La nave Starliner de Boeing se prepara para su regreso a la Tierra tras misión en la ISS
Por Luis Moreno
La nave Starliner de Boeing, que ha permanecido acoplada a la Estación Espacial Internacional (EEI) desde el pasado 6 de junio, regresará vacía a la Tierra el 6 de septiembre. Inicialmente diseñada para transportar astronautas de vuelta, la NASA decidió no arriesgar la seguridad de la tripulación tras detectar múltiples fallas en los propulsores y fugas de helio durante su misión, condenando así la primera prueba de la nave.
Un Retorno No Planeado
Originalmente, la misión de la Starliner estaba programada para durar una semana, pero una serie de fallas técnicas durante la aproximación a la estación espacial forzó a la NASA a extender su estadía. A lo largo de los meses, Boeing no ha podido encontrar la causa exacta de los problemas, aunque sus ingenieros sospechan que un sobrecalentamiento dañó el aislamiento de las líneas de propulsión.
Ante estas complicaciones, la NASA optó por utilizar una cápsula Dragon de SpaceX para traer a los astronautas de vuelta a la Tierra, y decidió que la Starliner vuelva vacía, ejecutando una maniobra de desacoplamiento autónomo el 6 de septiembre a las 22:04 UTC.
La Maniobra «Breakout Burn»
Para evitar mayores riesgos, la NASA diseñó una maniobra llamada «breakout burn», en la que la nave ejecutará un encendido rápido de sus propulsores, alejándose rápidamente de la EEI. Según Steve Stich, director de vuelos tripulados de la NASA, esta maniobra reducirá el estrés en los propulsores de la Starliner. El desacoplamiento, que durará aproximadamente cinco minutos, permitirá que la nave se sitúe por encima y detrás de la estación espacial para garantizar una salida segura.
Una Reputación en Riesgo
El regreso de la Starliner representa un golpe para la reputación de Boeing. Durante las pruebas, cinco de sus 28 propulsores fallaron, y aunque algunos lograron recuperarse, las fugas de helio y otros problemas persistieron. Además, el módulo de servicio de la nave, que contiene los sistemas defectuosos, se quemará en la atmósfera, lo que impide un análisis completo para solucionar las fallas.
El vuelo de regreso a la Tierra durará seis horas, y se espera que la nave aterrice en el puerto espacial de White Sands, en Nuevo México, el sábado 7 de septiembre a las 4:03 UTC.
Tensiones en la NASA
Las reuniones entre la NASA y Boeing se tornaron tensas cuando se discutió la viabilidad de que la Starliner completara su misión. Steve Stich admitió que había «tensión» durante estas reuniones, aunque negó los informes que señalaban gritos entre los ejecutivos de ambas partes. A pesar de los esfuerzos de Boeing para justificar el desempeño de su nave, la NASA no se sintió cómoda con los modelos de predicción que presentó la compañía.
¿Qué Sigue para Boeing?
El futuro de la Starliner es incierto. Aunque la NASA ha señalado que confía en que la nave volverá a volar, Boeing aún tiene un largo camino por recorrer para obtener la certificación para vuelos tripulados. Mientras tanto, SpaceX se ha consolidado como el principal socio comercial de la NASA para misiones de transporte de astronautas, un lugar que Boeing esperaba ocupar con la Starliner.
El tiempo dirá si Boeing logra redimirse en sus futuras misiones, pero por ahora, su reputación ha sufrido un duro golpe.