Capital

Celebran la festividad de Nuestra Señora de la Soledad en Puebla

Por Patricia Moreno Sánchez

Desde las primeras horas del día, fieles católicos se congregaron en el templo de Nuestra Señora de la Soledad para entonar las tradicionales mañanitas en honor a la Virgen. La festividad conmemora la entronización de la imagen de la Santísima Virgen de la Soledad en su templo, ocurrida el 26 de febrero de 1748.

El padre Miguel Arcángel De Simone Maimone, párroco del Sagrario Metropolitano (Templo de la Soledad), explicó que la celebración incluye una procesión que partirá del templo a las 18:00 horas y recorrerá las calles aledañas hasta llegar a la Catedral de Puebla, donde se llevará a cabo una misa a las 19:00 horas en honor a la Virgen.

Significado de la Virgen de la Soledad

De acuerdo con el párroco, la imagen de la Virgen de la Soledad representa a la Madre de Dios en el momento posterior a la crucifixión de Jesucristo, cuando regresa sola a su vivienda, acompañada por San Juan y María Magdalena. «Es una soledad de esperanza en la resurrección de su hijo, lo que nos lleva a los católicos a solidarizarnos con ella», destacó De Simone Maimone.

Actividades y tradición

Las festividades iniciaron desde el viernes pasado con la celebración de primeras comuniones y confirmaciones, además de una kermés y la exposición de la Sábana Santa de Turín, la cual podrá ser visitada hasta el 3 de marzo, con acceso gratuito de 09:00 a 18:00 horas.

Asimismo, se recordó que la procesión del Viernes Santo en Puebla incluye la participación de siete imágenes religiosas, entre ellas dos advocaciones marianas de gran arraigo entre los fieles: Nuestra Señora de la Soledad y la Virgen de los Dolores del Carmen, ambas consideradas milagrosas.

Historia de la Virgen de la Soledad

La imagen de Nuestra Señora de la Soledad llegó a Puebla hace más de 300 años. De manufactura sevillana a finales del siglo XVII, representa el luto y la esperanza, caracterizándose por vestir un ropón negro y sostener un pañuelo blanco en las manos.

La leyenda cuenta que el capitán Diego Fernández de Santillán, al regresar a España, ofreció un regalo a su fiel empleado Manuel de los Dolores, quien pidió una imagen de la Virgen de la Soledad. Santillán encontró la imagen en Sevilla, pero tuvo dificultades para embarcarla, dejándola bajo el resguardo de monjas en el convento de San Agustín, en Cádiz. Las religiosas se rehusaron a entregarla debido a la devoción que había despertado, hasta que la madre superiora enfermó y, según la historia, la Virgen le pidió en sueños ser enviada a Puebla a cambio de su salud. Tras acceder a su petición, la monja sanó, siendo este el primer milagro atribuido a la imagen.

Desde 1992, la escultura participa en la procesión del Viernes Santo, llevada en andas por mujeres de la Cofradía de la Virgen de la Soledad.

Virgen de los Dolores del Carmen

Otra de las imágenes más veneradas en Puebla es la Virgen de los Dolores del Carmen, considerada una de las más bellas de la procesión. Se trata de una escultura de tamaño natural, que representa a la Virgen de pie con un rostro de profundo dolor.

Esta imagen, atribuida al escultor José Villegas Cora en el siglo XVIII, se venera en la capilla de Santa Teresa, dentro del templo del Carmen. Su culto data de 1412 en el Sínodo de la Colonia en Alemania y fue rescatada en Puebla tras la aplicación de las Leyes de Reforma, cuando los bienes de la Iglesia pasaron a manos del Estado en 1861.

Desde 1992, es portada durante la procesión del Viernes Santo por la Fraternidad de la Virgen de los Dolores.

Con esta festividad, la comunidad católica en Puebla reafirma su devoción y tradición, honrando a Nuestra Señora de la Soledad con rezos, cantos y una procesión que fortalece la fe de los fieles.

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