde el punto de vista jurídico. Esta palabra viene de ὅμοιος-α-ον: igual, parecido, semejante; de allí se compone el sufijo homo, y el sustantivo latino: munus-muneris (n): función, deber, cargo, oficio.
5). Etimología de la palabra prólogo. Un prólogo es un escrito breve o mediamente largo, hecho por el mismo autor del libro o por otro autor, antepuesto a una obra literaria, de allí su etimología de la palabra griega πρόλογος, el cual a su vez se compone del adverbio o la preposición griega: πρό “antes de” y el sustantivo común λόγος, cuyos significados son: “palabra, pensamiento, disertación, escrito, libro”. Conviene estudiar esta etimología, porque a través del prólogo de un buen autor se está conociendo una obra digna de mención que vale la pena ser leída y ser incluida dentro de la bibliografía de los estudios de filosofía, historia, ciencias humanas, ciencias sociales, y la misma historiografía. Por ejemplo, el Prólogo de Ángel María Garibay Kintana a La filosofía Náhuatl estudiada en sus fuentes de Miguel León Portilla, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1966, Primera edición, 1956. .410 pp.
6). Simposio. Su origen es el verbo griego πίνω–πινῶ (πίομαι)-ἔπιον–πέπωκα: beber, sorber, absorber. De este verbo se componen las palabras: propinar, propina, y especialmente la palabra simposio; συμπόσιον–ου–τὸ: simposio, banquete, festín. Palabra compuesta de la preposición σύν: con (de modo y compañía) y el verbo πίνω: beber en conjunto, beber en compañía. El doctor Jesús Manuel Araiza Martínez al hacer una explicación de la palabra simposio, comenta: “la palabra convite [La palabra convite viene del latín medieval convitare, que significa «convidar»]. En cambio, el término “banquete” procede del francés banquet, y este lo toma del italiano banchetto, diminutivo de banco, ‘banco pequeño’; en su origen se refería a una comida o comilona, donde la gente se sentaba en bancos (sin respaldo) puestos alrededor de una mesa, en lugar de sillas individuales. [=festín, comilona] (donde naturalmente no puede faltar el vino tinto)”. (Entrevista con el doctor Jesús Manuel Araiza Martínez. 14 de noviembre de 2024).
Originalmente comenzó siendo un festín o banquete entre los grandes señores grecorromanos, donde se disfrutaba la bebida y la comida. Suele llamarse Simposio a uno de los escritos principales de Platón, del año 384 a. C. El diálogo tuvo lugar en un banquete celebrado en Atenas en casa del poeta trágico Agatón, quien estaba celebrando su primera victoria en las competiciones de tragedias de las Leneas del 416 a. C. El diálogo es narrado por un amigo de Sócrates, Apolodoro de Falero, que no está presente (era demasiado joven), pero obtuvo el relato de un testigo ocular y admirador de Sócrates, Aristodemo. Cada uno de los invitados pronuncia un discurso en honor al amor, Fedro desde un punto de vista mítico, Pausanias desde el de un sofista, Agatón el de un trágico, y así sucesivamente. Aristófanes lleva el diálogo hacia la comedia. Cada discurso es una hábil parodia de Platón del estilo del orador en cuestión. Sócrates lleva la discusión a un plano más elevado, pues ha escuchado de Diotima, la sacerdotisa de Mantinea, que el amor puede tener un aspecto más noble.
7). Escuela. Vale la pena hacer un estudio de la etimología de esta palabra. Su origen es grecolatino. Del verbo griego λύω–λύσω-ἔλυσα (ἐλύμην aoristo segundo medio)-λέλυκα: liberar, desatar, deshacer, destruir, divertirse. Este verbo está emparentado con el verbo latino Ludo-ludis-ludere-lusi-lusum: jugar, cantar, tocar, divertirse, estudiar, ejercitar, pasar el tiempo. De allí se compone el sustantivo Ludus-i (m): escuela, juego, tiempo libre. A propósito de término ludus, conviene presentar una historia sinóptica sobre la escuela. En Grecia había escuelas en cada ciudad, las principales estaban en Atenas. Según el criterio de los atenienses en tiempos de Sócrates y de Pericles tres propositos debía tener todo ateniense: la prosperidad de su hogar, la castidad de su hija y la educación de su hijo. La escolarización comenzaba con un profesor llamado grammatístes, quien enseñaba a los niños matemáticas básicas, lo que probablemente significaba poco más que aprender a contar con un ábaco, con los dedos o con guijarros. El grammatístes también enseñaba a leer y, sobre todo, a escribir, así como a recitar de memoria pasajes de los poemas épicos de la Ilíada y de la Odisea. La importancia cultural de estas dos obras maestras de Homero, llenas de historias apasionantes y de héroes modélicos, también quedaba reflejada en las lecciones de un segundo curso, cuyo profesor era el kitharístes, o tocador de la lira. Este maestro enseñaba a los niños a cantar y a tocar música haciendo uso de la poesía de Homero, que se cantaba acompañada de la lira. Se creía, que entrenando la mente a través de la literatura y la música, el alma del joven sufría una mejora y este se convertía en un recto ciudadano. De la educación física se encargaba un tercer profesor, el paidotríbes, quien desarrollaba cuerpos fuertes y saludables. Al final de la educación formal, las tres disciplinas habían logrado transformar al joven en un kaloskagathós, literalmente, un hombre bello y bueno, el tipo de caballero del que Atenas podía enorgullecerse. La escuela era privada, no obligatoria y habría que pagar al maestro. La educación básica la componían el grammatístes, el kitharístes y el paidotríbes como se dijo arriba. El padre de familia tenía un pedagogo, cuya función era acompañar al muchacho a la escuela, generalmente era un esclavo, quien debía ayudar al muchacho en las tareas y en la memorización, a veces iba a la escuela para prepararse. Las demás escuelas eran de nivel superior. Había escuelas de leyes, medicina, retórica, filosofía, generalmente alrededor de un gran maestro. La educación era generalmente para varones. En las únicas lecciones que podía participar una chica era en danza y en música. La educación de una chica a menudo se limitaba al aprendizaje de las tareas domésticas, y así ésta, podría ver poco, escuchar poco y preguntar lo menos posible. La escuela de Grecia pasó a Roma con algunas modificaciones. Ludus es el nombre que se le asignó a la escuela de Roma al final de la República y los cinco siglos del Imperio. En ella se estudiaban las artes liberales, la milicia, la filosofía y la retórica. El modelo de la escuela estaba tomado de Grecia, concretamente de Atenas. Los cursos se organizaban de la siguiente manera: el primer grado de enseñanza era el ludus litterarius, el cual estaba a cargo del litterator, tenía como meta enseñar a leer, a escribir y a contar. El segundo grado era el ludus grammaticus, que estaba a cargo del grammaticus; los alumnos de esta escuela aprendían gramática, naturalmente, pero también leían a los poetas, con todas las explicaciones necesarias (históricas, geográficas, científicas, etc), aprendían sus obras de memoria, las recitaban con la pronunciación correcta y, con ello aprendían a leer con claridad. El tercer grado era el de la enseñanza de la retórica, llamado ludus rhetor, donde los alumnos aprendían a elaborar discursos persuasivos con su maestro el retórico. La escuela grecorromana fue la base fundamental de la inspiración de la escuela medieval, la schola, de ahí se tomó la idea del gran programa de las escuelas, el trívium y el quadrivium, la lengua oficial de la escuela y sobre todo, el ideario que era la formación religiosa, humana, académica y servicio a la patria