Siria enfrenta una nueva era tras la caída de Al-Assad: ONU destaca desafíos y oportunidades
Por Luis Moreno
En una sesión histórica del Consejo de Seguridad, el enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, informó que el país enfrenta una «realidad completamente nueva» tras la rápida caída de Bashar al-Assad, cuyo régimen familiar gobernó por más de medio siglo. Desde Damasco, Pedersen señaló que los recientes acontecimientos generan esperanza, temor y la certeza de una oportunidad única para que los sirios construyan el futuro que merecen.
Oportunidad histórica y grandes desafíos
Pedersen destacó que Siria podría avanzar hacia la paz, estabilidad económica, justicia e inclusión, pero advirtió que la situación podría deteriorarse si no se maneja con prudencia, tanto a nivel local como internacional. Señaló tres desafíos clave:
- Persistencia del conflicto: A pesar del cambio político, la violencia persiste, especialmente en el noreste del país, donde continúan las hostilidades y el desplazamiento de civiles. Pedersen reiteró la necesidad de un alto el fuego nacional.
- Crisis económica y humanitaria: Con infraestructura devastada y el 90% de la población en la pobreza, el país necesita un apoyo que trascienda la asistencia humanitaria, incluyendo reconstrucción y levantamiento de sanciones.
- Transición política inclusiva: La comunidad internacional debe garantizar que la transición sea liderada por los sirios, incluyendo a todos los sectores sociales y, especialmente, a las mujeres.
Durante su estancia, Pedersen visitó la prisión de Sednaya, al norte de Damasco, donde destacó la necesidad de justicia transicional y rendición de cuentas para sanar las heridas del país.
Crisis humanitaria extrema
Tom Fletcher, coordinador de la ONU para Ayuda de Emergencia, advirtió sobre la magnitud de la crisis: más del 70% de los sirios —17 millones de personas— necesitan asistencia vital. Además, 13 millones enfrentan hambre y más de 7 millones permanecen desplazados. Fletcher instó a la comunidad internacional a proporcionar fondos urgentes, lamentando que la respuesta humanitaria en Siria sea una de las menos financiadas.
El coordinador destacó la promesa del gobierno provisional de facilitar la entrada de ayuda humanitaria desde países vecinos, como Turquía, Jordania, Líbano e Iraq, y celebró la voluntad de colaboración para mantener servicios esenciales como salud y educación.
«Es un momento de esperanza y peligro. No podemos fallar al pueblo sirio», concluyó Fletcher.
Regreso de refugiados y llamado al apoyo internacional
ACNUR anticipó que más de un millón de refugiados podrían regresar a Siria en los próximos seis meses tras el colapso del régimen, aunque advirtió que aún es pronto para garantizar condiciones de seguridad plenas.
En un llamado final, António Guterres, Secretario General de la ONU, subrayó la necesidad de acompañar al pueblo sirio en este momento crucial, instando a la comunidad internacional a brindar apoyo financiero flexible, poner fin a las sanciones que obstaculizan la ayuda y respaldar la reconstrucción del país.