Asesinan al alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos Catalán, a seis días de asumir el cargo
Por Luis Moreno
El alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos Catalán, fue asesinado este domingo 6 de octubre, apenas seis días después de asumir el cargo. El funcionario de 43 años fue encontrado decapitado; su cabeza fue hallada sobre el toldo de una camioneta en la colonia Villas del Roble, en la zona oriente de la capital guerrerense, alrededor de las 17:00 horas, informaron fuentes de seguridad.
Arcos Catalán había tomado posesión como alcalde el 30 de septiembre, representando una alianza entre el PRD, el PAN y el PRI. Era conocido por su cercanía con el exgobernador Ángel Aguirre Rivero y, en el último mensaje compartido en su cuenta de Facebook, informó sobre su visita a Tepechicotlán para coordinar la atención a los damnificados por el huracán John.
El crimen fue confirmado por el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, quien condenó el asesinato y recordó que, apenas tres días antes, también fue ultimado Francisco Gonzalo Tapia Gutiérrez, secretario del Ayuntamiento de Chilpancingo. Tapia Gutiérrez fue atacado en el centro de la ciudad por un hombre armado que le disparó con un arma calibre 9 mm. Moreno, en redes sociales, expresó su solidaridad hacia las familias de ambos funcionarios y anunció que el PRI solicitará a la Fiscalía General de la República (FGR) que atraiga las investigaciones, dada la situación de inseguridad en Guerrero.
La Fiscalía General de Guerrero, a través de un comunicado, informó que ha iniciado una carpeta de investigación por el homicidio del alcalde y desplegó a sus agentes para recabar evidencia en la colonia Villa del Roble. Según el reporte, el cuerpo de Arcos Catalán fue encontrado dentro de un vehículo cubierto con una sábana gris, mientras que la cabeza fue colocada en el toldo de la unidad, una escena que incrementa la preocupación sobre el estado de seguridad en la región.
El asesinato de Arcos Catalán y Tapia Gutiérrez destaca la violencia que ha afectado a Chilpancingo y sus alrededores en los últimos años, donde grupos delictivos como Los Ardillos y Los Tlacos se disputan el control de la región central de Guerrero, abarcando municipios como Tixtla, Mártir de Cuilapan, Quechultenango, y Eduardo Neri. Esta lucha ha dejado un rastro de muerte y miedo entre los habitantes, con víctimas entre comerciantes, maestros, campesinos, mujeres, y niños.
Por su parte, la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda, también condenó el crimen en redes sociales, afirmando que la pérdida de Arcos Catalán es una tragedia para el estado y un reflejo de la inseguridad que permea en la región.
El PRD y el PRI en Guerrero emitieron comunicados en los que exigieron justicia y un alto a la violencia que azota a sus comunidades, y se solidarizaron con las familias de los funcionarios. La situación ha despertado la atención nacional sobre la crisis de seguridad en Guerrero, una problemática que continúa cobrando la vida de líderes comunitarios y funcionarios público