Joven en Tehuacán, víctima de violación, clama por justicia y teme liberación de su agresor
Por Patricia Moreno Sánchez
Libni González Gutiérrez, una joven víctima de violación en Tehuacán, Puebla, exige justicia y protección, temiendo que su agresor, Daniel Mendoza Rodríguez, obtenga la libertad tras dos años en prisión preventiva. Con voz de indignación y dolor, González pide a las autoridades que actúen con urgencia, denunciando retrasos y obstáculos que han frenado el avance de su caso.
«Con mucha angustia y rabia, pero con la firme convicción de exigir justicia, alzo la voz en nombre de todas las mujeres que, como yo, enfrentan la falta de apoyo», expresó Libni.
La agresión sexual ocurrió el 2 de julio de 2021 en Tehuacán, y desde que denunció el caso, Libni ha vivido un «infierno tras infierno», denunciando revictimización por parte de las autoridades. Aunque Mendoza Rodríguez fue detenido el 21 de octubre de 2022, la audiencia para desahogar pruebas ha sido aplazada cinco veces.
En la audiencia más reciente, el 23 de septiembre, la jueza responsable del caso se declaró incompetente tras un amparo presentado por la defensa. «Hemos acudido al órgano de control interno, al Consejo de la Judicatura y a Derechos Humanos, pero no obtenemos respuestas», explicó González.
Con temor a la posible libertad de su agresor, Libni pidió apoyo directamente a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum. «Doctora Sheinbaum, usted ha afirmado que este es un gobierno para las mujeres; necesitamos su ayuda para que se haga justicia. Queremos vivir en paz», añadió la joven.
Carlos Llelias, abogado de Libni, detalló el recorrido legal para obtener justicia. Comentó que presentaron un amparo en junio de 2024, que la jueza recibió el 1 de julio, pero la respuesta fue diferida hasta el 23 de septiembre, lo que retrasó el proceso. Según Llelias, la falta de respuestas y los obstáculos en el Poder Judicial, incluyendo el paro de labores indefinido, han dificultado que se otorguen los amparos necesarios para la seguridad de su cliente. Aclaró que solo se están tramitando amparos de urgencia, lo que podría facilitar que el agresor obtenga su libertad.
Tras dos años de prisión preventiva, existe el riesgo de que el Poder Judicial modifique las medidas cautelares de Mendoza Rodríguez, lo que representaría una amenaza para Libni y su familia.
«No me detendré hasta que se haga justicia. Han sido tres años de infierno y no me voy a callar», concluyó la joven.