México envía nota diplomática a EE.UU. por críticas a reforma judicial de AMLO
Por Luis Moreno
El presidente Andrés Manuel López Obrador informó que ha enviado una nota diplomática a su homólogo estadounidense, Joe Biden, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE). Esta acción responde a las declaraciones del embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, quien criticó la reforma al Poder Judicial impulsada por el mandatario mexicano, sugiriendo que su aprobación podría afectar la relación comercial entre ambas naciones.
En su conferencia matutina, López Obrador calificó las críticas del embajador como «desafortunadas e imprudentes», y las enmarcó como parte de una «política injerencista» que Estados Unidos ha aplicado en toda América desde hace décadas. «Es parte de los contrastes que se dan en la relación entre el gobierno de Estados Unidos y el gobierno nuestro», subrayó el presidente, quien también destacó que su administración ha mantenido una buena relación con EE.UU., incluso durante el gobierno de Donald Trump. Sin embargo, acusó que «últimamente han habido actos de falta de respeto a nuestra soberanía», haciendo referencia directa a las declaraciones de Salazar.
El mandatario aseguró que la reforma judicial busca fortalecer el Estado de Derecho en México y mejorar el acceso a la justicia para todos los ciudadanos. En la nota diplomática enviada a la Embajada de Estados Unidos en México, el gobierno mexicano expresó su «profundo extrañamiento» por las declaraciones del embajador, las cuales consideró una «inaceptable injerencia» en asuntos internos del país.
El presidente López Obrador aprovechó para recordar la Doctrina Monroe, utilizada históricamente por Estados Unidos para justificar su intervención en los asuntos de América Latina, y reafirmó que su gobierno no aceptará que «ningún representante de gobiernos extranjeros intervengan en asuntos que solo nos corresponde resolver a los mexicanos».
La nota diplomática concluye con un llamado al respeto mutuo entre ambos países y con la esperanza de que situaciones similares no se repitan en el futuro. La respuesta del presidente mexicano marca un momento de tensión en la relación bilateral, especialmente en un contexto donde temas comerciales y de seguridad entre ambos países son fundamentales.
Por su parte, el embajador Ken Salazar ha argumentado que la reforma podría facilitar la influencia del crimen organizado en el sistema judicial mexicano, lo que representaría un riesgo para la democracia y las relaciones comerciales bilaterales. Ante esto, el gobierno mexicano ha reiterado que la reforma judicial es un asunto estrictamente interno, y ha instado a respetar la soberanía nacional.
Esta controversia llega en un momento delicado, en el que el Congreso mexicano se prepara para discutir y posiblemente aprobar la reforma, lo que ha generado tensiones tanto dentro como fuera del país. La presidenta electa, Claudia Sheinbaum, ha respaldado la postura del presidente, mientras que la oposición ha utilizado las críticas del embajador estadounidense para cuestionar la viabilidad de la reforma.