La Imagen del Divino Salvador: Un Símbolo de Fe en Huehuetla
Por Patricia Moreno Sánchez
La devoción hacia la imagen del Divino Salvador, venerada en la Parroquia de Huehuetla, tiene sus raíces en una historia de fe y tradición que se remonta al siglo XIX. Según el padre José Ramón Reina de Martín, párroco del templo, esta imagen apareció de manera milagrosa en un manantial del municipio, lo que ha fortalecido una profunda devoción entre los habitantes locales.
La festividad del Divino Salvador, celebrada el 6 de agosto, coincide con el día de la Transfiguración del Señor, y congrega a fieles no solo de Huehuetla, sino también de poblaciones cercanas. Esta celebración es una oportunidad para honrar a una imagen que, según la tradición, fue descubierta en circunstancias extraordinarias.
La historia cuenta que a finales del siglo XIX, algunos campesinos que trabajaban en la siembra de maíz y café escucharon sonidos de tambor y flauta provenientes de un manantial. Al investigar, encontraron una imagen de madera de cedro tallada con gran detalle y belleza. Desde entonces, esta imagen ha sido objeto de veneración y ha llegado a ser considerada milagrosa por la comunidad.
El padre Reina de Martín explicó que la parroquia de Huehuetla, erigida oficialmente en 1958, tiene una historia mucho más antigua, con una construcción que data del siglo XVIII, posiblemente levantada por los franciscanos. Desde su fundación, el templo ha sido un importante centro de culto para la comunidad.
La devoción al Divino Salvador está íntimamente ligada a las necesidades agrícolas de la región. Los fieles acuden al templo para pedir por buenas cosechas de café, pimienta y maíz, así como por la protección de sus animales y familias. Aunque la imagen no se le atribuyen milagros notorios, es vista como un símbolo de gratitud hacia Dios por las bendiciones recibidas.
A pesar de la dificultad de acceso a Huehuetla, lo que limita su promoción como santuario de peregrinación, como el Santuario del Niño Doctor de Tepeaca, la devoción de la comunidad sigue siendo sólida. La imagen del Divino Salvador continúa siendo un pilar fundamental en la vida espiritual y cotidiana de los habitantes de Huehuetla, reflejando la profunda fe y tradición que definen a esta comunidad.
La historia del Divino Salvador de Huehuetla es un testimonio de la persistencia de la fe y las prácticas que han formado parte integral de la identidad del pueblo a lo largo de los años.
