Ciencia y Tecnología

Debemos transitar hacia estilos de vida más saludables, señala experta de la UNAM

Por Luis Moreno

Con el inicio de un nuevo año, muchas personas buscan modificar su estilo de vida para ser más saludables. Sin embargo, esta transición debe realizarse con el acompañamiento de profesionales en nutrición que puedan guiar y educar sobre la transformación de hábitos alimenticios de manera sostenible. Así lo afirmó Mariana Valdés Moreno, jefa de la Licenciatura de Nutriología de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza de la UNAM.

La especialista advirtió sobre el riesgo de seguir dietas difundidas en redes sociales que prometen resultados «mágicos» o cambios drásticos sin esfuerzo. Estas dietas no solo carecen de sustento científico, sino que también pueden comprometer la salud. “El peso por sí solo no es un indicador completo de salud. Es necesario evaluar la composición corporal para determinar riesgos asociados a la grasa corporal elevada”, explicó Valdés Moreno.

Acompañamiento profesional e integral

La experta enfatizó que cualquier cambio en la alimentación debe realizarse bajo la supervisión de un nutriólogo y, en casos más complejos, con revisión médica. Esto es particularmente relevante en personas con enfermedades crónicas no transmisibles, como diabetes o hipertensión, que a menudo desconocen que padecen estas afecciones.

Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2020-2023, el 18% de los adultos en México tiene diabetes, pero una tercera parte desconoce su diagnóstico, y solo el 26% logra mantener la enfermedad bajo control. Además, el 30% de la población adulta padece hipertensión, y el 43% ignora su condición.

“En estos casos, un primer acercamiento con un médico es clave para evaluar el estado de salud y determinar interacciones entre medicamentos y nutrimentos. Los nutriólogos deben considerar estos factores al diseñar un plan alimenticio”, agregó.

Equipos interdisciplinarios para mejores resultados

Valdés Moreno destacó la importancia de trabajar en equipos interdisciplinarios que incluyan nutriólogos, psicólogos y entrenadores deportivos. “Un abordaje integral permite prescribir la energía y los nutrimentos adecuados según la actividad física de cada persona”, subrayó.

También alertó sobre el peligro de las promesas de pérdida de peso rápida. “Estas estrategias, además de ser insostenibles, no educan a las personas para adoptar una alimentación saludable. Nuestro papel como nutriólogos es fomentar cambios de conducta con opciones adaptadas a los gustos y preferencias individuales”, afirmó.

Invertir en salud a largo plazo

Acudir al nutriólogo es una inversión que puede prevenir enfermedades crónicas y sus altos costos sociales e individuales. Este servicio está disponible tanto en instituciones públicas como privadas.

Finalmente, la especialista destacó que adoptar un estilo de vida saludable no solo mejora la salud física, sino también la calidad de vida en general. Por ello, invitó a las personas a buscar apoyo profesional y evitar soluciones rápidas que comprometan su bienestar.

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