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El Instituto Nacional de Migración vivirá una transformación profunda durante la transición entre Francisco Garduño y Sergio Salomón Céspedes

Por Luis Moreno

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, anunció que el Instituto Nacional de Migración (INM) enfrentará un proceso de transformación profunda durante el periodo de transición entre el comisionado saliente, Francisco Garduño, y su sucesor, Sergio Salomón Céspedes. Este cambio tiene como objetivo convertir al INM en un «instituto de apoyo a la movilidad humana», adaptando sus funciones a las nuevas necesidades del país en materia migratoria.

Durante la conferencia matutina en Palacio Nacional, Sheinbaum detalló que las modificaciones que se implementarán en el INM buscan redefinir su papel y sus tareas. El instituto ha tenido históricamente diversas funciones, desde recibir a nacionales y extranjeros en aeropuertos y estaciones de autobuses hasta llevar a cabo controles migratorios en el sur del país. Sin embargo, con la reestructuración, se pretende poner mayor énfasis en el apoyo a la movilidad humana, en lugar de enfocarse únicamente en el control migratorio.

«Queremos hacer una transformación profunda del instituto», señaló la mandataria, quien explicó que las modificaciones también buscan mejorar la atención a los migrantes, tanto nacionales como extranjeros. Aunque las funciones fundamentales del INM se mantendrán, como el control migratorio en puntos estratégicos y el apoyo a los connacionales, las nuevas directrices se enfocarán en un enfoque más humano y en la búsqueda de soluciones integrales para los flujos migratorios.

En cuanto a la transición de liderazgo entre Garduño y Céspedes, Sheinbaum aseguró que aún no se ha definido una fecha exacta para que el exgobernador de Puebla asuma oficialmente la dirección del INM. A pesar de que la designación de Céspedes fue anunciada en octubre de 2024, la mandataria destacó que el cambio se realizará al inicio del año 2025, para permitir una transición ordenada y sin contratiempos. «Es un tema delicado», agregó Sheinbaum, al referirse a la complejidad del proceso.

El exgobernador de Puebla, quien concluyó su mandato en diciembre, fue elegido para el cargo en sustitución de Garduño, quien estuvo al frente del INM durante cinco años y ha sido criticado por su gestión, especialmente por su implicación en el incendio en un centro migratorio en Ciudad Juárez en 2023, que dejó 40 muertos. Este evento, que desencadenó una investigación penal por ejercicio ilícito del servicio público y omisión de obligaciones, ha sido uno de los factores que contribuyó a la decisión de no ratificar a Garduño en el cargo.

El nombramiento de Sergio Salomón Céspedes fue recibido con expectativas de cambio, ya que la presidenta Sheinbaum destacó sus «capacidades» y su experiencia política como exgobernador de Puebla, un estado que enfrentó importantes retos durante su mandato. La mandataria también mencionó que el nuevo comisionado presentará un planteamiento integral para mejorar las condiciones del INM y su relación con los migrantes.

Por su parte, Rosa Icela Rodríguez, titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), se reunió con Céspedes el 26 de diciembre para coordinar los detalles de la transición. En sus redes sociales, Rodríguez expresó su confianza en el trabajo conjunto con el futuro comisionado, destacando que ambos compartirán esfuerzos para arrancar el año 2025 con una visión de trabajo enfocada en el bienestar de los mexicanos.

«Conversamos esta tarde con mi compañero de movimiento político, Sergio Salomón, para arrancar el año 2025 con mucho trabajo y entrega en beneficio de mexicanas y mexicanos», publicó Rodríguez, sin revelar detalles adicionales de la reunión.

La transformación del INM es parte de una serie de medidas que el gobierno federal busca implementar para hacer frente a los desafíos migratorios de México, en un contexto internacional donde los flujos migratorios y los derechos humanos de los migrantes están siendo temas clave. La decisión de Sheinbaum de reformar el instituto refleja la necesidad de un enfoque más integral y humano para gestionar la movilidad de personas, a fin de garantizar una atención más digna y adecuada a quienes cruzan las fronteras del país.

A pesar de la falta de detalles precisos sobre el cronograma de la transición, la mandataria adelantó que tanto la Secretaría de Gobernación como la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) serán las encargadas de supervisar el proceso de cambio y asegurar que se lleve a cabo de manera ordenada.

En resumen, el INM se prepara para una transformación histórica que promete redefinir su papel en la gestión de la migración en México, poniendo el énfasis en la atención a la movilidad humana y buscando un modelo más eficiente y humano. La transición de liderazgo, aunque aún no definida en su totalidad, marca el comienzo de una nueva etapa en la política migratoria del país.

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