Investigadora de la UNAM advierte sobre la amenaza que representa la pesca incidental para tortugas marinas en el Caribe y Golfo de México
Por Luis Moreno
Ciudad de México – Elizabeth Labastida Estrada, posdoctorante del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha lanzado una alerta sobre la grave amenaza que las técnicas de pesca, particularmente las redes de arrastre de camarón, representan para las poblaciones de tortugas marinas en el Caribe mexicano y el Golfo de México. Su reciente estudio, publicado en la revista Plos One, destaca la falta de datos concretos sobre cuántas tortugas quedan atrapadas en estas prácticas pesqueras debido a la ausencia de programas de observadores en las embarcaciones.
Labastida Estrada explicó que el esfuerzo pesquero con redes de arrastre coincide con los hábitats que utilizan las tortugas marinas para alimentarse y desarrollarse, lo que incrementa la captura incidental de estos reptiles marinos. La investigadora subrayó que, aunque se sabe que las hembras de tortugas realizan migraciones periódicas entre zonas de alimentación y anidación, los efectos de la pesca en su supervivencia son poco conocidos.
Utilizando estudios previos de telemetría satelital, se identificaron las rutas migratorias de las tortugas en la Península de Yucatán. Sin embargo, Labastida Estrada destacó que el enfoque genético ha sido poco explorado en México. Su investigación utilizó ADN mitocondrial para determinar la composición genética de las colonias de tortugas y su origen en las zonas de pesca.
Durante el periodo de 2016 a 2017, Labastida analizó el material genético de 93 hembras de tortuga caguama y 165 hembras de tortuga verde, identificando que las rutas migratorias siguen hacia hábitats en el noreste del Atlántico, proyectándose desde las playas de México hasta zonas de desarrollo en Florida y Texas.
El estudio concluyó que las pesquerías de arrastre de camarón en el Golfo de México y la costa este de Estados Unidos representan un riesgo significativo para la conservación de las tortugas marinas mexicanas. Labastida enfatizó que la preservación de estas especies debe considerarse en un contexto global, ya que la protección de sus hábitats es crucial para asegurar su recuperación.
A pesar de los esfuerzos de conservación en las playas de anidación, una vez que las tortugas inician su migración, enfrentan amenazas que escapan al control de los campamentos tortugueros. Labastida finalizó afirmando que los resultados obtenidos indican la necesidad de replantear los programas de conservación para incluir la preservación de hábitats críticos fuera de la jurisdicción nacional.
Los llamados a la acción no solo buscan proteger a las tortugas marinas, sino también crear conciencia sobre las adecuaciones necesarias en las políticas pesqueras para garantizar la sostenibilidad de estas especies vulnerables.