La NASA lanza la sonda Europa Clipper en búsqueda de vida en la luna de Júpiter
Por Luis Moreno
Este lunes, la NASA lanzó con éxito la sonda Europa Clipper desde el Centro Espacial Kennedy en Florida, con el objetivo de explorar Europa, una de las lunas de Júpiter. La misión, que despegó a bordo de un cohete Falcon Heavy de SpaceX, pretende investigar si Europa podría albergar vida, un descubrimiento que podría transformar nuestra comprensión de la biología en el sistema solar.
La sonda llegará a su destino en abril de 2030 y realizará un análisis detallado de la luna, conocida por tener una superficie helada que podría ocultar un océano de agua líquida en su interior. “Europa es uno de los lugares más prometedores para la búsqueda de vida más allá de la Tierra”, afirmó Gina DiBraccio, funcionaria de la NASA. En lugar de un entorno potencialmente habitable del pasado, como Marte, Europa podría ser capaz de sostener vida actualmente, según Curt Niebur, científico a cargo de la misión.
Una misión sin precedentes
Con 30 metros de largo al desplegar sus paneles solares, Europa Clipper es la sonda interplanetaria más grande construida por la NASA. Está equipada con instrumentos avanzados, como cámaras, espectrómetros y magnetómetros, diseñados para analizar en profundidad la estructura y composición de la superficie congelada de Europa y del océano que podría estar bajo ella.
El lanzamiento del Europa Clipper también se enmarca dentro de una serie de misiones que buscan confirmar la existencia de columnas de agua que podrían emerger de la superficie de Europa. Si la sonda consigue volar a través de estas columnas, los científicos tendrán la oportunidad de analizar muestras sin necesidad de perforar el hielo, un método crucial para buscar signos de vida.
Potencial de vida en el sistema solar
Mark Fox-Powell, microbiólogo planetario de la Open University, enfatizó la relevancia de esta misión: “Si encontramos vida tan lejos del Sol, significaría que existen otras formas de vida en el sistema solar”. Europa, a pesar de estar situada a 628 millones de kilómetros de la Tierra, presenta un entorno que podría ser similar al de algunos de los océanos terrestres, con agua salada y compuestos que podrían sostener formas de vida.