Cuba enfrenta crisis energética con apagón masivo tras falla en central eléctrica
Por Luis Moreno
Cuba experimentó el viernes un apagón generalizado que dejó sin electricidad a toda la isla, afectando a sus 11 millones de habitantes. La desconexión total del sistema eléctrico se debió a una falla en la Central Termoeléctrica (CTE) Antonio Guiteras, ubicada en la provincia de Matanzas, informó el Ministerio de Energía y Minas (Minem) a través de la plataforma X.
El gobierno cubano ha implementado un plan de emergencia energética que incluye el cierre de escuelas y la suspensión de industrias no esenciales, priorizando el suministro eléctrico a hospitales y centros de producción de alimentos. Sin embargo, las autoridades aún no han especificado cuándo se restablecerá completamente el servicio.
Este apagón es el último episodio en una serie de desconexiones eléctricas que afectan a Cuba desde hace meses, en medio de una grave crisis energética atribuida a la escasez de combustible y al envejecimiento de su infraestructura eléctrica. Las siete centrales termoeléctricas del país, de las cuales la mayoría funcionan con petróleo, se encuentran en estado precario, lo que agrava la situación.
El primer ministro cubano, Manuel Marrero, calificó la crisis energética como una «emergencia nacional» en un discurso televisado el día anterior al apagón. El jueves, el 51% del país ya había experimentado cortes eléctricos y se preveía que el viernes el 49% de la isla enfrentara la misma situación. Sin embargo, el fallo en la CTE Antonio Guiteras provocó la desconexión casi total del sistema eléctrico.
Marrero también anunció una serie de medidas para hacer frente a la crisis, incluyendo la suspensión de actividades no esenciales y el cierre temporal de las escuelas hasta el lunes. «Hemos estado paralizando actividades económicas», declaró Marrero, enfatizando que solo los servicios vitales como hospitales y centros de producción alimentaria seguirán operando.
A la raíz de la crisis está la falta de combustible, un problema que se ha agravado por el mal estado de las infraestructuras energéticas y la escasez de recursos para su mantenimiento. Durante años, Cuba ha dependido de las importaciones de petróleo de Venezuela, pero con la disminución de esos suministros, el país ha tenido que buscar alternativas en otras naciones, como México y Rusia, aunque las dificultades económicas impiden cubrir las necesidades energéticas.
La situación ha generado un fuerte descontento social, recordando a muchos cubanos el «período especial» de la década de 1990, cuando la isla enfrentó una crisis severa tras la caída de la Unión Soviética. Las interrupciones eléctricas y la escasez de productos básicos han intensificado la tensión en la población, que en 2021 protagonizó las mayores protestas desde la Revolución Cubana.
El gobierno, consciente del riesgo de nuevas manifestaciones, ha buscado controlar la situación, especialmente en áreas urbanas como La Habana, donde los cortes eléctricos podrían provocar levantamientos populares.
Mientras tanto, la incertidumbre sobre cuándo volverá la luz persiste, lo que aumenta la preocupación en una población ya exhausta por la crisis económica. «Esta es una situación que nunca antes habíamos visto», comentó Miriam Leiva, periodista disidente en La Habana. «Lo más terrible es que no saben cuándo lo van a resolver o cómo».
Las autoridades afirman que están trabajando intensamente para restablecer el servicio, pero el director general de la compañía eléctrica nacional, Alfredo López Valdés, advirtió que las soluciones no serán inmediatas: “Se está luchando, no estamos de brazos cruzados, pero reconocemos que la situación es muy dura”.