Caen ventas de whiskey en EE.UU. mientras aranceles amenazan con empeorar la crisis
Por Luis Moreno
La industria del whiskey estadounidense enfrenta un panorama sombrío en 2025, con una caída en las ventas nacionales y la inminente reimposición de aranceles en la Unión Europea que amenaza con afectar aún más el sector. La combinación de alta inflación, tasas de interés elevadas y un posible impuesto del 50% en Europa se perfilan como obstáculos importantes para los productores.
De acuerdo con el Consejo de Licores Destilados de Estados Unidos, las ventas nacionales de whiskey cayeron un 1.8% en 2024, alcanzando los 5,200 millones de dólares en ingresos. Los consumidores, golpeados por la inflación, han reducido el gasto en licores premium, optando por opciones más accesibles. A nivel general, la industria de licores en EE.UU. vio una caída del 1.1% en ingresos, situándose en 37,200 millones de dólares, mientras que los volúmenes de venta aumentaron un 1.1%.
Amenaza arancelaria y consecuencias globales
Más allá del mercado interno, el sector enfrenta un peligro aún mayor con la posible reimposición de aranceles por parte de la UE el próximo 1 de abril. En caso de concretarse, la tasa impositiva sobre el whiskey estadounidense se duplicaría al 50%, revirtiendo la recuperación que la industria experimentó desde la suspensión del arancel del 25% en 2021.
Chris Swonger, CEO del Consejo de Licores Destilados de EE.UU., advirtió que este impuesto podría ser catastrófico para la industria. «La reimposición de estos aranceles acabaría con el crecimiento logrado y causaría un daño irreparable a destiladores grandes y pequeños», afirmó.
Durante la guerra comercial iniciada en 2018, las exportaciones de whiskey a la UE se desplomaron un 20%. Tras la suspensión del arancel en 2021, se produjo un repunte del 60%, lo que evidencia la fuerte dependencia de la industria en el mercado europeo.
Impacto en mercados clave y productores
La incertidumbre comercial también afecta a mercados como Canadá y México. En Canadá, las autoridades provinciales amenazaron con retirar marcas estadounidenses de las tiendas gubernamentales antes de que se anunciara un aplazamiento de los aranceles. Sin embargo, la posibilidad de represalias sigue latente, especialmente si EE.UU. decide imponer nuevos impuestos a importaciones mexicanas y canadienses.
Para los destiladores, el impacto podría ser devastador. En Kentucky, donde se elabora el 95% del bourbon mundial, la amenaza de un arancel del 50% genera gran preocupación. Empresas como Boundary Oak Distillery ya han invertido en expandirse a mercados europeos como Lituania y Polonia, pero podrían ver frustrados sus planes de crecimiento.
Victor Yarbrough, CEO de Brough Brothers, recordó las dificultades que enfrentaron en 2018 cuando el arancel del 25% hizo insostenible la venta en Europa. «Somos vistos como un daño colateral en la guerra comercial», lamentó.
¿Un nuevo golpe para la industria?
El sector del whiskey ya se encuentra en un momento difícil. Además del golpe de la inflación y la incertidumbre comercial, enfrenta un cambio en los hábitos de consumo, con adultos jóvenes reduciendo su ingesta de alcohol. Mientras que las ventas de vodka se mantuvieron estables en 7,200 millones de dólares y las de tequila y mezcal aumentaron un 2.9%, el whiskey sigue perdiendo terreno.
Los productores esperan que el gobierno de EE.UU. logre evitar la reimposición del arancel europeo. Sin embargo, con menos de 70 días para negociar y la política comercial de la nueva administración aún por definirse, el tiempo se agota para la industria del whiskey estadounidense.