Arzobispo de Puebla pide extremar precauciones en la peregrinación a la Villa Guadalupana
Llama a automovilistas a tener respeto y paciencia con los peregrinos
Por Patricia Moreno Sánchez
Con el corazón puesto en la fe y los caminos llenos de esperanza, miles de peregrinos poblanod se preparan para su travesía hacia el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe este 12 de febrero. Ante esta movilización masiva, Monseñor Víctor Sánchez Espinosa, Arzobispo de Puebla, hizo un llamado urgente tanto a los fieles como a los automovilistas: extremar precauciones para evitar tragedias en el camino.
«Invito a todos los peregrinos a tomar todas las precauciones para evitar accidentes, pero también pido a los automovilistas que tengan paciencia con nuestros hermanos peregrinos, que vienen de todas partes de la Arquidiócesis de Puebla. El respeto y la prudencia pueden salvar vidas», expresó Monseñor, subrayando la importancia de la convivencia segura en las carreteras.
Cada año, miles de fieles recorren kilómetros impulsados por la devoción a la Virgen del Tepeyac. Van a pie, en bicicleta, en vehículos e incluso a caballo, desafiando el cansancio y las inclemencias del tiempo, pero sostenidos por la fe.
Monseñor destacó un dato que refleja la magnitud de esta manifestación de devoción: «Tan solo de la Sierra Norte llegan alrededor de 3 mil caballos con sus respectivos jinetes, que se van uniendo en el camino hasta llegar a la Basílica de Nuestra Madre de Dios».
La peregrinación de Puebla a la Villa Guadalupana es una de las más numerosas de todo el país. No se trata solo de una tradición; es un acto de gratitud por los milagros recibidos y una súplica por la protección de la Virgen de Guadalupe, símbolo de esperanza para millones de mexicanos.
No obstante la fe no exime de los riesgos del camino. Este año, ya se han registrado dos trágicos accidentes en la carretera México-Puebla, ocurridos el pasado sábado, que lamentablemente cobraron la vida de dos peregrinos.
Frente a estos hechos, el Arzobispo reiteró su llamado a la prudencia: «Evitar tragedias está en manos de todos. Que la Virgen de Guadalupe nos proteja en el camino, pero también que cada uno haga su parte para cuidar su vida y la de los demás.» destacó.
Porque la fe mueve montañas, pero la responsabilidad salva vidas.