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Alcalde de Nueva York, Eric Adams, acusado de soborno y fraude en medio de escándalo de corrupción

Por Luis Moreno

El alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, enfrenta una grave acusación federal de cinco cargos relacionados con soborno, fraude electrónico, conspiración y solicitud de contribuciones ilegales de campaña a ciudadanos extranjeros, según un documento judicial de 57 páginas revelado este jueves. La acusación detalla presuntas actividades ilícitas que datan desde 2014, cuando Adams era presidente del distrito de Brooklyn, destacando que aceptó beneficios valiosos, como viajes de lujo, de empresarios extranjeros y un funcionario del gobierno de Turquía.

Según la acusación, Adams buscó contribuciones ilegales a su campaña, utilizando «fachadas» para evadir las leyes federales que previenen la influencia extranjera en las elecciones. Estas actividades continuaron durante su campaña para la alcaldía de Nueva York, iniciada en 2018. Además, varias empresas locales habrían utilizado intermediarios para eludir la prohibición de contribuciones corporativas, también mencionadas en el documento judicial.

El fiscal del Distrito Sur de Nueva York, Damian Williams, tiene previsto ofrecer más detalles en una conferencia de prensa, mientras que la investigación, liderada por el Departamento de Justicia en Manhattan, involucró un allanamiento en la residencia oficial del alcalde el mismo jueves. Adams, por su parte, ha negado rotundamente las acusaciones, calificándolas como «mentiras» y señalando que esta situación es una represalia por sus posturas políticas. «Me mantengo firme por los neoyorquinos, y ahora soy un objetivo», declaró en un mensaje en video la noche previa.

La acusación podría ser un golpe devastador para la carrera política de Adams, quien asumió el cargo en enero de 2022 con una plataforma centrada en la lucha contra el crimen y la revitalización de la ciudad tras la pandemia. Sin embargo, su mandato ha estado marcado por crecientes críticas sobre su gestión de problemas como la crisis migratoria y la seguridad en el metro, así como por las controversias sobre el gasto público y sus frecuentes apariciones nocturnas.

El caso también podría tener implicaciones significativas para las próximas elecciones federales, ya que Nueva York juega un papel clave en las contiendas para el control de la Cámara de Representantes de EE.UU.

Investigaciones en curso y reacción política

El allanamiento de su residencia en Gracie Mansion es solo el último episodio en una serie de investigaciones federales que rodean a Adams y su equipo de confianza. Brianna Suggs, una de sus principales recaudadoras de fondos, fue objeto de una investigación desde noviembre de 2023, cuando agentes federales incautaron dispositivos electrónicos de su casa. Esta operación abrió la puerta a una investigación más amplia sobre la procedencia de las donaciones que recibía la campaña de Adams.

A pesar de la gravedad de las acusaciones, Adams ha reiterado su inocencia y su disposición a enfrentar los cargos en corte. En declaraciones recientes, su abogado, Alex Spiro, criticó el manejo del caso, afirmando que el allanamiento era un «espectáculo innecesario».

La situación ha generado divisiones en el panorama político de Nueva York. Mientras que algunos funcionarios han mostrado apoyo cauteloso al alcalde, figuras prominentes como la congresista Alexandria Ocasio-Cortez ya han solicitado su renuncia.

Implicaciones para la alcaldía y el futuro de la ciudad

La acusación formal contra Adams representa una dramática caída en desgracia para el exoficial de policía que se presentó como el nuevo rostro del Partido Demócrata en la ciudad más grande de EE.UU. Durante su tiempo en el Departamento de Policía de Nueva York, Adams fue un firme defensor de la reforma policial, pero también mantuvo una postura crítica frente a los movimientos progresistas que piden recortar los fondos destinados a la seguridad.

Si bien Adams no está obligado a renunciar debido a los cargos, la presión política y mediática podría volverse insostenible en las próximas semanas. De renunciar, el defensor público de la ciudad, Jumaane Williams, asumiría el cargo de manera interina hasta que se celebren elecciones especiales.

El desarrollo de esta situación seguirá siendo monitoreado de cerca, no solo por los residentes de Nueva York, sino también a nivel nacional, dado el impacto potencial que este escándalo puede tener en la política y la administración pública del país.

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