Nissan suspende exportación de modelos Infiniti desde México y mantiene producción en EE. UU. ante nuevos aranceles
Por Luis Moreno
El fabricante japonés Nissan anunció que suspenderá los nuevos pedidos en Estados Unidos de sus modelos Infiniti QX50 y QX55, ensamblados en la planta mexicana COMPAS en Aguascalientes, debido a la entrada en vigor de nuevos aranceles automotrices impulsados por el presidente estadounidense Donald Trump. Al mismo tiempo, la compañía decidió revertir un plan previo de recorte de producción en su planta de Smyrna, Tennessee.
A inicios de año, Nissan había informado que eliminaría uno de los turnos en su planta de Smyrna como parte de su reestructuración global. Sin embargo, con la entrada en vigor de los aranceles del 25% para vehículos importados, la empresa optó por mantener ambos turnos en operación para la producción del modelo Rogue, buscando garantizar un volumen de manufactura “más localizado y libre de los nuevos gravámenes”.
“Más de la mitad de nuestro volumen de ventas en Estados Unidos proviene de nuestras plantas en Tennessee y Mississippi. Mantendremos la producción del Rogue en Smyrna con dos turnos”, declaró una portavoz de la firma a la agencia EFE.
Respecto a los modelos Infiniti QX50 y QX55, Nissan aseguró que si bien se suspenderán nuevos pedidos desde México hacia Estados Unidos, la producción continuará para otros mercados. Además, la compañía indicó que actualmente posee suficiente inventario en concesionarios estadounidenses, por lo que los modelos disponibles no se verán afectados de inmediato.
La medida forma parte de una estrategia más amplia de reestructuración tras los impactos financieros sufridos en los últimos años. En noviembre de 2024, Nissan reportó una caída del 94% en sus ingresos netos durante el primer semestre del año fiscal, lo que motivó el recorte de 9,000 empleos y una reducción del 20% en su capacidad productiva global.
La presión sobre la automotriz se intensificó con la disolución de su histórica alianza con Honda en febrero, lo que dejó sin efecto la creación de uno de los conglomerados más grandes de la industria automotriz mundial. Posteriormente, el cambio en la dirección general colocó al mexicano Iván Espinosa al frente de Nissan, con el reto de reposicionar a la empresa en un escenario global cada vez más complejo.
Mientras tanto, las acciones de Nissan cayeron un 5.1% en la Bolsa de Tokio este viernes, acumulando una pérdida del 8.5% en dos días, reflejo del nerviosismo de los inversores ante la nueva política comercial estadounidense y sus efectos en la cadena de suministro global.
La compañía aseguró que continuará evaluando sus operaciones y cadena de suministro “para identificar soluciones óptimas de eficiencia y sostenibilidad” frente al nuevo panorama arancelario.