Claudia Sheinbaum asume la presidencia de México
Por Luis Moreno
Este martes 1 de octubre, Claudia Sheinbaum Pardo hizo historia al rendir protesta como la primera mujer presidenta de los Estados Unidos Mexicanos. Durante la ceremonia oficial, Ifigenia Martínez, presidenta del Congreso de la Unión, le entregó la banda presidencial, en presencia del expresidente Andrés Manuel López Obrador, marcando un momento trascendental en la política mexicana.
Con un juramento solemne, Sheinbaum asumió el cargo de presidenta: “Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen… mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión; y si así no lo hiciere, que la Nación me lo demande”, declaró con convicción ante los presentes.
En su primer discurso como mandataria, Sheinbaum delineó sus compromisos de gobierno, al mismo tiempo que reconoció la labor de su predecesor y subrayó la importancia de la lucha feminista. “Hoy 1 de octubre de 2024 inicia la segunda etapa, el segundo piso de la Cuarta Transformación”, señaló, en referencia a la continuidad del proyecto iniciado por López Obrador.
Un hito feminista en la historia de México
Claudia Sheinbaum destacó la relevancia de su presidencia como un símbolo de la reivindicación de las mujeres en la política y la sociedad. “Después de al menos 503 años, por primera vez llegamos las mujeres a conducir el destino de nuestra hermosa nación. Y digo llegamos porque no llego sola, llegamos todas”, expresó emocionada.
Sheinbaum hizo hincapié en la necesidad de la igualdad sustantiva y de reconocer a las mujeres en la historia de México. “Nos contaron una versión en la que solo los hombres protagonizaban el curso de la humanidad, pero hoy sabemos que las mujeres han sido parte fundamental de las grandes hazañas de este país”, aseguró. Además, llamó a adoptar un lenguaje inclusivo: “Invito respetuosamente a que nombremos presidenta, con a al final, porque solo lo que se nombra, existe”.
El discurso estuvo lleno de referencias a las mujeres que han luchado por los derechos en México, desde las trabajadoras del hogar hasta las indígenas y las abuelas que nunca aprendieron a leer. “No llego sola, llegamos todas. Hoy llegan todas ellas que nos pensaron libres y felices”, concluyó.
Celebraciones y símbolos de un nuevo inicio
El evento estuvo marcado por la presencia de mujeres en todas las etapas del protocolo. Ifigenia Martínez, una figura histórica de la izquierda mexicana y luchadora feminista, entregó la banda presidencial en un traspaso de poder entre mujeres pioneras. Los gritos de «¡Presidenta!» resonaron en varias ocasiones durante su discurso, reflejando el entusiasmo y apoyo de los presentes.
Representantes de 105 países y 23 organizaciones internacionales estuvieron presentes, aunque destacó la ausencia del rey de España, Felipe VI, debido a tensiones diplomáticas relacionadas con la Conquista, un hecho que también se interpretó como significativo en este nuevo contexto político.
Sheinbaum cerró su intervención rindiendo homenaje a López Obrador, a quien calificó como “el mejor presidente” de la historia contemporánea de México, comparándolo con el general Lázaro Cárdenas. En su mensaje, reafirmó su compromiso con los pueblos originarios y con los principios de la Cuarta Transformación, como el combate a la pobreza, el acceso a la educación, y la mejora de la economía y los salarios.
Un México gobernado por mujeres
El 1 de octubre de 2024 será recordado como un día histórico, no solo porque Claudia Sheinbaum es la primera mujer presidenta, sino porque en este momento México está siendo liderado por mujeres en los tres poderes de la nación: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Sheinbaum ha prometido un gobierno que no solo sea diferente, sino mejor, para honrar la lucha de generaciones de mujeres mexicanas que abrieron el camino para este momento. La nueva presidenta afronta un país con grandes desafíos en materia económica, de seguridad y salud, pero con la promesa de continuar la transformación que inició su antecesor, ahora con un enfoque feminista y de equidad.
Las celebraciones en el Zócalo de la Ciudad de México se extendieron durante largas horas, con la participación de danzas tradicionales, coros, y un mariachi conformado íntegramente por mujeres, simbolizando el nuevo rostro del país bajo el liderazgo de Claudia Sheinbaum.
