El Arzobispo de Puebla entroniza la reliquia del beato Moisés Lira Serafín en la Catedral
Por Patricia Moreno Sánchez
En una emotiva ceremonia celebrada en la Basílica Catedral de Puebla, Monseñor Víctor Sánchez Espinosa, Arzobispo de Puebla, presidió la entronización de la reliquia del beato Moisés Lira Serafín, uno de los hijos más queridos de Zacatlán y quien ha sido reconocido por su santidad de vida. La misa fue concelebrada junto con sacerdotes de la Congregación de Misioneros del Espíritu Santo, a la cual perteneció el beato.
El arzobispo expresó con entusiasmo que la comunidad poblana está de fiesta, ya que Moisés Lira Serafín, «un santo de nuestros tiempos», ha alcanzado la beatificación, un paso significativo en su camino hacia los altares.
«El padre Moisés Lira Serafín es un modelo de fe y servicio que sigue tocando los corazones de muchos fieles», afirmó Sánchez Espinosa.
El 14 de septiembre, el beato fue honrado en una misa en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, mientras que el 16 de septiembre, su tierra natal, Zacatlán, se unió a la celebración con una festividad especial informó Monseñor Víctor Sánchez Espinosa, quien destacó que centenas de fieles católicos acudieron a rendirle homenaje en su tierranatal.
La reliquia del padre Moisés Lira permanecerá expuesta en la Catedral durante las misas del domingo, y más tarde será entronizada de manera permanente en la capilla de Nuestra Señora de Guadalupe dentro de la Capilla de Nuestra Señora de Guadalupe, agregó Monseñor.
El padre Lira Serafín, nacido en Zacatlán, quedó huérfano de madre siendo niño y fue criado bajo la guía de un sacerdote. Su vida religiosa lo llevó a estudiar en el Seminario Palafoxismo y más tarde se unió a los Misioneros del Espíritu Santo, donde destacó por su dedicación y caridad.
El beato Moisés Lira Serafín,
fundó la congregación de las Misioneras de María Inmaculada, cuyo carisma sigue siendo el de vivir en humildad y servicio a los enfermos y más vulnerables.
Moisés Lira falleció en 1950, pero su legado continúa impactando la vida de los fieles. «Es un santo contemporáneo que nos recuerda la importancia de la fe vivida en el servicio a los demás», concluyó Monseñor Víctor Sánchez Espinosa.