Opinión

Menores expectativas de crecimiento del PIB para 2024 y 2025.

El inicio del nuevo sexenio se complica en materia económica.

Por Ricardo Caballero de la Rosa

La economía del país ha seguido registrando una tendencia a la baja en el crecimiento. Aunque existen condiciones de estabilidad macroeconómica y el dinamismo económico de Estados Unidos alienta las expectativas nacionales, asociado a una robusta industria manufacturera como factores esenciales, lo cierto es que hay signos de alerta.

El Banco Mundial recortó sus expectativas de crecimiento para México para este año y para el próximo, al incorporar el impacto que han tenido en las inversiones productivas las tasas altas y la fortaleza del peso mexicano. La oficina para América Latina del Banco Mundial redujo su pronóstico de crecimiento para México a 1.5% en 2025, desde el 2.1% estimado en abril pasado. Para el año 2026, el Banco apenas mejoró su expectativa a 1.6%, por abajo del 2.0% previsto anteriormente.

Así, tras crecer en 3.2% en 2023, para este 2024 el PIB de México estaría creciendo 1.7%, de acuerdo con los datos actualizados de la estimación más reciente, cifra que resulta inferior al 2.3% fijado hace seis meses.

Otras instituciones y organismos internacionales como el BBVA se sumaron a la baja en sus estimaciones del crecimiento y para 2024, el área de estudios económicos del BBVA redujo su proyección desde 2.5% previo a 1.2%, debido principalmente a la prolongada debilidad de la demanda interna, que se espera continúe.

Para el 2025, BBVA México también disminuyó su expectativa, al pasarla de 2.4% a 1.0%, pero de acuerdo con la entidad financiera, ese año podría ser menor si no se mitiga la incertidumbre que ha generado la reforma judicial.

La economía se desacelera, de manera particular debido a la debilidad de la demanda interna, pero también la externa. De acuerdo con datos del INEGI, la economía creció 1.4% año contra año en el primer semestre del 2024, lo que implicó 2.2 puntos porcentuales por debajo del crecimiento registrado en la primera mitad del 2023. Se espera que en los siguientes meses, habrá mayor incertidumbre para la inversión y un lento crecimiento de la demanda externa.

En cuanto al consumo, este muestra su mayor caída desde el inicio de la pandemia (0.4% en el segundo trimestre del 2024), ello ante la pérdida del dinamismo de la masa salarial real, por menor creación de empleo en el sector industrial. Además, la inversión modera su crecimiento ante la caída del gasto público, tras registrar crecimientos superiores a 4% en el periodo comprendido entre el cuarto trimestre del 2022 y el tercero del 2023.

Mi correo ricardocaballerodelarosa@gmail.com

Deja una respuesta