Diálogo con cuatro pensadores del Siglo XX en México: José Rubén Sanabria, Mauricio Beuchot, Justino Cortés y Guillermo Hernández
Por Juvenal Cruz Vega. Director de la Academia de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz
Pórtico.
Es una gran emoción ver mi libro entre las manos de muchos lectores: Diálogo con cuatro pensadores del Siglo XX en México: José Rubén Sanabria, Mauricio Beuchot, Justino Cortés y Guillermo Hernández, publicado por el BARCO EBRIO EDICIONES. Puebla, pue; junio 2025, 315 pp.
Este fin de semana, 27 y 28 de junio de 2025 celebramos el VII Coloquio Internacional de Humanismo, Humanidades y Hermenéutica en el marco del XIX Aniversario de la Academia de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz, como homenaje al doctor Mauricio Beuchot Puente en su 75 Aniversario.
En este contexto se publicó mi libro que ya lo estaba esperando desde hace ya varios años. A primera vista salta la emoción al ver el libro bien empastado, con un extenso e interesante prólogo de la pluma del doctor Mario Magallón Anaya, profesor e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, y una presentación de Iván Loyola en la contraportada del mismo libro.
Ojalá que los lectores se llenen de una profunda pasión y que este libro Diálogo con cuatro pensadores del Siglo XX en México: José Rubén Sanabria, Mauricio Beuchot, Justino Cortés y Guillermo Hernández, sea una guía de lectura sobre la múltiple temática que nos comparte cada uno de los autores. He aquí un fragmento: “Este libro no sólo es un testimonio intelectual, sino también una guía para acercarse al pensamiento filosófico mexicano con claridad, respeto y sentido práctico.
1). Algunos fragmentos de la introducción a la obra
Quizá más de un lector se sorprenda al ver el título de este opúsculo: Diálogo con cuatro pensadores del Siglo XX en México. Se trata pues, de cuatro grandes intelectuales mexicanos, al mismo tiempo semejantes y diferentes. Por un lado, José Rubén Sanabria, maestro de Mauricio Beuchot y, por otro lado, Justino Cortés, maestro de Guillermo Hernández. Aquí se puede advertir un equipo bien selecto de pensadores, filósofos y humanistas con una gran trayectoria y una relación muy estrecha entre maestro y discípulo, y a la vez entre discípulo y maestro. La experiencia ha sido interesante y aleccionadora. No obstante, el lector podrá darse cuenta a lo largo del camino, si el ejercicio fue un diálogo, una conversación o una entrevista. Yo pienso que de las tres herramientas y estrategias de la comunicación he podido echar mano. Mi experiencia con cada autor ha sido diferente y por eso el resultado ha llegado a ser satisfactorio, porque al final de la jornada me he vuelto discípulo de los cuatro, lo cual también ha sido un privilegio para mí.
En efecto, el orden que le he dado a la investigación es el siguiente. Son cuatro capítulos, uno para cada autor, con un pórtico o un prenotando en el cual presento brevemente al entrevistado, en seguida hago el diálogo o la entrevista y finalmente selecciono una conferencia magistral de cada autor, lo cual esclarece y profundiza el pensamiento filosófico a la vista del lector. Desde el punto de vista metodológico esta experiencia se hace por sí misma una guía de lectura. Pues al acercarse a los autores separadamente es como llegar a los pies de una alta montaña y para subir a ella con seguridad, rapidez y alegría hay que estar bien equipado. Aunque los cuatro son filósofos, cada uno tiene su estilo, su sello, su personalidad académica y su síntesis filosófica diferente, razón por la cual presento a José Rubén Sanabria del modo siguiente: De la filosofía del ser al personalismo existencial, a Mauricio Beuchot De la filosofía analítica a la hermenéutica analógica, a Justino Cortés De la tradición clásica y novohispana a la inculturación indígena, y finalmente a Guillermo Hernández De la filosofía mexicana al perspectivismo analógico.
Así pues, siendo modesto en esta pretensión invito al lector a revivir esta experiencia de poder dialogar, conversar y entrevistar a otro gran maestro de los que hay todavía en nuestro país hasta este primer cuarto del siglo XXI. Porque de verdad, entre más se conozca la biografía de los hombres, se conoce la vida de un pueblo con mayor profundidad, mejor aún, entre más se estudie el verdadero semblante de un personaje habrá mayor apertura y valor para conocer a nuestros pensadores mexicanos.
Finalmente, quiero agradecer profundamente a mis cuatro maestros, de quienes he recibido la inspiración original. Con un singular reconocimiento a José Rubén Sanabria Tapia, Mauricio Beuchot Puente, Justino Cortés Castellanos y Guillermo Hernández Flores, y como decía mi maestro, el doctor Guillermo Hernández, hablando del doctor Mauricio Beuchot, “y a todos aquellos que, siguiendo sus pasos, la comparten conmigo”.
2). Noticia biográfica de José Rubén Sanabria Tapia.
José Rubén Sanabria fue un pensador que consagró su vida llena de nobleza y pasión a la filosofía. Como estudiante, docente, conferenciante e investigador, por más de cincuenta años se dedicó a la búsqueda amorosa de la verdad. Lo conocí personalmente en 1997, en los últimos años de su vida, a través de mi maestro, el doctor Humberto Encarnación Anízar, quien, en la Universidad Pontificia de México, en los cursos de agustinismo en el siglo XX, hablaba de él colocándolo al lado de Agustín Basave Fernández del Valle, Alberto Caturelli y Octavio Nicolás Derisi, como uno de los pensadores más destacados en el campo del humanismo cristiano en América Latina. Sobre José Rubén Sanabria se ha hablado poco en México, pese a ser bastante conocido en los medios literarios. En los cursos de historia de la filosofía mexicana apenas se le ha dedicado una página, y sólo para reportar algunos datos biográficos, y hacer un breve comentario sobre su Introducción a la filosofía, su Ética y su Lógica.
Los estudios y comentarios más rigurosos sobre su filosofía vienen de autores extranjeros. En 1998, después de leer su currículum vitae y parte de su obra publicada, me di cuenta de que su reflexión filosófica era de gran valor como lo hacía ver la crítica filosófica en el extranjero. Desde ese año trabé una amistad muy estrecha con él, por lo cual puedo decir que conocí su obra de cerca y de primera mano. Asimismo, recibí inmerecidamente deferencias de su parte y el conocimiento de una gran porción de comentarios y estudios sobre su propia filosofía. Lamentablemente quedaron pendientes muchas preguntas sin respuesta, ya que la muerte le sorprendió la noche del 31 de diciembre de 2001. Después de su fallecimiento pude conocer su obra inédita y la múltiple correspondencia que tuvo con grandes filósofos de nuestro tiempo. Eso me permitió verificar muchos datos que ya antes Mauricio Beuchot Puente, Antonio Ibargüengoitia Chico y el propio José Rubén Sanabria me habían comunicado.
De su currículum vitae destaca lo siguiente: doctor en filosofía por la Universidad Gregoriana de Roma, licenciado en teología por la Universidad Pontifica de Santo Tomás, profesor de filosofía durante 43 años en la Universidad Iberoamericana de México, y por más de cincuenta años, ha instruido a cientos de generaciones a través de sus principales libros: Filosofía del absoluto, Ser y valor en la filosofía de Louis Lavelle, Enigma del hombre, Introducción a la filosofía, Lógica, Ética, Filosofía del hombre, Metafísica, Ontología del hombre y más. A él se debe una de las revistas de filosofía más importantes de América Latina, creada en la Universidad Iberoamericana de México, cuyo nombre es Revista de Filosofía. Además, nuestro autor ha sido maestro de otros fundadores de revistas y de grandes investigadores de nuestra nación.
Sin más, y con verdadera satisfacción pongo a la luz la entrevista que le realicé en los años 1998-1999; ello constituye una muestra del diálogo nutrido y sugerente que tuve con el doctor José Rubén Sanabria.
3). Un ejemplo de la entrevista a José Rubén Sanabria
Hay un libro escrito por usted en el año de 1966, La filosofía del absoluto, publicado por la Editorial Progreso. Sobre este conozco algunos estudios que usted mismo me proporcionó, en ellos se señala que en la obra de José Rubén Sanabria hay una vertiente tomista. ¿Hay posibilidad de una nueva edición donde usted tome en cuenta esas observaciones?
En varias ocasiones he dicho que esa obra es mi primer estudio a nivel universitario. Si te has dado cuenta casi todos los autores que han reseñado el libro han escrito que soy un filósofo tomista, incluso el filósofo italiano Sergio Sarti en su libro Panorama della filosofia ispanoamericana, hace un esbozo de mi filosofía con base en este libro. También Teófilo Urdanoz en su último volumen de la Historia de la filosofía, habla de mí, refiriéndose al mismo libro y me coloca como uno de los representantes del tomismo actual en México.
El mejor estudio que he visto sobre mi Filosofía del absoluto, lo realizó el Dr. Octavio Nicolás Derisi. Su estudio es una reseña muy completa que se publicó en uno de los primeros números de la Revista de filosofía de la Universidad Iberoamericana y también en la misma época se publicó en Argentina en la Revista Sapientia. El Dr. Derisi es quien habla explícitamente del tomismo de mi obra, pero también habla de la inclinación que tengo hacia la filosofía existencial.
El tomismo que conocí en la Universidad Gregoriana fue el trascendental, de la escuela de J. Maréchal. Allí me dio cuatro asignaturas uno de los profesores más actuales de ese tomismo, el Dr. Juan Bautista Lotz, las materias fuertes por supuesto fueron metafísica y estética. Este filósofo en muchas tesis me convencía, claro que él era fiel a muchas tesis de sus compañeros tomistas, aunque muy abierto al diálogo con la filosofía contemporánea, sin embargo, en algunos puntos desde ese tiempo me apartaba de mi maestro y lo sigo haciendo.
En mi libro de filosofía del absoluto presento muchos argumentos con tesis que aprendí del tomismo, pero también ahí están las bases de mi metafísica que con el tiempo he llegado a desarrollar, no sólo histórica, sino también la parte que llamo sistemática, por supuesto en otros estudios posteriores. Actualmente ya no sostengo toda la reflexión que traté en ese libro, cuando menos no la sigo al pie de la letra. Ojalá algún día alguien tenga interés de realizar una nueva edición de la Filosofía del absoluto y haga una revaloración de la obra con mucho cuidado.
4). Personalidad filosófica de Mauricio Beuchot.
En México se ha venido mostrando un progreso cualitativo y una renovación del pensamiento filosófico en las últimas décadas. Desde 1930 han surgido pensadores esclarecidos y modos diversos de filosofar, de sobra conocidos, como: José Vasconcelos, Antonio Caso, Samuel Ramos, José Gaos, Joaquín Xirau, Leopoldo Zea, Miguel León Portilla, Luis Villoro, Agustín Basave, José Sánchez Villaseñor, Héctor González Uribe, Ramón Xirau, José Rubén Sanabria, Mauricio Beuchot, Ambrosio Velasco, Mario Magallón Anaya, Guillermo Hurtado Pérez, Justino Cortés, Guillermo Nicolás Kuri, Guillermo Hernández Flores, Erasmo Bautista Lucas, entre otros.
Sin duda, Mauricio Beuchot es el filósofo de su generación con mayor renombre nacional, y uno de los que más han figurado en el ámbito internacional. Actualmente es Investigador Emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México. Es doctor en filosofía por la Universidad Iberoamericana de México. Fue investigador de tiempo completo y fundador del Seminario de Hermenéutica del Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México. Es miembro de la Academia Mexicana de Lengua, de la Academia Mexicana de la Historia, de la Academia Mexicana de los Derechos Humanos, de la Academia Pontificia de Santo Tomás de Aquino, y pertenece al Sistema Nacional de Investigadores, como Emérito.
De su vasta obra es autor de más de ciento cincuenta libros diversos, entre los cuales se cuentan: Elementos de semiótica, El problema de los universales, La filosofía del lenguaje en la Edad Media, Aspectos de la semiótica y la filosofía del lenguaje, Tratado de hermenéutica analógica, Perfiles esenciales de hermenéutica, Filosofía del lenguaje en la Nueva España, Historia de la filosofía en el México Colonial, Las dos caras del símbolo, La hermenéutica en la Edad Media, Belleza y analogía. Una introducción a la estética, Figuras de la filosofía moderna, Hermenéutica analógica, símbolo y ontología, Microcosmos. El hombre como compendio del ser, Hermenéutica analógica, educación y filosofía, entre otros.
Su pensamiento es polifacético e interdisciplinario, tal como lo ha mostrado en su obra; es decir, es un humanista completo, un pensador serio, pues ha perfilado otros géneros en la trayectoria interna de su pensamiento; desde las mismas disciplinas de la filosofía: metafísica, teoría del conocimiento antropología filosófica, lógica, ética, axiología y estética; pasando por las especificaciones de ella, como: filosofía del lenguaje, de la educación, del derecho, de la cultura; hasta extenderse hacia otros géneros de las humanidades, como: historia, historiografía, filología, derecho, política, pedagogía, exégesis, literatura, lingüística, poesía, psicoanálisis, semiótica, semántica, pragmática, biografía y teología.
En la crítica literaria lo han estudiado desde puntos de vista divergentes. De modo que los estudiosos de su obra lo han llamado: novohispanista, medievalista, tomista, lingüista, poeta, semiólogo, filólogo, historiador de la filosofía en México, filósofo del lenguaje, filósofo analítico y, sobre todo, hermeneuta, debido a su máxima construcción y aportación: la hermenéutica analógica. Con todo, es un filósofo completo, actual y sugerente. Desde la autoconciencia Mauricio Beuchot se considera un filósofo, como aquí puede leerse: “Yo he sido fundamentalmente filósofo. También he tratado de hacer algo de teología, pero siempre desemboco en la filosofía. La teología y la misma mística tienen vínculos muy fuertes con la filosofía, o al menos yo he procurado tomarlos en cuenta. Igualmente, a mí me ha gustado mucho la literatura, sobre todo la poesía. La he tenido muy en cuenta en mi reflexión filosófica. Mística y poesía creo que son alimentos de la filosofía, pues sin ellas se queda muy seca y fría, muy desolada, angustiada y deprimida”.
Su síntesis filosófica constituye un intento de mediación entre las vertientes rigoristas y las relativistas, entre las univocistas y las equivocistas, entre las objetivistas y las subjetivistas. Sobre toda esta temática y nomenclatura, hemos conversado por más de diez años con el filósofo mexicano Mauricio Hardie Beuchot Puente, hombre muy actual, que ha expresado su pensamiento con precisión, claridad, soltura y profundidad filosófica entre las nuevas generaciones de esta primera aurora del tercer milenio.
5). Un ejemplo de entrevista a Mauricio Beuchot
En la crítica filosófica se advierte que Mauricio Beuchot es un filósofo interesante y actual, heterodoxo y sugerente. En los comentarios sobre él se le dice filósofo y se le añaden varios atributos, a saber: tomista, analítico, semiólogo, historiador de la filosofía novohispana y recientemente se le ha llamado, hermeneuta. ¿Por lo anterior ve alguna conexión de estas reflexiones con lo que usted ha llamado hermenéutica analógica?
Yo pienso que estas vertientes de mi trabajo han confluido en la hermenéutica analógica, que se me ha dado como un regalo, que he inventado simplemente encontrando lo que ya está dado. En efecto, la noción de analogía proviene del legado conceptual aristotélico-tomista, pero es algo muy complicado y rico; tanto, que ha sido la filosofía analítica, con sus instrumentos semióticos, la que nos ha llamado la atención hacia ella y la valora mucho como un elemento importante para la lógica, la semántica y, sobre todo, la pragmática, la cual se encuentra en la misma línea de la hermenéutica. También se la ha encontrado en la historia de la filosofía novohispana, pues muchos de los pensadores de esa época eran tomistas, como Bartolomé de las Casas, Alonso de la Veracruz, Tomás de Mercado, y otros, como Bernardino de Sahagún y Vasco de Quiroga, usaron mucho la analogía para poder entender a las culturas indígenas, tan distintas. Eso les permitió escribir obras que ahora son consideradas como piezas de la historia de la antropología. La analogía ayuda a acercarse a las culturas diferentes sin perder la conciencia de la pertenencia a un contexto universal; la analogía ayuda a entender lo diferente sin renunciar a lo semejante. Por eso la analogía resulta muy útil cuando es usada en la hermenéutica, en la forma de hermenéutica analógica.
6). Perfil biográfico de Justino Cortés Castellanos
Conocí al doctor Justino Cortés Castellanos en octubre de 1989, justamente cuando yo me iniciaba en las humanidades clásicas en el Seminario Palafoxiano de Puebla. Allí el padre Filogonio Sánchez Castillo en sus cátedras de filosofía hablaba de él con tanta belleza y armonía, cuando expresaba que el sacerdote debe ser el promotor de la cultura en todos los ámbitos de la sociedad, y ponía como ejemplo al padre Justino Cortés, destacando sus cualidades de hombre pensante, sacerdote y maestro: benevolente, espiritual, estudioso, servicial y trabajador.
Por su parte el doctor Guillermo Hernández Flores lo colocaba como uno de los precursores más destacados de los estudios novohispanos en México y el mundo. El padre Sergio Fuentes Gutiérrez, cuando disertaba sobre la importancia de estudiar la gramática española, y cuando aludía a la “Gramática española” de Elio Antonio de Nebrija, hablaba del estilo ático del español del doctor Justino Cortés, y nos deleitaba con la lectura del prólogo a la tesis doctoral del padre Justino Cortés con la pluma del eminente español, doctor Ignacio Tellechea Idígoras, investigador numerario y emérito de la Pontificia Universidad de Salamanca.
En la Universidad Pontificia de México conocí numerosos comentarios y testimonios de trabajos destacados sobre el doctor Justino Cortés Castellanos. Uno de los más notables es del Padre Jesuita Francisco Ramírez Meza, quien al escribir una reseña sobre la tesis doctoral de nuestro autor y al referirse a cada uno de los glifos que descifró, se deleitaba así: “El Padre Cortés tuvo la paciencia de estudiarlos y darnos su significado en esta obra que mereció la calificación SUMMA CUM LAUDE. Además, la misma Universidad Pontificia de Salamanca le concede por esta obra el PREMIO EXTRAORDINARIO FIN DE CARRERA de la Facultad de Teología. Así lo afirma el Secretario General José Sánchez Vaquero, quien rubrica su testimonio, el 19 de febrero 1985”.
Con el tiempo pude ir teniendo un acercamiento más estrecho con el maestro, al grado que hemos llegado a ser excelentes amigos. La relación de maestro y discípulo pronto se convirtió en sabiduría y en vida, siempre que nos encontramos hay algo qué decir, él sabe que yo quiero preguntarle algo y yo intuyo que él puede responderme con libertad y sin prejuicios.
Así surgió la idea de una conversación, de un diálogo, de un coloquio, de una homilía, de una entrevista, de una investigación. Sobre el padre Justino Cortés se ha hablado mucho en el ámbito eclesiástico y universitario, más en el ámbito literario. Unos lo llaman humanista, otros lo llaman filósofo, algunos novohispanista, y debido a sus estudios de las lenguas clásicas lo llaman latinista o helenista; sólo algunos que conocen su obra literaria más fuerte lo llama historiador y nahuatlato, otros más, lo llaman maestro, algunos lo llaman doctor por su grado académico, y la mayoría lo llamamos por su vocación sacerdotal, simplemente y así de sencillo, padre Justino.
En 1994, después de retirarme del seminario, y sobre todo, luego de comenzar a leer su obra, ya en el entorno universitario me di cuenta de la importancia que tiene este autor para los estudios de humanidades, metodología, literatura, antropología, pedagogía, filología y letras. Desde ese año trabé una amistad muy estrecha con él, por lo cual puedo decir que he conocido su obra de cerca y de primera mano. Asimismo, he recibido inmerecidamente deferencias de su parte y el conocimiento de una gran porción de comentarios y estudios sobre su propio pensamiento. Eso me ha permitido verificar muchos datos que ya antes mis maestros y otros investigadores, incluyendo el propio Justino Cortés Castellanos me han comunicado.
Brevemente puedo decir unos datos sobre su currículo. El padre Justino Cortés Castellanos nació el 16 de mayo de 1933 en Santa Rita Tlahuapan en el Estado de Puebla. Realizó sus estudios de filosofía y teología en el Seminario Palafoxiano de Puebla, el Diplomado en Teología Catequética en la Universidad Católica de Santiago, Chile, la Licenciatura en Filosofía en la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma, la Licenciatura en Teología Catequética en Instituto Internacional Lumen Vitae de Bélgica y el Doctorado en Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca. Ha escrito varias obras, entre las cuales se cuentan: Catecismo en Pictogramas de Fray Pedro de Gante: Estudio introductorio y desciframiento del MS. VIT. 26-9 de la Biblioteca Nacional de Madrid, Inculturación indígena, Antología conmemorativa: 450 Aniversario de la Erección de la Arquidiócesis de Puebla, Justo García: Un sendero de luz y alegría, Analco, Al otro lado del río.
Así, pues, a más de veinte años de estudiar su obra y de dialogar con él durante este tiempo y con verdadera satisfacción, pongo a la luz la entrevista que le he venido realizando; ello constituye una muestra del diálogo nutrido y sugerente que he tenido con el doctor Justino Cortés Castellanos.
7). Un ejemplo de entrevista a Justino Cortés Castellanos
Al revisar el itinerario de sus estudios y de sus investigaciones he podido advertir el rigor incomparable de su tesis doctoral. Quiere decir que la metodología que utilizó es innovadora. ¿Qué puede compartirnos al respecto, doctor Justino?
El camino a seguir para llegar al desciframiento de los pictogramas está basado principalmente en la aplicación de las tres claves siguientes:
Primero. Hay semejanza y hasta identidad de algunos pictogramas con algunos glifos o signos de los códices mexicanos. Esto va a significar que vamos a adentrarnos en el conocimiento de un sistema de escritura muy diferente del que estamos habituados. En efecto, mientras los elementos que componen nuestra escritura alfabética latina son letras, los que componen la escritura mexicana precolombina son glifos o pictogramas (dibujos o pinturas). No vamos, sin embargo, a tratar de conocer todos los elementos del antiguo sistema de escritura mexicana, sino solamente aquellos que se identifican o se parecen a los signos que se encuentran en el Catecismo pictográfico. Este conocimiento, sin duda, nos aproximará a la traducción objetiva del Catecismo.
Segundo. Hay semejanza y hasta identidad de significado entre los pictogramas y las palabras o frases de los catecismos impresos en España a finales del siglo XV o principios del XVI y en México en la primera mitad del XVI. No vamos, sin embargo, a comparar los pictogramas con cada uno de estos numerosos catecismos, sino solamente los motivos que nos han llevado a la selección de estos tres catecismos. Esto significa que vamos a cotejar los pictogramas no ya con dibujos o pinturas – como en la clave anterior- sino con los elementos de le escritura latina con que están impresos los mencionados catecismos.
Estos son los tres catecismos, los cuales están dotados de las características siguientes: primeros en el orden cronológico, breves y redactados en lengua mexicana:
–Doctrina christiana breue traduzida en lengua Mexicana por el padre fray Alonso de Molina de la Orden de los Menores, y examinada por el Reverendo padre Joan Gonçalez, Canónigo de la Iglesia Cathedral de la ciudad de México, por mandato de Rmo. Señor Don Fray Juan de Çumárraga, obispo de dicha ciudad, el qual la hizo imprimir en el año de 1546, á 20 de Junio 3.
-Doctrina chiquita de los dominicos 4.
-Doctrina tepiton de fray Pedro de Gante 5.
Las dificultades que presenta el desciframiento de la 7° parte del Catecismo en pictogramas, nos exigió hacer una investigación especial, cuyo fruto fue la elección de otros catecismos impresos, con excepción de la Doctrina christiana en lengua Mexicana de fray Pedro de Gante, para encontrar su correspondencia con los pictogramas que constituyen esta parte, por los motivos que expondremos en su introducción.
Tercero. Hay semejanza y hasta identidad entre los pictogramas repetidos que se encuentran en los tres ejemplares conocidos del presente Catecismo pictórico. Esto significa que no vamos a comparar los pictogramas de este Catecismo ni con glifos ni con palabras o frases impresas, sino con pictogramas, es decir, los pictogramas de cada ejemplar entre sí y a continuación, los pictogramas del primer manuscrito pictográfico de la BNM, que abarca del pictograma no. 1. al 981, con los pictogramas del ejemplar mutilado, el cual está añadido al primer ejemplar y comprende del no. 982 al 1162, así como con los pictogramas del ejemplar que se conserva en el AHNM. Fruto de la aplicación de esta tercera clave será identificar con mayor seguridad los pictogramas del primer ejemplar, ya que los tres ejemplares ciertamente se refieren al mismo contenido, aunque estén pintados por tres diferentes dibujantes o pintores, a través de los detalles relativos a su configuración y colorido, y aún encontrar dudas de lo que realmente está pintado u omitido, dudas que se disiparán mediante su cotejo con los textos impresos elegidos.
Antes de proceder a la aplicación de esta clave, dimos entre otros, los pasos siguientes: colocamos encima o junto a cada pictograma el número arábigo que le corresponde según la numeración continua; cotejamos entre sí los pictogramas de cada ejemplar con los de los otros dos; clasificamos los pictogramas en: idénticos, semejantes y diferentes; estáticos dinámicos; amplificamos los pictogramas que presentan mayor dificultad de su traducción, debido a su configuración.
8). Acercamiento biográfico al doctor Guillermo Hernández Flores
El padre Guillermo Hernández Flores nació el 27 de abril de 1949 en San Andrés Chalchicomula, hoy Ciudad Serdán y murió en la ciudad de Puebla el 11 de octubre de 2020. Fue doctor en filosofía por la Universidad Gregoriana de Roma y catedrático de filosofía por más de cuarenta años en el Seminario Palafoxiano de Puebla; además profesor invitado en otras instituciones tales como la Universidad Pontificia de México, Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, Universidad Iberoamericana de Puebla y Academia de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz. Conferenciante numerario en diversas instituciones; igualmente autor de numerosos libros y trabajos de investigación en las siguientes revistas: Palafoxianum, Nota bene, Semanario Koinonía, Revista Koinonía, Academia Mexicana de la Historia y Angelus. También tiene un repertorio considerable de trabajos inéditos, lo cual hace que sea un excelente humanista en el sentido estricto de la palabra: filósofo de vocación, maestro, conferenciante, sacerdote y un egregio amigo.
Escribió varios libros, la mayoría inéditos y de buena calidad. Su tesis doctoral, con la cual sacó Summa cum laude en la Universidad Gregoriana de Roma en 1983, está publicada en la Universidad Nacional Autónoma de México, cuyo título es: “Del circunstancialismo filosófico de José Ortega y Gasset a la filosofía mexicana de Leopoldo Zea”; igualmente publicó en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla una de sus mayores investigaciones: “Propedéutica a la filosofía de Mauricio Beuchot” y un libro en coautoría con Juvenal Cruz Vega, publicado en la Academia de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz, cuyo título es: “Encuentro con Mauricio Beuchot”.
Esta academia le celebró un homenaje nacional el 31 de octubre de 2015 durante el Primer Simposio Nacional Universidad y Antigüedad ante un grupo numeroso de intelectuales de renombre nacional e internacional. Y un segundo homenaje póstumo, celebrado el 26 de marzo de 2022 en la misma academia en el marco del V Simposio Nacional Universidad y Antigüedad.
De sus obras inéditas sobresalen las siguientes: Filosofía náhuatl, Caminos del pensamiento: un ensayo bibliográfico sobre la obra de Leopoldo Zea, Ética y bioética, Decadencia de la Escolástica y Renacimiento, Antología filosófica, Migajas homiléticas: caminando en busca de la verdad, Amor a la sabiduría y pedagogía del amor. Además, escribió diversos artículos de pensadores mexicanos y temas selectos de filosofía, los cuales han sido algunos de ellos, ponencias en distintas instituciones. Por ejemplo, Conferencia magistral en el Seminario Palafoxiano de Puebla: La enseñanza de la filosofía en el Seminario, mayo, 1994; Conferencia magistral: Apuntamientos de sentido para una pedagogía de la filosofía en América Latina hacia el siglo XXI, dictada en el Círculo de estudios filosóficos Emmanuel Kant de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 7 de agosto de 2008. También, tres conferencias dictadas, en el II, IV y V Coloquio Nacional de Humanismo, Humanidades y Hermenéutica, en la Academia de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz. La primera la tituló: Biografía sucinta del pensamiento de Mauricio Beuchot, en la cual presentó la conferencia magistral del doctor Mauricio Beuchot: La hermenéutica analógica, una herramienta desde la antigüedad para la actualidad. Sábado 2 de julio de 2011. La segunda conferencia la tituló: Caminos del pensamiento: un ensayo bibliográfico sobre la obra de Leopoldo Zea. 21 de junio de 2013. La tercera la tituló: El pathos de la filosofía náhuatl, 28 de junio de 2014. Dejó una obra a mitad, uno de sus mayores trabajos, sobre la historia del Seminario Palafoxiano de Puebla, de 1964 al 2020, y otro libro más, que sólo hizo el inicio de la investigación, al que tituló: Diagrama conceptual de la hermenéutica analógica.
En el contenido de su pensamiento hay un estilo interdisciplinario y un humanismo profundo; por el lado de la gramática de su obra, se ve conocimiento, claridad y sencillez; en su estilística se puede apreciar orden y elegancia, y en su filosofía se advierte el amor profundo a la metafísica, teoría del conocimiento y a la filosofía en México. Su síntesis filosófica reúne una vertiente interesante para fortalecer el diálogo filosófico con otras filosofías de México y América Latina.
9). Un ejemplo de entrevista a Guillermo Hernández Flores
Hace algunos años, posiblemente en el año 2008 o 2009, usted me invitó al Seminario Palafoxiano a impartir una cátedra a uno de sus grupos de filosofía. Aquella ocasión me acompañó el doctor Justino Cortés Castellanos, y con ese motivo vuelvo a retomar un tema que alguna ocasión abordamos los tres en un desayuno. La pregunta es sobre el tema del humanismo. Con todo, recuerdo aquel acontecimiento, porque es otro momento en la historia en que lo he visto, lleno de tanta emoción. ¿Qué puede comentarnos de aquel acontecimiento?
Así es. Lo recuerdo con precisión. Era el grupo de Enrique Tlaseca. La emoción grande en ese momento se presentó al verte llegar con el padre Justino Cortés, pues creí que desde su salida del seminario como profesor a finales de los setenta no se le iba a ver de nuevo en alguna de nuestras aulas. Sobre el tema fue muy interesante y polisémico. Tu intervención sobre el humanismo histórico fue ilustrativa y apasionante. Abriste el diálogo agradablemente con una alusión al maestro, señalando al padre Justino como mi maestro, él me destacó como el mayor de sus discípulos. Así que yo seguí le emoción al distinguirte entre mis discípulos, también como el mayor. Con una broma que dijiste sobre los tres te ganaste al auditorio. Esa cita de Alfonso Reyes me trajo muchos recuerdos de mi formación a la que ya has hecho mención otras ocasiones (La crítica de la edad ateniense (600 a 300 a. C.) 1941, en Obras Completas, Vol. XIII, FCE, México, 1961): la Paidéia, la Humanitas, la Cultura, el Renacimiento y el Humanismo le dieron originalidad, contexto y perspectiva al humanismo en la conversación de entonces. Fue muy gustada la conexión que le diste con San Lucas (Lc. 2,52) y con Aulo Gelio en sus Noches Áticas (XIII, 17, 1-3). Más aún, le dieron inspiración al padre Justino Cortés al concedernos algunos comentarios sinópticos sobre la sabiduría hebrea, griega, latina, cristina y precolombina. La forma tan elocuente y sencilla que usó al explicar la etimología de los Tlamatinime y al recordar esa sabiduría en sus dos libros a saber: La inculturación indígena y el Desciframiento pictográfico de Fray de Gante, que me hicieron también recordar dos libros míos, aún inéditos: La Filosofía náhuatl y La Decadencia de la Escolástica y Renacimiento. Lo más valioso de esa experiencia se cumplió. Pues les había dicho en varias clases a los alumnos acerca del trabajo y del equipo que haces con el padre Justino Cortés Castellanos. De mi parte quedo complacido y muy agradecido contigo. Adelante Juvenal…