Internacional

Lula y Petro proponen nuevas elecciones en Venezuela

Por Luis Moreno

Los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, y Gustavo Petro, de Colombia, han dado un giro significativo en sus esfuerzos por mediar en la crisis política de Venezuela, proponiendo nuevas elecciones como una posible solución al bloqueo que ha seguido a las cuestionadas elecciones presidenciales del 28 de julio. Esta medida, apoyada también por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, marca un cambio en la estrategia diplomática, dejando atrás el enfoque centrado en la legitimidad de las actas electorales.

En una entrevista reciente, Lula sugirió la posibilidad de convocar nuevos comicios y formar un gobierno de coalición en Venezuela, una idea que ha encontrado eco en Petro, quien propuso un plan detallado inspirado en la experiencia del Frente Nacional colombiano, un acuerdo histórico que permitió la alternancia pacífica en el poder entre los partidos políticos de su país.

Petro presentó su propuesta a través de su cuenta de X (anteriormente Twitter), donde delineó los pasos necesarios para una solución política en Venezuela: levantamiento de todas las sanciones, amnistía general, garantías para la acción política, un gobierno de cohabitación transitorio y, finalmente, la celebración de nuevas elecciones libres.

La diplomacia de Brasil y Colombia ha asumido el liderazgo en este proceso después de que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador decidiera distanciarse de la mediación. La retirada de México, según fuentes brasileñas, ha obligado a Lula y Petro a buscar nuevas estrategias para resolver la crisis, que es de particular importancia para Colombia debido a la extensa frontera que comparte con Venezuela y la presencia de casi tres millones de venezolanos en territorio colombiano.

El presidente estadounidense, Joe Biden, expresó su apoyo a la convocatoria de nuevas elecciones en Venezuela, señalando que es una opción viable para resolver la crisis. «Sí, lo apoyo», declaró Biden cuando se le preguntó al respecto durante una conversación con periodistas en la Casa Blanca.

La oposición venezolana, liderada por María Corina Machado, ha rechazado de manera tajante la idea de nuevas elecciones, argumentando que ya se celebraron bajo las reglas del régimen de Nicolás Maduro y que volver a las urnas sería una falta de respeto al pueblo venezolano. Machado ha sido enfática en su rechazo a cualquier negociación que no respete los resultados del 28 de julio, afirmando que la soberanía popular debe ser respetada.

Mientras tanto, el régimen de Maduro sigue sin publicar los resultados detallados de las elecciones, lo que ha alimentado las sospechas de fraude y ha llevado a la comunidad internacional a cuestionar la legitimidad de su victoria. La ONU y el Centro Carter, que estuvieron presentes como observadores, no han avalado los resultados oficiales, y la situación sigue siendo tensa en un país donde las manifestaciones han dejado 25 muertos y 1,200 personas detenidas.

La comunidad internacional, aunque dividida en su apoyo a Maduro o a la oposición, observa de cerca los desarrollos en Venezuela. Lula ha subrayado que cualquier solución debe ser negociada pacíficamente y sin prisa, dado que el mandato de Maduro no concluye hasta enero de 2025, lo que deja margen para la diplomacia. Sin embargo, algunos países, liderados por Estados Unidos, han reconocido al candidato opositor Edmundo González Urrutia como el vencedor de las elecciones, aunque no como presidente electo, lo que añade otra capa de complejidad a la crisis.

En medio de este panorama, las propuestas de Lula y Petro representan una esperanza para una salida negociada, aunque la posibilidad de nuevas elecciones sigue siendo un tema de controversia tanto dentro como fuera de Venezuela.

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