Casa Blanca arremete contra South Park tras sátira sexual y política a Trump en estreno de su temporada 27
Por Luis Moreno
La Casa Blanca condenó duramente el más reciente episodio de la serie animada South Park, luego de que su estreno incluyera una parodia explícita y burlona del presidente Donald Trump. El episodio, titulado Sermon on the Mount, forma parte de la temporada 27 de la serie, que comenzó tras un millonario acuerdo entre Paramount y los creadores Trey Parker y Matt Stone.
La trama generó polémica inmediata. Entre sus escenas más controversiales, incluye una representación de Trump intentando tener relaciones sexuales con el mismísimo Satanás, referencias visuales a su anatomía ridiculizada y una secuencia final donde aparece desorientado y desnudo en un desierto, generado con tecnología deepfake.
Taylor Rogers, vocera de la Casa Blanca, reaccionó a través de un comunicado enviado a la agencia EFE:
“Este programa no ha sido relevante en más de 20 años y apenas se sostiene con ideas poco inspiradas en un intento desesperado por llamar la atención. El presidente Trump ha cumplido más promesas en sólo seis meses que cualquier otro presidente en la historia de nuestro país, y ningún programa de cuarta categoría podrá frenar su buena racha”.
El episodio también arremete contra el conglomerado Paramount, tras la cancelación del Late Show with Stephen Colbert, un movimiento que fue percibido por muchos como censura política disfrazada de ajuste presupuestal. La crítica se extiende a la relación de Trump con los medios, incluyendo una mención a la demanda por 16 millones de dólares que el presidente interpuso contra CBS por la presunta manipulación de una entrevista con Kamala Harris.
Además, South Park incorpora alusiones a la supuesta vinculación de Trump con el caso Jeffrey Epstein, apuntando a una “censura mediática” y a su historial de litigios para silenciar a críticos.
Una fuente anónima de la administración citada por Deadline señaló que el presidente estaba “furioso” por lo que calificó como un “ataque infantil”.
La controversia se produce en medio de un resurgimiento de South Park, que firmó recientemente un contrato de 1,500 millones de dólares para producir 50 nuevos episodios. Sus creadores han asegurado que seguirán abordando temas políticos sin censura, algo que ha sido una constante desde su primera emisión en 1997.
Mientras tanto, la Casa Blanca ha reiterado que no permitirá que “programas de caricatura” distraigan al presidente de su agenda, a pesar de que la sátira parece haber tocado un nervio sensible en el actual clima político estadounidense.
