La Voyager 1 regresa a la acción tras superar un fallo en su sistema de comunicaciones
Por Luis Moreno
La emblemática nave espacial Voyager 1, lanzada por la NASA en 1977, ha vuelto a operar con normalidad tras un mes de problemas en sus comunicaciones. La sonda, que se encuentra a unos 24.000 millones de kilómetros de la Tierra, había apagado inesperadamente su transmisor principal de radio en octubre, obligando al equipo de misión a activar una unidad de reserva que no se usaba desde 1981.
Según informó la NASA, el transmisor principal, de banda X, fue reactivado este mes, permitiendo a la Voyager 1 reanudar la transmisión de valiosos datos científicos recopilados por sus cuatro instrumentos operativos. Este logro marca un hito en la operación de una nave que, tras 47 años de vuelo, continúa brindando información clave sobre el espacio interestelar.
Un fallo inesperado
El problema comenzó cuando el sistema de protección de fallos de la sonda, diseñado para gestionar la energía en situaciones críticas, apagó el transmisor principal al detectar niveles de energía limitados. La Voyager 1, que obtiene su energía del calor generado por la descomposición del plutonio, pierde alrededor de 4 vatios cada año, lo que obliga a apagar sistemas no esenciales para conservar recursos.
Al no poder usar el transmisor principal, la sonda activó uno de banda S, de menor potencia, dificultando las comunicaciones con el equipo en Tierra. Esto llevó a los ingenieros a trabajar intensamente para restaurar la configuración original, lo que finalmente lograron a principios de noviembre.
Desafíos en la exploración intergaláctica
Operar una nave espacial a una distancia tan extrema implica constantes retos técnicos. Este año, los ingenieros de la NASA también enfrentaron problemas con propulsores atascados y ajustes de energía que obligaron a apagar un instrumento científico en la Voyager 2, la sonda gemela de la Voyager 1.
A pesar de las limitaciones, la Voyager 1 sigue siendo un ejemplo de resistencia tecnológica. Ha superado con creces su vida útil original y continúa enviando datos desde el espacio interestelar, un territorio que exploró por primera vez en 2012. Entre sus logros históricos destacan los encuentros con Júpiter y Saturno, donde descubrió nuevas lunas y un anillo inexplorado alrededor de Saturno.
Futuro de la misión
La NASA trabaja para estabilizar completamente las operaciones de la Voyager 1 y garantizar que sus instrumentos continúen proporcionando información valiosa. Aunque la sonda opera con márgenes de energía mínimos, los ingenieros confían en mantenerla funcional por el mayor tiempo posible.
El restablecimiento de la comunicación con la Voyager 1 ha sido celebrado como un triunfo para la ciencia y la exploración espacial, recordando que incluso en condiciones extremas, la innovación y el ingenio humano pueden superar los desafíos del cosmos.