Internacional

Israel y Hezbolá alcanzan un principio de acuerdo para el alto al fuego tras más de un año de enfrentamientos a lo largo de la frontera con Líbano

Por Luis Moreno

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, confirmó este martes un principio de acuerdo de alto al fuego con el partido-milicia chií Hezbolá, en un intento por poner fin a más de un año de violentos enfrentamientos a lo largo de la frontera entre Israel y Líbano. Este pacto, que entra en vigor esta noche, representa un posible cambio en la dinámica del conflicto, marcado por ataques constantes de un lado y otro, que han dejado una estela de devastación y muertes. Netanyahu afirmó que Israel devolverá a sus ciudadanos que se encontraban desplazados en el norte del país a sus hogares.

El acuerdo surge en un contexto de creciente tensión y violencia, exacerbado por la guerra en Oriente Próximo, que desde hace más de un año ha complicado la situación en Líbano. Los ataques del ejército israelí han dejado más de 3,700 muertos y alrededor de 15,700 heridos en Líbano, según el último balance proporcionado por el Ministerio de Salud Pública de ese país. Entre los fallecidos se encuentran varios altos líderes de Hezbolá, incluido el histórico líder de la organización, Hasán Nasralá. La violencia ha alcanzado niveles sin precedentes, y la tregua representa una oportunidad, aunque frágil, para la población agotada por la guerra.

El contenido del acuerdo

Según los términos del acuerdo, las tropas israelíes se retirarán del sur de Líbano, y el ejército libanés asumirá el control de la región, que actualmente está dominada por Hezbolá, en un plazo de 60 días. La zona, ubicada al sur del río Litani, es un bastión clave para la organización chií. El ministro libanés de Asuntos Exteriores, Bou Habib, declaró que el ejército libanés está preparado para desplegar hasta 5,000 soldados en la región, con el objetivo de garantizar la seguridad y la estabilidad después de la salida de las fuerzas israelíes. También se discutió la posible participación de Estados Unidos en la reconstrucción de las infraestructuras dañadas por los ataques israelíes, que han afectado gravemente la región sur de Líbano.

Por su parte, Netanyahu dejó claro que, aunque se ha alcanzado este acuerdo de alto al fuego, la duración de la tregua dependerá de lo que ocurra en Líbano. En este sentido, advirtió que si Hezbolá rompe el acuerdo o retoma acciones hostiles, Israel responderá de manera contundente. El mandatario israelí subrayó que este acuerdo no significa un fin definitivo del conflicto, sino que representa una oportunidad para la paz, siempre que se respete el compromiso de ambas partes.

Apoyo internacional y el rol de Estados Unidos

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha expresado su apoyo al acuerdo alcanzado entre Israel y Hezbolá. En una breve conferencia de prensa, el mandatario estadounidense señaló que el objetivo es que este cese al fuego sea permanente, aunque por el momento regirá los próximos 60 días. Biden destacó que esta tregua permitirá a los civiles regresar a sus hogares y comenzar el proceso de reconstrucción. Asimismo, hizo un llamado a Hezbolá para que no utilice este alto al fuego para reconstruir su infraestructura militar ni para realizar nuevos ataques contra Israel. El mandatario también advirtió que, en caso de violaciones al acuerdo, Israel tiene el derecho de responder bajo el concepto de autodefensa.

El presidente de Estados Unidos subrayó la importancia de la paz y la estabilidad en la región, afirmando que el alto al fuego es un paso crucial para poner fin al devastador conflicto entre Israel y Líbano, que ha cobrado miles de vidas y ha generado una crisis humanitaria en ambos países. Además, Biden se refirió a la situación en Gaza, afirmando que la población palestina también merece el fin de los combates y los desplazamientos forzados, y reiteró su compromiso con la búsqueda de una solución duradera para el conflicto israelí-palestino.

Un respiro en medio de la violencia

El acuerdo de alto al fuego entre Israel y Hezbolá es un destello de esperanza en un contexto de conflicto interminable. A pesar de las amenazas de nuevos ataques y las tensiones persistentes, la tregua ofrece un respiro a las poblaciones afectadas por el conflicto, que han soportado durante más de un año una espiral de violencia, desplazamientos y sufrimiento. Sin embargo, el acuerdo no garantiza la paz duradera, y su éxito dependerá de la capacidad de ambas partes para cumplir con los compromisos asumidos.

El futuro de la tregua y el desarrollo de la situación en la región seguirán siendo inciertos, y la comunidad internacional seguirá de cerca los próximos pasos de las partes involucradas. Mientras tanto, la población civil en Líbano e Israel aguarda con cautela el regreso a la normalidad, esperando que esta tregua marque el inicio de un proceso de paz que, hasta ahora, ha sido esquivo.

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