Senado de EE.UU. aprueba polémico plan fiscal de Trump con el voto de desempate del vicepresidente JD Vance
Por Luis Moreno
En una votación histórica y cargada de tensión, el Senado de Estados Unidos aprobó este martes el ambicioso y controvertido plan fiscal del presidente Donald Trump, conocido como la One Big Beautiful Bill (BBB), gracias al voto de desempate del vicepresidente JD Vance, que inclinó la balanza tras un empate 50-50.
El proyecto de ley, que representa la piedra angular de la agenda económica de Trump en su segundo mandato, regresa ahora a la Cámara de Representantes para una revisión final, luego de que el Senado introdujera modificaciones sensibles en temas como Medicaid y los impuestos a las remesas. El mandatario presiona para que el texto esté en su escritorio antes del 4 de julio, Día de la Independencia.
Una victoria ajustada
El paquete fue aprobado tras una maratónica sesión legislativa de cuatro días, marcada por maniobras dilatorias, lecturas en voz alta de las más de 900 páginas del texto, y un inédito ambiente de tensión interna entre los propios republicanos. Tres senadores de ese partido —Thom Tillis (Carolina del Norte), Susan Collins (Maine) y Rand Paul (Kentucky)— votaron en contra, criticando los recortes masivos a programas sociales como Medicaid y SNAP (cupones de alimentos).
“El enfoque del Senado rompe promesas y dejará sin cobertura médica a millones”, denunció Tillis, quien además anunció que no buscará la reelección en 2026, en un claro desacuerdo con la línea oficialista del Partido Republicano.
Una ley con profundas implicaciones
La BBB contempla la reducción de impuestos para empresas y sectores productivos, elimina tasas sobre propinas, y destina cientos de miles de millones a iniciativas de defensa y a un agresivo plan de deportación masiva. Para compensar parte del gasto, la ley prevé recortes de más de 900 mil millones de dólares a Medicaid y otros programas de asistencia.
Sin embargo, la Oficina de Presupuesto del Congreso ha advertido que, incluso con esos ajustes, el plan añadirá al menos 3.3 billones de dólares al déficit nacional durante la próxima década.
Resistencia en la Cámara Baja
Pese a haber sido aprobado por la Cámara de Representantes en mayo por un solo voto (215-214), el regreso del plan a esta instancia legislativa abre un nuevo capítulo de incertidumbre. Las modificaciones introducidas por el Senado —incluida la creación de un fondo de 25 mil millones de dólares para hospitales rurales y la eliminación de subsidios a energías renovables— podrían alejar el apoyo de sectores más conservadores, que ya amenazan con bloquear la iniciativa.
Mike Johnson, presidente de la Cámara, pidió celeridad a sus colegas, aunque reconoció que el nuevo texto “no es idéntico al que ya se votó”.
Musk, Trump y las amenazas cruzadas
El drama legislativo también alcanzó el plano mediático con la intervención de Elon Musk, quien criticó duramente el plan fiscal a través de X (antes Twitter), calificándolo de “completamente loco” y amenazando con financiar a candidatos que se opongan a los republicanos que votaron a favor.
Trump respondió desde su red social Truth Social con amenazas de auditar las empresas de Musk a través del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), dirigido por el propio empresario. “El monstruo de DOGE puede volverse contra Elon y comérselo”, advirtió el mandatario.