Internacional

Mark Carney asume el liderazgo del Partido Liberal de Canadá y se prepara para enfrentar la guerra comercial con Estados Unidos

Por Luis Moreno

Mark Carney, un veterano en la gestión de crisis económicas internacionales, fue elegido como el nuevo líder del Partido Liberal de Canadá, y se prepara para asumir el cargo de primer ministro tras la renuncia de Justin Trudeau. A pesar de carecer de experiencia política directa, Carney ha demostrado ser un estratega hábil en el ámbito financiero y económico, cualidades que lo han catapultado al puesto en un momento crítico para el país.

Con 59 años, Carney, quien ha sido gobernador de dos bancos centrales de países del G7 —el Banco de Canadá y el Banco de Inglaterra—, ha tomado una postura firme en sus primeros pronunciamientos, especialmente en relación a la creciente tensión comercial con Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump. “Enfrentarse a un matón” fue una de sus declaraciones más contundentes, refiriéndose a la política arancelaria del presidente estadounidense, y reiteró que Canadá nunca formará parte de los Estados Unidos.

El futuro primer ministro se destacó en su discurso al afirmar que Canadá no permitirá que sus recursos, tierras y agua sean objeto de apropiación por parte de su vecino del sur. Además, señaló que, aunque la relación comercial con Estados Unidos es fundamental, no cederán a las presiones de Trump.

Carney no es un político tradicional. No ha sido legislador ni ha ocupado cargos gubernamentales dentro de Canadá, lo que hace su llegada al cargo aún más sorprendente. Sin embargo, su impresionante trayectoria en la gestión económica y su experiencia en el liderazgo durante las crisis globales lo han hecho destacar. Como gobernador del Banco de Inglaterra, Carney implementó reformas clave y gestionó con éxito la respuesta económica a los efectos del Brexit y la crisis financiera.

A pesar de las críticas que sus rivales políticos han lanzado sobre su pasado en el sector financiero, como el caso del traslado de la sede de Brookfield Asset Management de Toronto a Nueva York, Carney sigue adelante con su agenda política. Ha asegurado que cumplirá con todas las normativas éticas cuando asuma el cargo.

En cuanto a su ascenso al liderazgo del Partido Liberal, Carney obtuvo una victoria aplastante con el 85.9% de los votos, superando a la exministra de Finanzas Chrystia Freeland, quien ocupó el segundo lugar con el 8% de los votos. Este resultado refleja la confianza del partido en sus habilidades de gestión ante los retos internacionales, especialmente en el ámbito comercial con Estados Unidos.

El relevo en la dirección del gobierno canadiense no ha pasado desapercibido en la arena internacional. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, felicitó a Carney en su conferencia mañanera, destacando la importancia de una relación de respeto y colaboración entre los tres países del Tratado Comercial de México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

Carney deberá ahora enfrentar una serie de desafíos internos y externos, con la guerra comercial con Estados Unidos como uno de los problemas más urgentes. En las próximas elecciones federales, previstas para octubre, la nación observará de cerca cómo un líder con poca experiencia política pero vasto conocimiento económico liderará a Canadá en tiempos de incertidumbre global.

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