Banxico recorta su tasa de interés a 9.50%, en un ajuste ante la desaceleración económica y la caída de la inflación
Por Luis Moreno
El Banco de México (Banxico) decidió reducir su tasa de interés en 50 puntos base, llevándola al 9.50%. Esta decisión, tomada por la mayoría de los miembros de la Junta de Gobierno, marca una nueva fase en la política monetaria del país y se produce en un contexto de desaceleración económica y un enfriamiento de la inflación.
El ajuste fue aprobado en la primera reunión del 2025 del Banco Central. Sin embargo, hubo una disidencia, pues el subgobernador Jonathan Heath votó a favor de una reducción más moderada de 25 puntos base, sugiriendo un recorte más gradual. A pesar de esta diferencia, Heath respaldó en general la decisión de reducir la tasa, aunque recomendó hacerlo con una menor magnitud. Por su parte, el nuevo integrante de la Junta de Gobierno, José Gabriel Cuadra García, se unió a la mayoría en el apoyo a una disminución de medio punto.
Este ajuste de medio punto es significativo, pues marca un cambio respecto a las cuatro reducciones previas de 25 puntos base. El nivel de 9.50% alcanzado por la tasa interbancaria no se veía desde septiembre de 2022, cuando se encontraba en 9.25% debido a los efectos de la guerra en Ucrania. Cabe destacar que el último recorte de 50 puntos base en Banxico se registró en agosto de 2020, en pleno confinamiento global por la pandemia del COVID-19.
Con este movimiento, Banxico se desvincula de la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), que la semana pasada decidió mantener sus tasas de interés en el rango de 4.25% a 4.5%, tras tres recortes consecutivos. La decisión de Banxico de relajar su política monetaria está diseñada para ofrecer un respiro a la economía mexicana, aliviando el costo de los créditos en un entorno en el que la inflación está comenzando a ceder.
A pesar de la moderación en la inflación, la Junta de Gobierno de Banxico ha advertido que aún podrían considerar ajustes adicionales, aunque manteniendo una postura restrictiva para asegurar la estabilidad económica a largo plazo. El recorte en la tasa de interés llega como una «boca de aire fresco» para las empresas y los consumidores, al tiempo que refleja el alivio gradual en los precios y el enfriamiento de la economía.