EE.UU. inicia una operación masiva de deportación bajo la administración de Trump
Por Luis Moreno
Las autoridades estadounidenses han llevado a cabo una operación a gran escala contra la migración irregular, que ha resultado en la detención de 538 migrantes sin documentos y antecedentes criminales, así como la deportación de 373 de ellos. Esta iniciativa fue lanzada por el presidente Donald Trump apenas asumió el cargo el lunes, y ha sido respaldada por la agencia de Inmigración y Aduanas (ICE) y la Casa Blanca, quienes destacaron casos específicos de delincuentes entre los detenidos, como Luis Alberto Espinoza-Boconsaca, condenado por violación, y Cristofer Alexander Ramírez Olivia, sentenciado por abuso sexual de un menor.
Trump, quien regresó a la Casa Blanca con un fuerte enfoque en la lucha contra la migración irregular, ha cumplido su promesa de realizar deportaciones masivas y fortalecer la seguridad en la frontera. Este miércoles, se desplegaron aproximadamente 1,500 militares en la frontera sur, lo que representa un aumento del 60% en las fuerzas activas desde su llegada al poder. Además, el Pentágono ha enviado helicópteros y analistas de inteligencia para apoyar las operaciones de detección y control.
El gobierno estadounidense también ha intensificado las deportaciones utilizando aviones militares. Según fuentes oficiales, entre 75 y 80 migrantes guatemaltecos fueron repatriados el jueves en vuelos militares desde el Biggs Army Air Field, con destino a Guatemala. La Casa Blanca, a través de su secretaria de prensa, Karoline Leavitt, compartió imágenes de migrantes abordando aviones militares, subrayando el inicio de los vuelos de deportación.
En el contexto de la política migratoria de la nueva administración, Trump firmó varias órdenes ejecutivas el mismo día de su investidura, que ampliaron los procedimientos para deportar rápidamente a migrantes indocumentados y desmantelar algunas de las políticas implementadas durante la presidencia de Joe Biden. Además, se dieron instrucciones para cancelar los vuelos de refugiados entrantes y se autorizó a las autoridades federales a realizar arrestos en áreas sensibles, como escuelas e iglesias.
Con el objetivo de repeler la inmigración ilegal, el presidente Trump también ha propuesto eliminar la ciudadanía por derecho de nacimiento, medida que ha generado una fuerte resistencia en los sectores legales y políticos de los estados y ciudades gobernados por los demócratas. A pesar de los desafíos legales, su administración avanza con una serie de medidas drásticas que refuerzan su mensaje de que quienes ingresen ilegalmente a EE.UU. enfrentarán consecuencias severas.
Sin embargo, el uso de aviones militares para las deportaciones ha sido objeto de discusión, ya que el costo de esta operación es considerablemente mayor que el de los vuelos de repatriación normales, gestionados por el Departamento de Seguridad Nacional. Aunque el Pentágono aún no ha calculado el costo total de estos vuelos, se sabe que los gastos son altos, especialmente cuando se utilizan aeronaves como los C-17 y C-130E. La situación en la frontera, considerada una emergencia nacional, ha acelerado estas operaciones sin considerar el impacto económico.
A medida que la administración de Trump intensifica sus esfuerzos para frenar la inmigración irregular, se espera que las medidas sigan siendo un tema central en la política estadounidense, especialmente de cara a las elecciones presidenciales de noviembre de 2024.