Internacional

Explosiones de dispositivos electrónicos en Líbano dejan al menos 14 muertos mientras Israel anuncia una «nueva fase» en la guerra

Por Luis Moreno

Una nueva ola de explosiones en Líbano ha sacudido la región, con al menos 14 muertos y 450 heridos, según informó el Ministerio de Salud del país. Los incidentes, provocados por la detonación de dispositivos electrónicos como walkie-talkies, se produjeron este miércoles, un día después de que miles de beepers utilizados por el grupo armado Hezbolá explotaran, causando la muerte de una docena de personas y dejando 3,000 heridos.

El sur del Líbano y los suburbios de Beirut han sido los principales escenarios de estas detonaciones. Las explosiones de los dispositivos han causado graves heridas, principalmente en manos y rostros, según el personal médico local. En declaraciones a la BBC, la doctora Nour El Osta, del hospital Hotel Dieu en Beirut, describió el estado de las víctimas como algo sin precedentes: «Todos los pacientes han perdido dedos o tienen daños en los ojos. Es algo que no habíamos visto nunca antes».

Incertidumbre y temor en el Líbano

El ambiente en el país es de tensión e incertidumbre. Las calles de localidades como Dahiya, un bastión de Hezbolá en el sur de Beirut, están sumidas en el caos, con la población cada vez más temerosa del uso de dispositivos electrónicos, incluidos teléfonos móviles. Según reportes de la prensa local, muchas personas han sido detenidas o se les ha exigido que apaguen sus dispositivos, ante el temor de más explosiones.

El Ministerio de Salud confirmó que varios heridos han sido trasladados a hospitales en Beirut y en la ciudad de Baalbek, en el valle de Bekaa. Se han reportado explosiones adicionales en lugares como Sohmar y Jdeidet Marjeyoun, al sur de Bekaa, donde un dispositivo explotó dentro de un automóvil, lo que resalta la naturaleza dispersa de estos incidentes. Además, ha habido informes de explosiones similares en Siria, lo que ha generado preocupación sobre la propagación de este tipo de ataques en la región.

Israel y una «nueva fase» de la guerra

Mientras tanto, el gobierno israelí, aunque no ha hecho comentarios directos sobre su posible participación en las explosiones en Líbano, ha anunciado el inicio de una «nueva fase» en la guerra que mantiene con grupos armados en la región. El ministro de Defensa, Yoav Gallant, declaró que la guerra está entrando en una nueva etapa, señalando que el «centro de gravedad» del conflicto se está desplazando hacia el norte, en referencia a la frontera con Líbano, donde Hezbolá ha estado lanzando ataques transfronterizos desde el inicio de las hostilidades en Gaza, el 7 de octubre.

El martes, Hezbolá acusó a Israel de estar detrás de las explosiones de los beepers, afirmando que el país pagará un «precio justo» por lo ocurrido. Desde el inicio de la guerra, la frontera entre Líbano e Israel se ha convertido en un segundo frente de combate, donde Hezbolá ha lanzado cohetes y drones hacia Israel, mientras que la fuerza aérea israelí ha llevado a cabo incursiones contra las posiciones de la milicia chiita respaldada por Irán.

Ataques sistemáticos a las comunicaciones de Hezbolá

Analistas internacionales creen que las explosiones de los dispositivos electrónicos en Líbano forman parte de una operación concertada por parte de Israel para dañar las capacidades de comunicación de Hezbolá. Según fuentes de seguridad libanesas, tanto los walkie-talkies como los beepers que explotaron habían sido adquiridos por Hezbolá hace unos cinco meses, lo que sugiere que los dispositivos podrían haber sido infiltrados o manipulados de alguna manera.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, expresó su «profunda alarma» por los sucesos en Líbano, mientras que el ministro de Relaciones Exteriores libanés, Abdallah Bou Habib, condenó las explosiones como una «agresión israelí criminal». Bou Habib advirtió que estos ataques podrían ser «la introducción a una guerra» más amplia en la región, instando al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y a los Estados Unidos a intervenir para evitar una mayor escalada.

Hezbolá promete represalias

Hezbolá ha prometido tomar represalias contra Israel por los ataques, mientras que el gobierno libanés ha solicitado el apoyo internacional para evitar que la situación empeore. Bou Habib señaló que las escaramuzas en la frontera con Israel habían escalado significativamente en los últimos días, y que el país se encuentra ahora «al borde de una guerra total».

Por su parte, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, reiteró este miércoles su compromiso de devolver a los residentes del norte de Israel, evacuados por los ataques transfronterizos de Hezbolá, a sus hogares de manera segura. Netanyahu también confirmó el despliegue de la división 98 del ejército israelí en el norte del país, una unidad que hasta ahora había participado en la ofensiva en Gaza.

La sombra de una guerra regional

El aumento de la violencia en la frontera entre Líbano e Israel y los ataques con dispositivos explosivos representan una escalada peligrosa en un conflicto ya de por sí volátil. A medida que las tensiones entre Hezbolá e Israel aumentan, muchos temen que el conflicto se convierta en una guerra a gran escala que podría involucrar a otros actores regionales, como Irán y Siria.

Estados Unidos ha instado a ambas partes a evitar una mayor escalada, pero hasta el momento no ha habido señales de que la violencia vaya a disminuir en el corto plazo. Con las comunicaciones de Hezbolá severamente dañadas, es posible que el grupo libanés se vea temporalmente incapacitado para llevar a cabo más ataques, pero también es probable que busque formas de responder a lo que considera una agresión directa de Israel.

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