Defensa apasionada de la gramática. De la gramática clásica a la gramática española
Por Juvenal Cruz Vega. Director de la Academia de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz.
De mi máxima consideración. A mi maestra de Literatura Española en el Colegio de Bachilleres. Plantel F 16, Tlachichuca, Puebla. Con cariño y agradecimiento.
Λόγος δέ ἐστι πεζῆς τε καὶ ἐμμέτρου λέξεως σύνθεσις διάνοιαν αὐτοτελῆ δηλοῦσα.
Oración es un conjunto de palabras tanto prosaicas como métricas, que expresan un pensamiento completo. Arte gramatical 12-13.
Mollis educatio, quam indulgentiam vocant, animum et corpus frangit. Quid non optabit adultus qui nunc in purpuris iacet?
Aquella educación relajada, a la que llaman indulgencia, debilita el alma y el cuerpo. ¿Qué cosa no deseará el adulto, quien ahora viste sólo púrpura?
Fuente. Ex Quint. Inst. 1, 2, 6.
Yace aquí el hidalgo fuerte,
Que á tanto extremo llegó
De valiente que se advierte
Que la muerte no triunfó
De su vida con su muerte.
Tuvo á todo el mundo en poco;
Fue el espantajo y el coco
Del mundo en tal coyuntura,
Que acreditó su ventura,
Morir cuerdo y vivir loco.
El Ingenioso Hidalgo Don Quijote De la Mancha. Miguel De Cervantes Saavedra. Edición Monumental. Biblioteca Illustrada De Espasa Hermanos, Editores. Barcelona, 2005. Capítulo LXXI, p. 553.
Advertencia.
Es una alegría compartir con los lectores de El Comunicador Puebla algunos aspectos de la gramática comparada, a propósito de la gramática española: mi amor y pasión. Esta es la asignatura que deberíamos estudiar todos los mexicanos con harta pasión desde la primaria hasta la universidad. El amor a la gramática es nuestra pasión, y a través de ella nos orientamos hacia la sabiduría de todas las disciplinas del ámbito universitario. Por eso uno de los propósitos de debería llevar el Plan de Estudios de nuestra nación, y por amor a la patria, es la formación y la enseñanza de la gramática, esto es, de la morfología, la sintaxis comparada y la estilística de la lengua española.
En esta disertación abordaré dos aspectos. Primero, trataré la Diacronía, sincronía y evolución de la gramática, como fundamento de la lengua española. En segundo lugar, haré una aplicación del contenido de la gramática, destacando, especialmente la morfología y la sintaxis a través de un texto bilingüe del historiador griego Herodo. Al final presentaré una síntesis de la oración compuesta, especialmente los cuatro tipos de la oración subordinada, con el fin que los lectores de El Comunicador Puebla y del otros medios de comunicación tengan una mayor sensibilidad al estudio de la gramática.
Espero que los lectores también sigan interesándose en el contenido de esta disciplina, la cual es el arte de hablar y escribir correcta y elegantemente nuestra lengua.
Queridos amigos. Disfruten esta conferencia.
Diacronía, sincronía y evolución de la gramática, como fundamento de la lengua española.
Las lenguas modernas recibieron la palabra gramática del término latino grammatica-ae (f), la cual fue tomada del sustantivo griego γρᾶμμα-γράματος-τὸ y el sufijo ἰκή que luego pasó al latín con la grafía ica, significando: arte o ciencia. Etimológicamente la gramática es el arte de las letras. Y eso dice mucho, porque a la hora de construir una definición sirve bastante, tal como lo ha puesto la tradición en el Diccionario de la Real Academia de Lengua Española del siguiente modo: Gramática es el arte de hablar y escribir correcta y elegantemente una lengua y el libro en que se enseña, y que vertí al latín así: “Grammatica est ars scribendi et loquendi recte atque ornate aliquam linguam ac librum in quo docetur”.
Aquí merece una explicación con el arte de la etimología. La palabra griega γρᾶμμα-γράματος-τὸ significa: escrito, escritura, letra, carta, documento, ley, índice, lista, inscripción, dibujo; en plural: alfabeto, libro, tratado, pintura, enseñanza, doctrina, ciencia. Su correspondiente latino es la palabra littera-ae (f): letra, carácter o signo escrito del alfabeto, escritura, carta, epístola; el plural se emplea litterae-litterarum (f): toda carta o especie de escrito, carta, misiva, papeles, libro de cuentas, documento escrito, letras, bellas artes, ciencias, gramática, instrucción, erudición, cultura, historia literaria, conjunto de obras escritas en una lengua, literatura. Los plurales γράματα y litterae son semejantes a los términos históricos y simbólicos παιδεία, humanitas, latinitas, romanitas, cultura y humanismo. Todo esto muy cercano a lo que entienden por literatura muchos alemanes contemporáneos, esto es, diversos tipos de manifestación escrita, ya sea histórica, religiosa, científica, filosófica y artística para no reducir y empobrecer la literatura y las letras a poesía, cuento, novela, fábula y narración, tal como lo presenta la mayoría. (Más detalles véase mi libro Oratio de Sacerdotis natura, Academia de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz, Puebla, 2011, pp. 16-17).
En la actualidad hay muchas escuelas de esta disciplina: gramática normativa, comparada, histórica, especulativa, estructural, general, funcional, generativa, computacional, entre otras. El estudio de la gramática comenzó en Grecia. Hay noticias en el siglo VI a. C, sobre la enseñanza de esta disciplina durante el arcontado de Solón de Atenas (635-559 a. C.). En el siglo V a. C, en el programa de Pericles (495-429) también se enseñaba gramática, y es allí, donde se hace una de las primeras reformas a la educación. Allí la escolarización estaba constituida en tres etapas: gramática, cítara y paidotribe. Era la escuela iniciada por Solón y reforzada por Pericles. El profesor de gramática se llamaba grammatístes (γραμματίστης). (Véase Introducción a la cultura y a la filosofía de Grecia Antigua, Pedro Gasparotto, Universidad Pontificia de México, México, 1991, p. 27. En tiempos de Solón apareció el programa de educación basado en tres niveles: gramática, cítara y gimnasia. La escuela era privada, no obligatoria y había que pagar el maestro. Había un pedagogo, esto es, el esclavo que acompañaba al alumno a la escuela, lo ayudaba en las tareas y en la memorización, a veces iba a la escuela para prepararse. Un excelente trabajo sobre Solón véase «Solón de Atenas«, Adolfo J. Domínguez Monedero, Editorial Crítica, Barcelona, 2001, 300 pp).
En el siglo IV a. C; se enseñaba gramática en las escuelas de Atenas. En el Timeo, uno de los Diálogos de Platón (427-347), aparece el programa de la Academia, el cual será el gran programa de la Edad Media, es decir, aquello que en Roma se llamaba, trivium y quadrivium. Al referirnos a esa época, según Diógenes Laercio (III, 25) Platón fue el primero en teorizar la posibilidad de la gramática. La labor del gramático es enorme, él es un artífice de nombres, pues también el gramático prescribe. Aristóteles define la gramática como la ciencia de leer y de escribir. (El trivium estaba compuesto de tres artes: gramática, dialéctica y retórica. El quadrivium: música, aritmética, astronomía y geometría. El trivium ya se venía estudiando desde el siglo V con los sofistas; de su actividad se originaron las escuelas de retórica de la antigüedad. Los principales sofistas eran: Protágoras y Gorgias, Calicles, Hipias, Trasímaco, Pródico y Antifón).
La gramática fue enseñada con abundante sabiduría en Grecia en las diversas escuelas. El nombre general de la escuela era σχολή, cuyos significados son: tiempo libre, descanso, vacación, ocio, paz, tranquilidad, estudio, escuela, tregua, rectitud, pereza, inactividad y dilación. Pero en la organización educativa, la primera era la palestra παλαίστρα, cuyo profesor era el grammatista, quién recibía estudiantes de 7 a 12 años, y a los 13 años el citarista reforzaba los conocimientos de la primera escuela. A los 15 años el joven podía acudir a los gimnasios públicos-γυμνάσιον. Para entonces ya tenía una idea clara de lo que iba a estudiar más adelante, algo así, como los estudios universitarios en la actualidad.
El estudio de la gramática era la parte fundamental para las tres escuelas; podría pensarse en un programa similar al moderno: primaria, secundaria y preparatoria o bachillerato, por supuesto aquel con mayor calidad y seriedad en todo. Cuando pasaban a la escuela superior, los discípulos iban bien formados en las artes liberales, sobre todo, bien versados en la lengua. Ya con esa conciencia de estudio había discípulos deseosos de instruirse alrededor de un maestro famoso, tanto en filosofía, retórica, medicina, como en la misma gramática. (Puede confrontarse en “La escuela de Grecia«, en Vivir la historia de la Grecia Clásica, Ediciones Folio. Madrid, 2008, pp. 61-102).
En los siglos III y II antes de Cristo, se enseñaba gramática en Alejandría, a partir de la fundación del Museo, cuya obra data de los primeros tres Tolomeos; es allí donde la gramática alcanza mayor rigor con Aristófanes de Bizancio y Dionisio de Tracia, entre otros. Este último escribió la primera gramática en Occidente entre los años 190 y 170 a. C. aproximadamente. La gramática de Dionisio fue utilizada como texto desde su aparición hasta el siglo XIII d. C. (Más detalles véase la educación en el mundo clásico, en Historia de la educación, Juan Manuel Moreno G. Editorial BIE (Biblioteca de Innovación Educativa), Madrid, 1971, pp. 58-93).
Para coronar esta parte, colocamos un fragmento de la gramática de Dionisio de Tracia, tomado de su Arte gramatical 12-13. (La historia de la gramática comienza en Atenas, luego pasó a Alejandría y se coronó en Roma. Platón y Aristóteles son los primeros teóricos literariamente. Después en Alejandría continuaron Aristófanes de Bizancio y sin duda, uno muy erudito Aristarco de Samutracia, quien creó una escuela gramatical que sobrevivió hasta la época de Dionisio, éste último, reunió todas las aportaciones en su Arte gramatical).
“Λέξις ἐστὶ μέρος σημαντικὸν ἐλάχιστον τοῦ κατὰ σύνταξιν λόγου. Λόγος δέ ἐστι πεζῆς τε καὶ ἐμμέτρου λέξεως σύνθεσις διάνοιαν αὐτοτελῆ δηλοῦσα. Τοῦ δὲ λόγου μέρη ἐστὶν ὀκτώ· ὄνομα, ῥῆμα, μετοχή, ἄρθρον, ἀντωνυμία, πρόθεσις, ἐπίρρημα καὶ σύνδεσμος. ἡ γὰρ προσηγορία ὡς εἶδος τῷ ὀνόματι ὑποβέβληται. τῶν δὲ μερῶν τοῦ λόγου κλίνεται μὲν ε’, ὄνομα, ῥῆμα, μετοχή, ἄρθρον, ἀντωνυμία. ἄκλιτα δὲ γ’ πρόθεσις, ἐπίρρημα, σύνδεσμος. ὄνομά ἐστι μέρος λόγου πτωτικόν, σῶμα ἢ πρᾶγμα σημαῖνον, σῶμα μὲν οἷον λίθος, πρᾶγμα δὲ οἷον παιδεία· κοινῶς τε καὶ ἰδίως λεγόμενον, κοινῶς μὲν οἷον ἄνθρωπος, ἵππος, ἰδίως δὲ οἷον Σωκράτης, Πλάτων. Παρέπεται δὲ τῷ ὀνόματι πέντε· γένη, εἴδη, σχήματα, ἀριθμοί, πτώσεις. Γένη μὲν οὖν εἰσι τρία· ἀρσενικόν, θηλυκὸν καὶ οὐδέτερον”.
“Palabra es la parte significativa más pequeña de una oración desde el punto de vista de la sintaxis. Oración es un conjunto de palabras prosaicas y métricas, que expresan un pensamiento completo. Las partes de la oración son ocho: nombre, verbo, participio, artículo, pronombre, preposición, adverbio y conjunción. Ciertamente el nombre propio como especie, se subordina al nombre. De las partes de la oración, se declinan cinco: nombre, verbo, participio, artículo, pronombre. Tres son indeclinables: la preposición, el adverbio y la conjunción. El nombre es una parte declinable de la oración que significa cosa o actividad, cosa, por ejemplo, “piedra”, y actividad, por ejemplo, “educación”, y se dice propia y comúnmente: comúnmente, por ejemplo, “hombre”, “caballo”, y propiamente, por ejemplo, “Sócrates”, “Platón”. Acompañan al nombre cinco elementos: géneros, especies, formas, números y casos. Ciertamente, los géneros son tres: masculino, femenino y neutro”.
La gramática llegó a Roma a través de Dionisio de Tracia, pero sobre todo, por un discípulo suyo Elio Estilón, el maestro de Marco Terencio Varrón. De este modo, Dionisio se constituye en eslabón entre la gramática alejandrina y la romana. Poco tiempo después del grupo de Dionisio llegaron a Roma varios maestros entre los cuales destaca el galo Antonio Guiphon, maestro de Marco Tulio Cicerón; el resultado fue progresista al grado que comenzaron a abrirse escuelas de gramática en toda la urbe, las cuales florecieron en tiempos de Octavio César Augusto hasta la aparición de Marco Fabio Quintiliano, famoso gramático, retórico y abogado, quien vivió del 35 o 40 d. C, hasta el año 96 de la era cristiana. (Un excelente estudio de la Gramática de Dionisio véase: Gramática: Comentarios antiguos, introducción, traducción y notas de Vicente Bécares Botas. Dionisio Tracio, editorial Gredos, prólogo de Carlos García Gual, Madrid, 2002, 260 pp. En esta obra, además de una buena introducción, se presenta una cronología de la Gramática griega Antigua y Bizantina, desde la fundación de Alejandría en el año 330 a. C. hasta la caída de Constantinopla en el año 1453 d.C. Aquí se dan muchas apreciaciones de Dionisio, pero la principal es que su obra es la primera tecnología gramatical, su destino era filológico como se prueba por sus contenidos, procedimientos y resultados).
Sin duda, hubo muchos gramáticos como Varrón, Remio Palemón, Quintiliano, Apolonio de Alejandría, pero sobre todo, el mayor de los gramáticos, quien vivió en plena decadencia de Roma -Elio Donato-. De este gramático no se conocen ni el año, ni el lugar donde nació; sin embargo, su obra es simbólica y fundamental para su estudio; porque es el gramático de la ciudad de Roma por antonomasia. Su discípulo más cercano era san Jerónimo, quien lo llamaba con reverencia «praeceptor meus» y le sitúa en su apogeo en el año 353 después de Cristo. Escribió su Ars grammatica (minor et maior), siendo este libro, el curso antiguo de gramática latina más completo y que se destaca tanto por su método y fines didácticos, que fue elogiado por sus contemporáneos e incluso fue libro de texto en las escuelas hasta la Edad Media y aún con posteridad. (No debe confundirse a estos gramáticos-grammatici- que fueron la mayor gloria de Grecia y Roma, con aquellos obscuros pedagogos, llamados gramatistas, que enseñaban los elementos de la gramática, la cual consistía en saber leer y escribir, equivalente a nuestra primaria, pero como hemos dicho en numerosas ocasiones -con mayor profundidad académica, aquella. Más detalles véase: Diccionario de autores obras y personajes de literatura latina, Vicente López Soto. Opu. Cit. Lectiones. Textos clásicos para aprender latín I, Patricia Villaseñor Cuspinera, opu. Cit. pp. 22-64).
Donato elaboró su gramática latina tomando como base la gramática griega de Dionisio de Tracia, la cual el latino Remio Palemón trasladó al latín en el siglo I d. C. Y también de Marco Terencio Varrón, quien escribió un tratado llamado «De lingua Latina» como ya se dijo anteriormente.
Marco Terencio Varrón (116- 27 a. C) fue uno de los más grandes maestros de la literatura latina. Quintiliano lo llamó el más erudito de los romanos. Su pensamiento es polifacético: poeta, historiador, satírico, jurista, geógrafo, científico, y sobre todo, gramático. Fue él, quien dio el nombre a las letras latinas al utilizar un criterio plenamente fonológico. Su obra literaria alcanzó casi los seiscientos volúmenes; escribió un tratado, cuyo título es “De Lingua latina”, de esta magna obra de 25 libros tan sólo se conservaron del quinto al décimo y en estado deplorable. Estos libros comprenden: I introducción II- VII etimologías; VIII- XII morfología; XIV-XXV sintaxis. Su teoría del lenguaje no sólo es muy útil para nuestro conocimiento, sino también, porque pueden reconstruirse en sus principales líneas directrices la lingüística de los antiguos romanos. Marco Tulio Cicerón, que no sentía mucha simpatía por Varrón no deja de sintetizar sus méritos como estudioso de las antigüedades nacionales al decir que Varrón había vuelto a su patria a los romanos, forasteros hasta entonces en su propia ciudad. (Véase “Diccionario de autores, obras y personajes de la literatura latina. Ed. Juventud, Barcelona 1991).
Comentemos ahora un texto de Elio Donato tomado de su arte gramatical mayor: «Donati Grammatici Urbis Romae, Ars Grammatica. Don. A.G. II.1-17. Disfrútese el texto bilingüe.
“Partes orationis sunt octo, nomen, pronomen, verbum, adverbium, participium, coniuctio, praepositio, interiectio. Ex his duae sunt principales partes orationis, nomen et verbum. Latini articulum non adnumerant, Graeci interiectionem. Multi plures, multi pauciores partes orationis putant. Verum ex omnibus tres sunt: quae sex casibus inflectuntur, nomen, pronomen et participium. Nomen est pars orationis cum casu, corpus aut rem proprie communiterve significans… Genera nominum sunt quattuor, masculinum, femininum, neutrum, commune…Numeri sunt duo, singularis et pluralis… Casus sunt sex, nominativus, genitivus, dativus, accusativus, vocativus, ablativus. Ex his duo recti appellantur, nominativus et vocativus, reliqui obliqui…Pronomen est pars orationis, quae pro nomine posita tantundem paene significat personamque iterdum recipit…Verbum est pars pars orationis cum tempore et persona sine casu, aut agere aliquid aut pati aut neutrum significans…Adverbium est pars orationis, quae adiecta verbo significationem eius explanat atque implet… Adverbia aut a se nascuntur, ut heri, hodie, nuper, aut ab aliis partibus orationis veniunt… ut doctus, docte…Participium est pars orationis dicta, quod partem capiat nominis partem verbi. Recipit enim a nomine genera et casus, a verbo tempora et significationes, ab utroque numerum…Coniuctio est pars orationis adnectens ordinansque sententiam…Praepositio est pars orationis, quae praeposita aliis partibus orationis significationem earum aut mutat aut complet aut minuit… Interiectio est pars orationis interiecta aiis partibus orationis ad exprimendos animi adfectus”.
“Las partes de la oración son ocho: nombre, pronombre, verbo, adverbio, participio, conjunción, preposición, interjección. De estas, dos son las partes principales de la oración: el nombre y el verbo. Los latinos no cuentan el artículo; los griegos, la interjección. Muchos piensan que las partes de la oración son más; muchos que son menos. Pero de todas hay tres que se declinan por 6 casos: el nombre, el pronombre, y el participio. El nombre es la parte de la oración con caso, que indican una cosa o un asunto de manera propia o de manera común. Los géneros de Los nombres son cuatro: masculino, femenino, neutro y común. Los números son dos: singular y plural. Los casos son seis: nominativo, genitivo, dativo, acusativo, vocativo, ablativo. De estos, dos se llaman rectos: el nominativo y el vocativo; los demás, oblicuos. El pronombre es la parte de la oración que, puesta en lugar del nombre, indica casi lo mismo y a veces recibe persona. El verbo es la parte de la oración con tiempo y persona, sin caso, que indica hacer algo, o sufrirlo, o ninguna de las dos cosas. El adverbio es la parte de la oración que, añadida al verbo explica y completa su significado. Los adverbios o nacen de sí mismos como heri (ayer), hodie (hoy), nuper (hace poco); o vienen de otras partes de la oración… como docte (doctamente, de doctus (docto)). El participio es la parte de la oración (así) llamada porque tomó una parte del nombre y una parte del verbo. Recibe, pues, del nombre, géneros y casos; del verbo, tiempos y significaciones; de los dos, el número. La conjunción es la parte de la oración que une y ordena el pensamiento. La preposición es la parte de la oración que, antepuesta otras partes de la oración, cambia o completa o disminuye su significado. La interjección es la parte de la oración puesto en medio de otras partes de la oración para expresar los afectos del mismo”. (A. G. II. 1-17. Traducción de Patricia Villaseñor Cuspinera).
En la Edad Media solía hablarse de gramática especulativa en la cual se dan las razones de las reglas generales a partir de la relación de gramática, filosofía, dialéctica, historia y teología. El Renacimiento fue magistral al restaurar la gramática a partir del retorno del espíritu de Grecia y Roma. Algunos de los grandes gramáticos son Juan Luis Vives, Elio Antonio de Nebrija y Francisco Sánchez, el Brocense. Allí se completó la morfología y aumentó el estudio por la sintaxis. En el siglo XIX en 1836 Humboldt hizo la gramática descriptiva, cuya finalidad es buscar uniformidades reglas o leyes. De este concepto parten los modernos estudios de la gramática.
En la actualidad hay diversas escuelas de gramática, por ejemplo, la gramática normativa que es la gramática clásica, la de Grecia y Roma, las cuales forman el primer elenco de lo que conocemos como gramática histórica. La gramática comparada estudia las relaciones que pueden establecerse entre dos o más lenguas. La gramática descriptiva estudia la sincronía de una lengua, sin considerar los problemas diacrónicos. La gramática especulativa es la gramática de los escolásticos, la cual trata de explicar los fenómenos lingüísticos por principios constantes y universales. La gramática estructura estudia una lengua regida por el principio de que todos sus elementos mantienen entre sí relaciones sistemáticas. La gramática funcional se basa en el estudio de las funciones de los elementos que constituyen una lengua. La gramática general trata de establecer los principios comunes a todas las lenguas. La gramática histórica estudia la evolución que una lengua ha experimentado a lo largo del tiempo.
Todas las escuelas de la gramática comparten las principales partes de ella para su estudio: grafía o escritura, fonética, prosodia, ortografía, morfología, semántica, pragmática y sintaxis. La gramática grecolatina-hispana comparada considera cinco cosas en el estudio de cada palabra: su modo de significar, su estructura material, su pronunciación, su escritura y su unión con otras palabras. (En esta parte sigo la tesis doctoral de Fernando Nieto Mesa, Gramática Hispanolatina-comparada, Universidad Pontificia de Salamanca, dos volúmenes, 1967.
El estudio de las palabras según su modo de significar se llama analogía. Este nombre fue utilizado por los gramáticos a partir de la escuela de Atenas, y los alejandrinos utilizaron la palabra lexicología, los alemanes en el siglo XIX acuñaron la palabra semasiología, hasta que triunfó la semántica en 1897 por obra del lingüista francés Michel Bréal. El estudio de la formación de las palabras, derivación, composición, declinación o inflexiones de cada palabra se llama morfología. El estudio de su declinación y conjugación se denomina flexiología. Todavía muchos hablan de dos morfologías: una general y otra especial, la primera se ocupa de los tipos de palabras y la segunda, de la declinación y conjugación, o de la morfología variable en las lenguas modernas. La etimología estaba muy cerca de la morfología, y se ocupaba de la derivación y composición de las palabras. Actualmente la etimología es una ciencia independiente, no literalmente, pero por su profundidad es una ciencia interdisciplinaria e intercultural.
El estudio de la pronunciación de las palabras se denomina ortología, la cual comprende la grafía o escritura, la fonética, la prosodia, la ortografía, la caligrafía y la nemotecnia. El estudio o tratado de la unión de unas palabras con otras, formando oraciones gramaticales se llama sintaxis. La analogía es inseparable de la morfología, según el orden rigurosamente científico; también la ortología es inseparable de la ortografía.
Alocución.
A continuación, presento un ejercicio resuelto, de los que figuran en el Método ecléctico analógico. Aquí ponemos el texto bilingüe, el vocabulario y un comentario gramatical y cultural. El ejercicio es el número 104, el cual se titula: Nacido para ser rey. Iniciación al Griego I, Lourdes Rojas Álvarez, UNAM, 2005, p. 248, Heródoto. Historia, I, 114. Es una descripción de Ciro el Grande, rey de Persia y fundador del imperio persa 559-529 a. C; derrotó a su abuelo Astiages, conquistó Lidia y Babilonia, Asiria, Siria y Palestina. Tuvo un sueño de extender su imperio hacia Occidente, el cual casi lo cumplen Darío I y Jerges I en las guerras médicas. El sueño de Ciro el Grande fue cumplido a la inversa durante el reinado de Darío III por Alejandro Magno, el cual venció a Persia en la batalla de Arbelas y extendió el imperio griego hacia el Oriente. Sin duda, para el historiador Jenofonte, Ciro fue un ejemplo del gobernante ideal. El paradigma de Ciro puede confrontarse con otros gobernantes dignos de mención tales como: David (1010- 970), Salomón (970-937), Solón (639-559), Pericles (495-429), Arquitas (430-350), Alejandro Magno (356.323), Tolomeo I (367-283), Cayo Julio César (100-44), Octavio César Augusto (63 a. C-14 d. C), Adriano (76-138), Marco Aurelio (121-180), Carlo Magno (742-814), Federico el Grande (1125-1190), entre otros. Pongo la traducción del texto de Ciro para introducirse a la lectura de Heródoto, para ejercitar el estudio gramatical y los elementos interdisciplinarios que requiere una traducción completa.
a). Texto en griego
Ὁ δὲ Κῦρος, ὅτε ἦν δεκαετὴς καὶ ἔτι ἐνομίζετο εἶναι υἱὸς τοῦ βουκόλου, ἔπαιζεν ἐν τῇ κώμῃ μετ’ ἄλλων τινῶν παίδων. Οἱ δὲ παῖδες ἐποίησαν αὐτὸν εἶναι ἑαυτῶν βασιλέα. Τοῦ δὲ Κύρου κελεύσαντος, οἱ μὲν αὐτῶν οἰκίας ᾠκοδόμουν, οἱ δὲ δορυφόροι ἦσαν, οἱ δὲ ἄλλα ἔργα ἐποίουν.
b). Versión española
Ciro, cuando tenía diez años de edad, y todavía se consideraba que era hijo de un boyero, jugaba en una aldea con algunos niños. Luego los niños inventaron que él fuera su rey. Y mientras Ciro lo ordenaba, unos construían sus casas, otros eran soldados y los demás hacían otras actividades.
c). Vocabulario
a). Nombres propios y comunes
1). Κῦρος-ου-ὁ. Nombre propio morfológicamente. Es una palabra persa helenizada. Traducción: Ciro.
2). βουκόλος-βουκόλου-ὁ: boyero, cuidador de bueyes, pastor.
3). κώμη-ης-ἡ: comarca, pueblo, región, país, aldea, barrio de una ciudad.
4). παῖς-παιδός-ὁ-ἡ: niño, hijo, muchacho, joven, esclavo, criado, discípulo.
5). βασιλεύς-βασιλέως-ὁ: rey, soberano, tirano.
6). οἰκία-ας-ἡ: casa, hogar, familia.
7). ἔργον-ου-τό: obra, acción, trabajo, actividad.
8). υἱός-οῦ-ὁ: niño, hijo, muchacho.
9). δορυφόρος-δορυφόρου-ὁ: lancero, armado con lanza, alabardero, guardia, guardia de corporación, pretoriano, soldado.
b). Adjetivos
1). δεκαετής-ες. Adjetivo de segunda clase: diez años, diez años de edad.
2). κελεύσαντος. Adjetivo participio de primera clase mixto, derivado de κελεύσας κελεύσασα κελεύσαν; el cual viene del verbo κελεύω: ordenar, mandar. Genitivo, singular, masculino, aoristo participio, voz activa. Traducción: habiéndolo ordenado.
c). pronombres
1). αὐτός-αὐτή-αὐτό. Pronombre demostrativo. Y en genitivo se usa como pronombre posesivo. Traducción: este, esta, esto.
2). ἑαυτοῦ-ἑαυτής-ἑαυτοῦ. Pronombre reflexico: de sí mismo, su.
3). ἄλλος-ἄλλη-ἄλλο. Pronombre y adjetivo indeterminado: otro, distinto, diferente, extraño, falso, errado, malo
4). τίς-τί. Con genitivo singular τινός. Pronombre interrogativo, relativo e indefinido. Aquí se usa como pronombre indefinido: alguno, alguna, algo, cierto, alguien, uno.
d). Palabras invariables
1). ὅτε. Conjunción subordinada circunstancial temporal: Traducción: cuando.
2). ἔτι. Adverbio de tiempo: todavía, aún.
3). μετά. Preposición que rige genitivo y acusativo. Con genitivo preside el complemento circunstancial de compañía. Traducción: con.
4). Las partículas μὲν y δὲ con el artículo se traducen: ὁ μὲν: uno; y ὁ δὲ: otro.
e). verbos.
1). ἦν. Verbo sustantivo copulativo, tercera persona singular, pretérito imperfecto indicativo, del verbo εἰμί: ser, estar, haber, tener, existir. Traducción: tenía.
2). ἐνομίζετο. Verbo de pensamiento, pide un complemento directo en infinitivo. Tercera persona singula, pretérito imperfecto indicativo, voz media del verbo νομίζω: considerar, creer, pensar. Traducción: se consideraba.
3). εἶναι. Verbo sustantivo, presente infinitivo, del verbo εἰμί: ser, estar, haber, tener, existir. Traducción: ser, que era.
4). ἔπαιζεν. Verbo intransitivo. Tercera persona singular, imperfecto indicativo, voz activa del verbo παίζω: jugar, danzar, bromear, hablar en broma, tratar en broma. Traducción: jugaba.
5). ἐποίησαν. Verbo de pensamiento y de imaginación. Tercera persona, singular, aoristo indicativo, voz activa del verbo ποιέω: hacer, crear, imaginar, inventar, ejecutar, realizar. Traducción: inventaron.
6). ᾠκοδόμουν. Verbo transitivo. Tercera persona singular, imperfecto indicativo, voz activa del verbo contracto οἰκοδομέω: edificar, construir, fundar, excitar, provocar. Traducción: construían.
7). ἐποίουν. Verbo transitivo. Tercera persona plural, imperfecto indicativo, voz activa, del verbo contracto ποιέω: hacer, crear, imaginar, inventar, ejecutar, realizar. Traducción: hacían.
Observación sintáctica sobre las oraciones subordinadas
Las oraciones subordinadas son oraciones compuestas, suelen llamarse un periodo, es decir, “una oración compuesta en la cual la oración secundaria se antepone, se interpone o se pospone a la oración principal. Estas oraciones pueden reducirse a cuatro clases: subordinadas circunstanciales, subordinadas relativas, subordinadas completivas de infinitivo y subordinadas de participio.
1). Oraciones subordinadas circunstanciales
Son las oraciones compuestas que se enlazan con la oración principal mediante conjunciones que indican una circunstancia, como: completivas, interrogativas indirectas, causales, finales, consecutivas, condicionales, concesivas, comparativas, temporales. Véase “Iniciación al griego”, Lourdes Rojas Álvarez, p. 353.
Uno ejemplo en español es el siguiente: Tendrás muchos amigos, mientras seas feliz. La conjunción subordinada circunstancial temporal es: mientras.
En griego encontramos un ejemplo en nuestro texto: ὅτε ἦν δεκαετὴς (cuando tenía diez años de edad).
2). Oraciones subordinadas relativas
Son oraciones compuestas que se denominan así, porque se unen a la oracion principal por medio de pronombres o advervios relativos, por ejemplo:
Los Carios, que habitaban en Lemnos, no se atrevieron a resistir. En griego hay muchas formas nominales que se usan como pronombre relativo. Las más elementales se encuentran en la página 150 del “Manual de Iniciación al griego”, Lourdes Rojás Álvarez.
3). Oraciones subordinadas completivas
Son oraciones compuestas con un complemento directo en infinitivo y viene a completar el sentido de la oración principal. Por ejemplo: Los Lacedemonios mandaron sacar los libros de Arquiloco de su ciudad.
Un ejemplo muy claro se encuentra en el “Manual de Iniciación al griego”, Lourdes Rojás Álvarez, pp. 82- 83. Para que haya una oración subordinada de infinitivo o completiva de infinitivo es necesario que que haya un verbo que signifique: desear, pensar, sentir, esperar, soler, querer, mandar. Por ejemplo: καὶ ἔτι ἐνομίζετο εἶναι υἱὸς τοῦ βουκόλου (y todavía se consideraba que era hijo de un boyero). El verbo ἐνομίζετο es un verbo de pensamiento, pide un complemento directo en infinitivo. Tercera persona singula, pretérito imperfecto indicativo, voz media del verbo νομίζω: considerar, creer, pensar. Traducción: se consideraba).
4). Oraciones subordinadas de participio
Son oraciones compuestas que se denominan así, porque se unen a la oración principal por medio del participio y que en contenido forman parte de las tres oraciones subordinadas: circunstanciales, relativas y completivas. Véase “Iniciación al griego”, p. 215. Porgamos algunos ejemplos:
a). Como gerundio simple, siempre y cuando esté en nominativo: ando-iendo. Φεύγων: huyendo.
b). Como oración de relativo: el que, la que, lo que. Más el verbo. Esta traducción se dará siempre que el artículo referente al sujeto se repita junto al participio. Ejemplo: ὁ στρατιωτης ὁ φεύγων: el soldado que huye.
c). Se puede traducir como oración subordinada circunstancial y puede ser: temporal (cuando, mientras, una vez que, a la hora que), causal (porque), condicional (si), concesiva (aunque), final (para que). La oración se puede ajustar al español según el contexto. Una de las oraciones más hermosas del participio es la oración de genitivo absoluto, la cual se llamada así, porque tanto éste, como su sujeto se encuentran declinados en genitivo. El participio puede estar en cualquier tiempo o voz. Para traducir el genitivo absoluto, tanto el nombre como el participio, se usarán en nominativo, adoptando para la traducción de este último la forma del gerundio simple (ando-iendo), sí el participio es presente, o de gerundio compuesto (habiendo ido), sí el participio es aoristo. En el texto que presentamos hay un ejemplo de genitivo absoluto: Τοῦ δὲ Κύρου κελεύσαντος (Y Ciro habiéndolo ordenado). Esta oración se va a subordinar a la oración principal, que es la que sigue. Τοῦ δὲ Κύρου κελεύσαντος, οἱ μὲν αὐτῶν οἰκίας ᾠκοδόμουν (Y Ciro habiéndolo ordenado, unos niños hacían sus casas).
Características del aoristo
1). Desinencias. En la voz activa son: ν ς τ μεν τε ντ. En la voz pasiva son: μην σο το μετα σθε ντο.
2). Aumento. El aoristo al ser un tiempo secundario igual que el imperfecto y el pluscuamperfecto, tiene aumento en el modo indicativo. Lleva dos tipos de aumento, uno se llama silábico, el cual consiste en anteponer una ε a la raíz, y se pone cuando el verbo comienza con consonante, por ejemplo: ἐποίησαν (hicieron, inventaron). El segundo aumento se llama temporal, el cual consiste en alargamiento de la vocal inicial. Si el verbo comienza con α y ε, éstas se alargan a η. Pero si el verbo comienza con los diptongos: αι, ει y οι, la α y la ε se alargan a η y la yota (ι) se subscribe. Y ο (ómicrom) se alarga a ω (omega) y la yota (ι) se subscribe.
3). Sufijo. El sufijo es la característica propia de cada tiempo. En el texto aparecen dos tiempos secundarios: el imperfecto y el aoristo, ambos tienen un sufijo cada uno. El imperfecto tiene: ε y ο. El aoristo tiene σα en todas las personas y en la tercera persona del singular tiene σε. El sufijo se pone entre la raíz verbal y la desinencia. Por ejemplo: ἐποίησαν (ἐ-ποίη-σε).
4). Raíz. La raíz es el elemento básico y primitivo de la palabra. Hay dos tipos de raíces que se conocen como primera raíz y segunda. El aoristo primero o simplemente aoristo usa la primera raíz. Y el aoristo segundo y tercero usan la segunda raíz del verbo.
Sobre los tipos de verbos.
En la morfología verbal hallamos dos tipos de verbos. Los terminados en μι y en ω. Cada verbo tiene su propia naturaleza (sustantiva, transitiva e intransitiva). Los verbos terminados en ω, unos se llama puros y otros se llaman verbos contractos. Los primeros tienen antes de la ω alguna consonante dental, labial, gutural, entre otras; las letras υ y ι, y los dipongos αυ y ευ. Mientras los verbos contractos que también terminan en ω, tienen precedida una de tres letras griegas: α, ε y ο. Estos verbos en la conjugación hacen una contracción de vocales entre la vocal de la raíz y el sufijo en los tiempos presente e imperfecto, y en los demás tiempos se alarga la vocal de la raíz verbal, como puede verse en los siguientes verbos contractos que figuran en el texto: ᾠκοδόμουν (οἰκοδομέω), ἐποίουν y ἐποίησαν (ποιέω).