Internacional

Nuevo intento de atentado contra Trump en Florida

El Servicio Secreto, bajo presión ante crecientes desafíos de seguridad

Por Luis Moreno

En un incidente reciente que ha sacudido nuevamente el panorama político estadounidense, un agente del Servicio Secreto logró frustrar un aparente intento de asesinato contra Donald Trump. El expresidente y actual candidato a la Casa Blanca se encontraba jugando golf en un campo de Florida cuando un agente detectó el cañón de un rifle asomando entre unos arbustos. El agente actuó de inmediato, disparando contra el sospechoso que portaba el arma.

El FBI ha descrito el hecho como un intento de asesinato, destacando la rápida intervención de los agentes para poner a salvo a Trump. Aunque el sospechoso logró huir inicialmente, fue capturado más tarde por la policía. Trump, quien ha agradecido al Servicio Secreto por su labor, no resultó herido, y las autoridades han iniciado investigaciones sobre el incidente.

Este es el segundo intento de atentado contra Trump en menos de dos meses. El pasado 13 de julio, durante un mitin en Pensilvania, un joven de 20 años disparó contra el expresidente, hiriéndole en la oreja derecha y dejando un saldo trágico de una persona muerta y dos heridos graves antes de ser abatido por el Servicio Secreto. Este incidente generó críticas severas hacia el organismo, llevando a la dimisión de su entonces directora, Kimberley Cheatle.

Aunque el más reciente intento de asesinato fue evitado a tiempo, este evento ha reavivado las dudas sobre las capacidades del Servicio Secreto para garantizar la seguridad de Trump, especialmente en un contexto de creciente polarización y violencia política. El presidente Joe Biden ha reconocido la necesidad de fortalecer el organismo, instando al Congreso a dotarlo de más recursos y personal.

Un reto creciente para el Servicio Secreto

El amor de Trump por el golf ha sido un desafío continuo para el Servicio Secreto, que debe lidiar con terrenos abiertos difíciles de proteger. Ric Bradshaw, sheriff del condado de Palm Beach, señaló que aunque se reforzó la seguridad tras el atentado de julio, el equipo que protege a Trump es menor en comparación con el de un presidente en funciones.

Legisladores como el congresista demócrata Ritchie Torres han señalado que, dada la actual candidatura de Trump, debería recibir la «máxima protección». Voces dentro del Servicio Secreto, como el exagente Barry Donadio, coinciden en la necesidad de reevaluar los protocolos de seguridad para los candidatos presidenciales, dado el clima político cada vez más violento en Estados Unidos.

La tensión política actual, combinada con el aumento de la violencia armada, presenta un desafío considerable para el Servicio Secreto, que enfrenta una nueva normalidad marcada por ataques a figuras públicas. A medida que avanza la campaña presidencial, tanto aliados como rivales de Trump han condenado este tipo de violencia, reconociendo la necesidad de garantizar la seguridad de todos los candidatos.

Investigaciones en curso

El FBI y el estado de Florida han anunciado investigaciones sobre el incidente, mientras que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha exigido respuestas sobre cómo el sospechoso pudo acercarse tanto al expresidente. Con las elecciones presidenciales a la vuelta de la esquina, el panorama se presenta más tenso que nunca en un país donde las divisiones políticas están en su punto más alto.

El incidente, lejos de ser un caso aislado, pone de manifiesto la necesidad urgente de revisar los mecanismos de seguridad para proteger a los principales actores políticos del país en medio de un entorno cada vez más volátil.

Deja una respuesta