Ciencia y Tecnología

Premio Nobel de Química 2025: una revolución molecular para el siglo XXI

Por Luis Moreno

La Real Academia de las Ciencias de Suecia otorgó el Premio Nobel de Química 2025 a los científicos Susumu Kitagawa (Japón), Richard Robson (Reino Unido) y Omar M. Yaghi (Jordania-EE.UU.) por el desarrollo de las estructuras metalorgánicas (MOF, por sus siglas en inglés), un nuevo tipo de arquitectura molecular que ha transformado la química de materiales y abierto horizontes en campos como la energía, el medio ambiente y la salud.

Las MOF son construcciones híbridas formadas por iones metálicos enlazados con moléculas orgánicas. Su rasgo más distintivo es la existencia de cavidades internas capaces de capturar, almacenar o liberar diferentes sustancias, desde agua hasta gases de efecto invernadero.
“Las estructuras que crearon permiten que las moléculas fluyan hacia adentro y hacia afuera como si se tratara de una esponja a escala atómica”, destacó el Comité Nobel en su comunicado oficial.

De la curiosidad a la revolución química

Todo comenzó en 1974, cuando Richard Robson, profesor de la Universidad de Melbourne, decidió experimentar con modelos atómicos en clase. Inspirado en la estructura del diamante, Robson reemplazó los átomos de carbono por iones de cobre y moléculas con cuatro brazos de nitrilo. El resultado fue sorprendente: una estructura cristalina regular y porosa, con amplias cavidades internas.
Aquel hallazgo, publicado en 1989, sentó las bases para una nueva forma de construir materiales.

Décadas más tarde, Susumu Kitagawa, de la Universidad de Kioto, llevó el concepto más allá. En 1997 desarrolló estructuras tridimensionales de iones metálicos (como cobalto o zinc) unidas por moléculas orgánicas, capaces de absorber y liberar gases como metano y oxígeno sin deformarse. Su contribución fue clave para demostrar la estabilidad y flexibilidad de estos materiales.

En paralelo, Omar Yaghi, profesor de la Universidad de California, Berkeley, acuñó el término metal-organic frameworks y perfeccionó su diseño racional. En 1999 presentó el MOF-5, un material con una superficie interna equivalente al tamaño de un campo de fútbol en apenas unos gramos. Su alta capacidad de almacenamiento lo convirtió en un referente científico y tecnológico.

Aplicaciones que cambian el futuro

Gracias a las investigaciones de los tres galardonados, se han sintetizado decenas de miles de MOF con propiedades específicas. Hoy se utilizan en la captura de dióxido de carbono, la purificación de agua, la obtención de agua del aire del desierto, el almacenamiento de hidrógeno y en tratamientos médicos de liberación controlada de fármacos.

El químico Fernando Gomollón Bel explicó a Science Media Centre España que las MOF “funcionan como esponjas inteligentes: poseen canales y superficies internas enormes, donde pueden realizarse múltiples reacciones químicas y diseñarse materiales a la carta”.

“El material del siglo XXI”

El presidente del Comité Nobel de Química, Heiner Linke, destacó que los premiados “han creado nuevas reglas para la química” y han brindado a los científicos herramientas inéditas para enfrentar desafíos globales.
“Algunos investigadores creen que las estructuras metalorgánicas tienen un potencial tan enorme que serán el material del siglo XXI”, concluyó el Comité.

Con este reconocimiento, Kitagawa, Robson y Yaghi se unen a la lista de visionarios que han redefinido la ciencia moderna. Lo que empezó como un experimento de laboratorio, terminó convirtiéndose en una revolución molecular que podría cambiar el modo en que respiramos, bebemos y vivimos.

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