Ciencia y Tecnología

Científicos descubren que el oro del universo podría provenir de un tipo inesperado de estrella: los magnetars

Un estallido cósmico registrado en 2004 podría haber resuelto uno de los mayores misterios de la astrofísica: el origen de los elementos más pesados del universo, incluido el oro.

Por Luis Moreno

Un equipo de investigadores liderado por científicos de la Universidad de Columbia y la Universidad Estatal de Luisiana ha revelado que los magnetars —una rara y poderosa clase de estrellas de neutrones— podrían ser responsables de la creación de elementos pesados como el oro y el platino en el universo primitivo. Esta conclusión surge tras analizar un estallido de rayos gamma registrado hace dos décadas, que había pasado prácticamente desapercibido hasta ahora.

El evento, conocido como la «gran llamarada de 2004», fue detectado el 27 de diciembre de ese año por el telescopio espacial INTEGRAL de la Agencia Espacial Europea. La explosión, procedente del magnetar SGR 1806-20 a unos 30,000 años luz de la Tierra, liberó más energía en medio segundo que la que nuestro Sol emite en 250,000 años. El fenómeno fue tan intenso que afectó las capas superiores de la atmósfera terrestre.

Según los nuevos hallazgos, publicados en The Astrophysical Journal Letters, esta llamarada habría producido grandes cantidades de elementos pesados mediante un proceso conocido como captura rápida de neutrones, o “proceso r”. Los científicos encontraron que el brillo y la duración de la radiación gamma coinciden casi perfectamente con las predicciones teóricas de la desintegración radiactiva de elementos recién formados, como el oro.

“Fue como encontrar una aguja en un pajar. Lo que descubrimos en esos datos olvidados de 2004 podría reescribir todo lo que sabíamos sobre cómo se forman los elementos pesados”, explicó Anirudh Patel, estudiante de doctorado en Columbia y autor principal del estudio.

Hasta ahora, se creía que la mayoría de estos metales preciosos provenían de la colisión de estrellas de neutrones, eventos extremadamente violentos pero muy raros y ocurridos en etapas más recientes de la evolución del cosmos. Los magnetars, en cambio, son objetos mucho más antiguos, lo que explicaría la existencia temprana de estos elementos en la historia del universo.

El hallazgo también fue celebrado por el astrofísico Brian Metzger, quien subrayó la importancia de este tipo de descubrimientos: “Es sobrecogedor pensar que el platino de mi anillo de bodas pudo haber surgido de una explosión tan catastrófica como esta. Estamos comenzando a entender cómo el universo sembró los elementos que componen nuestro mundo”.

La validación definitiva de esta teoría podría llegar con la misión COSI de la NASA, prevista para 2027, que analizará las firmas químicas de eventos como estos con tecnología más avanzada. Si se confirma, los magnetars podrían pasar de ser estrellas olvidadas a convertirse en protagonistas de una nueva historia sobre el origen de los metales preciosos del universo.

En resumen, una joya en tu cuello o en tu anillo podría haber nacido hace miles de millones de años, en una explosión estelar tan lejana como violenta. Y ahora, por fin, estamos comenzando a comprender su verdadero origen.

Deja una respuesta