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Hambre y Malnutrición: Un Desafío Global a Pesar de la Suficiencia Alimentaria

Por Lolis Moreno

Ciudad de México.- En el marco del Día Mundial de la Alimentación, que se conmemora el 16 de octubre, Julieta Ojeda Gómez, encargada del Programa Universitario de Alimentación Sostenible (PUAS) de la UNAM, destacó la crítica situación actual en materia de alimentación y nutrición a nivel mundial. A pesar de que la producción de alimentos es suficiente para cubrir las necesidades de la población, la malnutrición y el hambre siguen siendo problemas persistentes que requieren atención urgente.

Ojeda Gómez señaló que, según el Fondo Mundial para la Naturaleza, la humanidad necesitaría casi tres planetas Tierra para satisfacer sus demandas de alimentos y energía para 2050, a menos que se modifique el actual modelo de producción, que se considera insostenible. La población mundial alcanzó los 8,200 millones en 2024 y se espera que aumente a 9,700 millones para 2050, lo que plantea un desafío monumental en la producción de alimentos.

Las estadísticas son alarmantes: en 2022, aproximadamente 735 millones de personas vivían en estado de hambre crónica, y 2,400 millones enfrentaron inseguridad alimentaria de moderada a grave. Este aumento de 391 millones de personas en comparación con 2019 es un claro indicativo de la creciente crisis alimentaria. Además, se estima que 148 millones de niños sufrieron retraso en el crecimiento, y 45 millones presentaron emaciación.

Los problemas que complican la producción de alimentos son variados. El cambio climático ha incrementado la frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos, como sequías e inundaciones, que afectan los cultivos y encarecen los productos. A esto se suman problemas geopolíticos, como la invasión rusa a Ucrania, que ha interrumpido el suministro de insumos esenciales, y la inseguridad local, que eleva los costos de producción y provoca el cierre de establecimientos.

A pesar de que la producción alimentaria actual es suficiente, Ojeda Gómez enfatiza que el desperdicio es un problema significativo que ocurre en todas las etapas de la cadena alimentaria. Según un informe de la ONU, los hogares desperdiciaron más de mil millones de comidas al día en 2022, con un 60% de este desperdicio generado en los hogares. En México, se pierden anualmente 94 kilos de alimentos por persona, mientras que el 23.5% de la población vive en pobreza alimentaria.

En este contexto, Ojeda Gómez insta a la población a ser más consciente de sus decisiones alimentarias y a adoptar un estilo de vida más saludable. Propone reducir la ingesta de carne y aumentar el consumo de vegetales, frutas, cereales y leguminosas, así como comprar productos de temporada y locales para promover prácticas más sostenibles.

A medida que se acerca el Día Mundial de la Alimentación, es vital recordar que el acceso a alimentos seguros y nutritivos es un derecho humano fundamental, y que todos debemos asumir la responsabilidad de nuestras decisiones de consumo para garantizar un futuro alimentario sostenible para las próximas generaciones.

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