El Papa Francisco inaugura el Año Santo 2025: Tradición, peregrinación y preparativos en Roma
Por Luis Moreno
En la Víspera de Navidad, el Papa Francisco dará inicio oficial al Año Santo 2025 con la apertura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro en el Vaticano. Este rito, que se ha celebrado durante más de seis siglos, simboliza la apertura del corazón de los fieles al amor de Dios y marca el comienzo de un período de gracia y reconciliación espiritual para millones de peregrinos.
El significado del Año Santo
El Año Santo, también conocido como Jubileo, es una tradición que comenzó en 1300, cuando el Papa Bonifacio VIII convocó el primer Jubileo para alentar a los cristianos a peregrinar a Roma. Desde entonces, se celebra generalmente cada 25 o 50 años, aunque en ocasiones se han convocado Jubileos especiales. El más reciente fue el Jubileo de la Misericordia en 2015-2016, declarado también por Francisco.
Durante este año, los peregrinos tienen la oportunidad de recibir indulgencias, un concepto de la Iglesia Católica que implica el perdón del castigo temporal por los pecados confesados. Para ello, se requiere la participación en actos de piedad, penitencia y caridad, además de la visita a las cuatro basílicas papales de Roma: San Pedro, San Juan de Letrán, Santa María la Mayor y San Pablo Extramuros.
La apertura de la Puerta Santa
La Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, también conocida como la “puerta del gran perdón”, será la primera en abrirse este 24 de diciembre. En los días siguientes, Francisco también abrirá las puertas santas de las otras tres basílicas principales de Roma. Este ritual representa el paso hacia una nueva vida en Cristo y es uno de los momentos más simbólicos del Jubileo.
Peregrinación y actividades jubilares
Los fieles que participen en el Año Santo pueden realizar una peregrinación piadosa a Roma o a otros sitios sagrados designados. Además, se alienta a los católicos a participar en obras de caridad y penitencia, como visitar a enfermos o presos, alimentar a los hambrientos y ayudar a los migrantes. También se sugiere abstenerse de distracciones como las redes sociales o el consumo superfluo, donando el equivalente de estos gastos a los más necesitados.
Un evento destacado del calendario jubilar es el Jubileo de los Prisioneros, que tendrá lugar el 14 de diciembre de 2025. Como parte de este enfoque en la esperanza y la redención, el Papa también abrirá una Puerta Santa en la capilla de la prisión de Rebibbia en Roma.
Seguridad y logística
Con la previsión de recibir alrededor de 32 millones de peregrinos, las autoridades de Roma han implementado estrictas medidas de seguridad, que incluyen el despliegue de 700 agentes adicionales, el uso de drones y sistemas de vigilancia con inteligencia artificial para monitorear las multitudes. Además, el Vaticano ha introducido un sistema de reservas anticipadas para visitar la Basílica de San Pedro, con el objetivo de minimizar la congestión.
Preparativos en la ciudad
Roma ha estado inmersa en un proceso de renovación urbana durante los últimos dos años, con más de 300 proyectos destinados a embellecer la ciudad y mejorar su infraestructura. Entre las obras más destacadas se encuentran la restauración de la Fontana de Trevi y las fuentes de Bernini en la Piazza Navona, así como la creación de una nueva plaza peatonal frente al Castel Sant’Angelo.
Sin embargo, menos de un tercio de los proyectos han sido completados, lo que implica que los romanos y visitantes seguirán enfrentándose a problemas de tráfico y construcción en 2025.
Un mensaje universal
El Papa Francisco ha enfatizado que este Año Santo no solo es un evento para los católicos, sino una invitación para todas las personas a reflexionar sobre la reconciliación, la esperanza y la unidad. En su bula Spes non confundit (“La esperanza no confunde”), el pontífice declaró: “Ha llegado el momento de abrir de par en par la Puerta Santa una vez más y ofrecer la experiencia viva del amor de Dios”.
A medida que se acerca el inicio del Jubileo, Roma se prepara para acoger a millones de fieles en un año que promete ser un momento único de espiritualidad, comunidad y renovación.