Más de 60 mil fieles dan el último adiós al papa Francisco en la Basílica de San Pedro
Por Luis Moreno
A dos días del fallecimiento del papa Francisco, más de 61 mil personas han acudido a la Basílica de San Pedro para rendir homenaje al pontífice argentino, cuyo cuerpo se encuentra expuesto desde el miércoles por la mañana. El velatorio ha sido ampliado durante la madrugada debido a la masiva afluencia de fieles.
La oficina de prensa del Vaticano informó que tan solo entre la medianoche y las 5:30 de este jueves, unas 13 mil personas pasaron frente al féretro, el cual ha sido dispuesto según los deseos del Santo Padre: sobre una plataforma a ras del suelo frente al altar de la Confesión, sin catafalco, en un gesto de humildad coherente con su legado.
A lo largo del día, miles más formaron largas filas que se extendieron hasta las inmediaciones del Vaticano, bajo un fuerte operativo de seguridad coordinado por la Policía y la Protección Civil. A pesar de que el cierre estaba previsto para la medianoche del miércoles, la Basílica permaneció abierta durante toda la madrugada para permitir el ingreso de los fieles que aguardaban hasta tres horas para despedirse del pontífice.
El féretro permanecerá expuesto hasta la tarde del viernes. Ese día, a las 19:00 horas locales, se realizará la ceremonia de clausura del ataúd, previo al funeral que tendrá lugar el sábado por la mañana, al que asistirán autoridades de todo el mundo, incluyendo al expresidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Tras las exequias, el cuerpo del papa Francisco será trasladado en cortejo hasta la Basílica de Santa María La Mayor, lugar que eligió como su última morada. Su sepultura, revelada hoy por la Santa Sede, será sobria, en el suelo, junto al altar de San Francisco y la Capilla Paolina, que alberga a la Virgen «Salus Populi Romani», de gran devoción para él.
El sepulcro llevará únicamente la inscripción “Franciscus”, grabada en una losa, y en la pared una representación en plata de su cruz pectoral con la imagen del Buen Pastor. Según informó el Vaticano, el sepulcro fue financiado por un benefactor anónimo, respetando así el deseo del papa de no emplear recursos públicos para este fin.
La tumba estará abierta al público a partir del domingo 27 de abril, permitiendo a los fieles continuar con el homenaje a quien fuera el primer papa latinoamericano y símbolo de una Iglesia cercana a los pobres y comprometida con la justicia social.