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Proyecto de la UNAM demuestra beneficios de la ganadería sostenible en Los Tuxtlas, Veracruz

Por Luis Moreno

Un proyecto liderado por el Instituto de Ecología (IE) de la UNAM muestra resultados positivos en la transición hacia una ganadería sostenible en la región de Los Tuxtlas, Veracruz, mediante la implementación de sistemas silvopastoriles intensivos que mejoran la productividad, restauran el medio ambiente y fortalecen a las comunidades locales.

Coordinado por la investigadora Karina Boege Paré, el equipo transdisciplinario intervino 25 hectáreas con estos sistemas y restauró 19 hectáreas adicionales que se liberaron de la ganadería convencional. El objetivo central fue regenerar suelos degradados, proteger fuentes de agua y aumentar la calidad del forraje, todo ello sin reducir el número de animales, sino aumentando la eficiencia productiva.

Más allá de la productividad: bienestar animal y recuperación ambiental

Los sistemas silvopastoriles consisten en integrar árboles y arbustos a los potreros, con estructuras como cercos vivos, árboles dispersos que brindan sombra, callejones de forraje y arbustos nativos ricos en proteína. Este modelo favorece el bienestar animal, reduce la deshidratación del ganado y aumenta la producción de carne y leche, señaló Boege Paré.

Además, las condiciones generadas por el arbolado mejoran la fertilidad del suelo, disminuyen la necesidad de insumos externos como fertilizantes y herbicidas, y promueven la recuperación natural de las fuentes de agua.

Ciencia con impacto local

La estrategia se apoyó en la colaboración con productores ganaderos, asociaciones civiles, autoridades de los tres niveles de gobierno y diversos sectores académicos. Se consolidó así una Red de Ganadería Sostenible, basada en la confianza y el trabajo conjunto.

Se establecieron cuatro ranchos demostrativos para compartir conocimientos y experiencias entre productores. A la par, se realizaron análisis científicos sobre la calidad del forraje, emisiones de gases de efecto invernadero y biodiversidad local, particularmente de escarabajos estercoleros, aves, mariposas y polillas, especies clave en la regeneración de los ecosistemas.

Toda la información generada fue compartida en tiempo real con las y los productores, haciendo evidente el impacto ambiental y económico de adoptar prácticas sostenibles.

Ciencia al servicio del bienestar social y ambiental

“Este proyecto es un ejemplo de cómo el trabajo científico, cuando se construye de forma participativa y con visión transdisciplinaria, puede contribuir de manera directa a resolver problemas socioambientales del país”, subrayó Karina Boege.

El equipo involucrado incluyó biólogas, veterinarias, geólogas, ecólogas, antropólogas y otros especialistas, lo que permitió abordar de manera integral las múltiples dimensiones del reto ganadero en una región de alta biodiversidad y valor ecológico como Los Tuxtlas.

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