OpenAI enfrenta polémica sobre el entrenamiento de Sora, su nueva IA.
OpenAI, la empresa pionera en el desarrollo de herramientas de inteligencia artificial, se encuentra en el centro de un debate sobre las prácticas utilizadas para entrenar su más reciente innovación, Sora, una inteligencia artificial capaz de generar vídeos a partir de textos. A pesar de que Sora aún no ha sido lanzada al público, circulan rumores que sugieren que YouTube, la plataforma de vídeos más grande del mundo, fue utilizada para entrenar a esta avanzada IA.
Neal Mohan, CEO de YouTube, ha lanzado una advertencia directa a Sam Altman, CEO de OpenAI, sobre la posible violación de las políticas de la plataforma. Mohan expresó su preocupación, señalando que el uso de vídeos de YouTube para entrenar modelos de inteligencia artificial constituiría una infracción a los términos de servicio de YouTube. Esta declaración surge en un contexto donde OpenAI no ha proporcionado detalles específicos sobre los datos utilizados para el entrenamiento de Sora.
La controversia se intensificó después de una entrevista concedida por Mira Murati, CTO de OpenAI, al The Wall Street Journal, donde su respuesta ambigua a la pregunta de si YouTube fue utilizado para entrenar a Sora añadió más incertidumbre. Por su parte, Sam Altman ha mantenido que OpenAI utiliza para el entrenamiento de sus modelos datos públicamente disponibles y contenidos licenciados, sin entrar en detalles específicos.
El debate toma relevancia en el marco de la colaboración entre OpenAI y Microsoft para crear el superordenador ‘Stargate’, destinado a impulsar el desarrollo de la inteligencia artificial. Esta alianza subraya la importancia de las prácticas éticas y legales en el entrenamiento de modelos de IA, especialmente cuando involucra contenido protegido por derechos de autor.
El escenario actual plantea interrogantes sobre los límites del uso de contenido digital para el desarrollo de tecnologías emergentes y la necesidad de una mayor transparencia en las prácticas de entrenamiento de IA. Con la atención puesta en OpenAI, la comunidad tecnológica espera clarificaciones que disipen las dudas y aseguren el cumplimiento de las normativas de propiedad intelectual.