Baker, Hassabis y Jumper reciben el Nobel de Química 2024 por sus contribuciones a la investigación de proteínas con IA
Por Luis Moreno
La Real Academia de las Ciencias de Suecia ha otorgado el Premio Nobel de Química 2024 a David Baker, Demis Hassabis y John Jumper, quienes han hecho avances revolucionarios en el estudio y diseño de proteínas mediante el uso de herramientas computacionales e inteligencia artificial. La mitad del premio fue concedida a Baker por su trabajo en el diseño de proteínas a través de la computación, mientras que la otra mitad fue otorgada conjuntamente a Hassabis y Jumper por su logro en la predicción de estructuras de proteínas usando IA.
Diseño y predicción de proteínas: un avance hacia nuevas aplicaciones científicas
Los trabajos de los galardonados abren la puerta a aplicaciones en el desarrollo de vacunas, el diseño de fármacos específicos, y la creación de nanomateriales. “Si queríamos entender cómo funcionan las proteínas, primero había que saber qué aspecto tienen”, explicó Heiner Linke, presidente del Comité Nobel, subrayando la importancia de conocer la estructura de estas complejas moléculas.
El británico Demis Hassabis y el estadounidense John Jumper, ambos investigadores en Google DeepMind, han trabajado en el desarrollo de AlphaFold2, un sistema de inteligencia artificial que ha logrado predecir las estructuras tridimensionales de casi todas las proteínas conocidas. Este avance científico, que se basa únicamente en la secuencia de aminoácidos, resuelve un problema que la ciencia intentaba resolver desde hace más de 50 años. Por su parte, David Baker, de la Universidad de Washington, ha desarrollado proteínas completamente nuevas desde 2003, utilizando una herramienta computacional llamada Rosetta. Estas proteínas creadas pueden ser usadas en la medicina y en la detección de sustancias peligrosas, como el fentanilo.
IA: potencial y riesgos según Hassabis y Jumper
En una conferencia de prensa, Hassabis expresó su emoción por el galardón y aprovechó la ocasión para reflexionar sobre el impacto de la inteligencia artificial en el futuro. “La IA es quizás la tecnología más poderosa que ha tenido la humanidad… pero también podría causar problemas sin precedentes”, afirmó, pidiendo una cooperación internacional para mitigar los riesgos que podrían surgir con nuevas generaciones de esta tecnología.
John Jumper añadió que el desarrollo de AlphaFold fue “un proceso iterativo y complejo”, destacando el papel crucial de la IA para desentrañar patrones invisibles a los humanos. Según él, AlphaFold representa una herramienta valiosa para entender enfermedades y acelerar descubrimientos médicos.
Impacto científico y ética en el acceso al conocimiento
José Antonio Márquez, investigador del Laboratorio Europeo de Biología Molecular, comentó que la rapidez en la adjudicación de este Nobel se debe al profundo impacto que ha tenido en la investigación científica, donde AlphaFold se ha convertido en un recurso esencial para estudiar proteínas. Sin embargo, también se señaló que la tercera versión de esta herramienta ha generado cierta controversia al no estar completamente disponible para la comunidad científica.
El Premio Nobel de Química, dotado con 11 millones de coronas suecas (alrededor de 950,000 euros), honra a los tres investigadores por sus contribuciones fundamentales a la biología computacional y la biomedicina. Con estos descubrimientos, se espera un avance significativo en el desarrollo de nuevas terapias médicas, tecnologías sostenibles y un mayor conocimiento de los procesos biológicos básicos.