El Papa Francisco sufre una crisis respiratoria aislada: su salud empeora de forma repentina
Por Luis Moreno
El Papa Francisco atraviesa un nuevo desafío de salud tras sufrir este viernes una crisis respiratoria aislada que empeoró repentinamente su condición. Según el Vaticano, el pontífice experimentó un broncoespasmo, lo que provocó un episodio de vómito con inhalación y un rápido deterioro de su estado respiratorio. Aunque este episodio ha sido clasificado como aislado, se necesitarán al menos 24 horas para evaluar sus consecuencias y seguir monitoreando su evolución.
Este incidente se produjo luego de una mañana en la que el Papa alternó entre fisioterapia respiratoria y momentos de oración en la capilla del hospital. Ante el empeoramiento de su situación, Francisco fue sometido a una broncoaspiración y se inició una ventilación mecánica no invasiva, con resultados positivos en los intercambios gaseosos. Sin embargo, los médicos insisten en que su pronóstico sigue siendo reservado, ya que personas con antecedentes similares han sufrido consecuencias más graves.
La situación de salud del Papa Francisco ha obligado a la Santa Sede a realizar algunos ajustes en los eventos programados para la Cuaresma de este año. El pontífice, que ha estado hospitalizado en la Clínica Gemelli de Roma durante 15 días debido a una bronquitis complicada con neumonía bilateral e insuficiencia renal, no podrá presidir la tradicional misa del Miércoles de Ceniza, que marca el inicio de la Cuaresma. En su lugar, el Cardenal Angelo de Donatis, Penitenciario Mayor y delegado del Santo Padre, oficiará la liturgia el 5 de marzo en la iglesia de San Anselmo en el Aventino, en Roma.
El Vaticano había planeado una serie de importantes eventos litúrgicos en los que el Papa Francisco debía participar, pero debido a su hospitalización, se han hecho ajustes. Entre ellos, destaca la misa del primer domingo de Cuaresma, programada para el 9 de marzo en la Plaza de San Pedro. El Papa también debía presidir la misa del 14 de marzo para concluir los ejercicios espirituales del Santo Padre y la Curia Romana, y participar en la misa del quinto domingo de Cuaresma, el 6 de abril, coincidiendo con el Jubileo de los Enfermos y del Mundo de la Salud.
La Santa Sede ha confirmado que todos estos eventos serán presididos por otros miembros de la curia vaticana debido a la imposibilidad del Papa de asistir. A pesar de estos cambios, el Vaticano destacó que el Papa Francisco sigue con su tratamiento y fisioterapia respiratoria, y que su situación clínica, aunque más estable, sigue siendo considerada «compleja».
En cuanto a su estado de salud, el Papa Francisco ha mostrado signos de mejoría después de haber pasado por una fase crítica. Sin embargo, su situación sigue siendo monitoreada con cuidado. A pesar de los desafíos de salud que enfrenta, se ha mantenido consciente, orientado y colaborativo con los médicos durante todo el proceso terapéutico.
El Vaticano ha solicitado oraciones por el bienestar del Papa, que sigue recibiendo atención médica en la Clínica Gemelli, mientras se esperan más detalles sobre su estado de salud en las próximas 24 horas. La comunidad católica se mantiene atenta a la evolución del pontífice, en un momento que coincide con el inicio de la Cuaresma, una de las etapas más importantes del calendario litúrgico.