Opinión

Hubo ofrendas humanas  prehispánicas en Cholula

Por Leticia Montagner

Aunque usted no lo crea, un entierro prehispánico de 14 cráneos humanos y uno de venado cola blanca, aparentemente decapitados, colocados dentro de 15 cajetes, encontrados en el Barrio de Santiago Mixquitla revelan la posibilidad de que entre los años 900 y 1200 de esta era se realizaban ofrendas humanas asociadas a la agricultura en la región de Cholula.

Esta suposición se desprende de una conferencia dictada a fines de julio por investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), sobre la exploración arqueológica realizada en 1981 a un costado de la actual iglesia de San Miguelito.

La plática denominada Análisis Osteocultural de los Cráneos de Individuos Decapitados Encontrados en el Barrio de Santiago Mixquitla, Cholula, Puebla e Interpretación del Diseño que Presentan las Vasijas que los Contenían, fue dictada por Zaid Lagunas Rodríguez del Centro INAH Puebla y Erik Chiquito Cortés de la BUAP.

Los especialistas mencionaron que los objetos hallados están vinculados a la cultura y arte mixteco, cuya población habita la región occidental del estado de Oaxaca y parte de los estados de Guerrero y Puebla.

Recordaron que la plástica mesoamericana de aquella época se manifestó en diferentes ámbitos, como la pintura mural, la escultura o la alfarería, con las cuales el artista proponía una interpretación y materialización de la cosmovisión de su cultura.

El material analizado, según informó oficialmente el INAH, proviene de una excavación arqueológica realizada en 1981, en la cual se encontró un entierro con 15 cajetes que contenían 14 cráneos humanos y uno de venado cola blanca, en el barrio de Santiago, uno de los más antiguos de Cholula.

La exploración fue dirigida por la Arqueóloga Beatriz Leonor Merino Carrión, en cuyo equipo participaron los investigadores José Luis Romero y Román López y Ángela González.

El estudio osteológico de los restos óseos fue realizado recientemente por Zaid Lagunas Rodríguez, mientras que para la interpretación iconográfica se solicitó la colaboración de Erik Chiquito Cortés.

La ponencia se presentó como parte de las actividades de clausura del Primer Coloquio sobre la Formación del Tlahtocáyotl. In Cemanáhuac Tenochca Tlalpan, organizado por la Secretaría de Cultura del gobierno de México, a través del INAH, en el Museo Nacional de Antropología en la Ciudad de México.

El análisis cerámico, refirió el Investigador de la BUAP, Erik Chiquito Cortés, reveló que el material está vinculado al periodo Posclásico Temprano (900-1200 d.C.), temporalidad poco estudiada en la región y que todos los cráneos decapitados fueron colocados en un mismo momento.

Aunque gran parte del material cerámico estaba en malas condiciones de conservación, se observó que tenían representaciones de montañas, cuevas, una isla o islote y ríos. La iconografía presenta volutas, líneas ondulantes, grecas y bandas en color negro, elementos asociados al agua y su movimiento, pertenecientes a la tradición plástica mixteca de Puebla. Asimismo, se observaron dos tipos de cajete, uno trípode y otro con base plana.

En la conferencia, transmitida por INAH TV, el historiador del arte puntualizó que los cráneos representan los llamados “huesos semilla”, los cuales eran utilizados como ofrendas en rituales asociados con la agricultura.

“Esto indica que la intención fue crear vasijas escenarios, las cuales eran ofrecidas a un espacio geográfico, en este caso acuático, probablemente, de agua dulce, vinculado a la actividad agrícola, de esta manera se establecían paisajes sacralizados”, señaló.

Este tipo de cerámica, agregó, que tiene una intención de representar paisajes y geografías, tampoco ha sido ampliamente estudiada en Cholula.

Respecto al análisis de los restos óseos, el Investigador Emérito del INAH, Zaid Lagunas Rodríguez, detalló que algunos de los cráneos presentaban cortes en las vértebras cervicales, indicio de que fueron decapitados.

En el cajete 12, resaltó, se encontró una navaja de obsidiana debajo del atlas del cráneo, lo que refuerza dicha teoría y revela la herramienta utilizada para tal propósito.

Se piensa que algunos de estos cráneos se hirvieron, porque presentan una textura cerosa y cambio de coloración. Todos presentan modificación craneal tabular erecta, concluyó.

leticia_montagner@hotmail.com

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